16 Febrero 2018
Miguel Angel Culebro Acevedo
Se acabó la tregua para Manuel.
El PRI va sin él, pero sí con el Verde.
Queda muy claro que Manuel Velasco Coello, hasta hoy gobernador de Chiapas, nunca tomó en serio lo que significó su cargo; se distinguió por ser un iluso del poder, que a capricho ha hecho lo que le da su gana y, se lo permitieron hasta este 14 de Febrero, día en que fue materialmente desplazado de cualquier posibilidad de opinar, mucho menos negociar la candidatura que habrá de desplazarlo para siempre de Chiapas, no sin antes le den una probadita de “cuando ya no le sirves al sistema”. La suerte de Manuel, -que para Peña Nieto dejó de ser el año pasado, “Manolo”-, está en el aire, pero se antoja, por cómo se viene deshaciendo el aún presidente de la República de los que estorban para seguir garantizando la impunidad de 400 cuatreros que desmantelan el país, que Manuel puede pasar por las fichas rojas de la Interpol en su momento, si es que le dan tiempo.
El ya no tan jovenzuelo gobernador chiapaneco enfrenta las peores horas de su vida, tras la decisión final de la presidencia de la República, a través de la Secretaría de Gobernación, que sentenció de tajo: la alianza con el Verde va, no será diferente a la elección federal y no necesitan pedir la opinión de Manuel. Los rumores allende frontera se esparcieron en la selva de asfalto más grande del país, que llegaron hasta las oficinas de la PGR y se activaron los expedientes del Organo Superior de Fiscalización, cuya versión entre muros, se esparció que desde San Lázaro le mandarán mensaje a Velasco Coello.
Es el resultado de haberle rascado insistentemente la panza al tigre, hasta que le rasgó el pellejo. Quiso darle la vuelta al presidente; él lo impuso como gobernador, con el visto bueno de Salinas de Gortari; pretendió ensañarle hacer chiles a Herdez y salió enchilado. Se acabaron las consideraciones para Velasco y éste, arrinconado, sin salida, deberá enfrentar la mano implacable, pese a que rece porque sea cambiado Pepe Meade de la presidencial y pese a que le apueste a López Obrador, donde pretende depositar todas sus canicas, cuya traición no le perdonará “la mafia del poder”.
En ese escenario, hasta hoy, Manuel ha manipulado a todos los partidos políticos en la sucesión de la gubernatura, pero no así al PRI, desde donde le confirman que con él y sin él, la alianza con el Verde irá, desbaratándose la Coalición Todos por Chiapas, -si se niega- o lo obligan aún más, a sumar a todos los partidos a favor de Roberto Albores Gleason.
Si lo que ha pretendido el caprichoso Manuel, es ganar tiempo y esperar hasta la fecha de registro de candidatos a la gubernatura, para definir su inclinación hacia Morena y poder eludir cualquier acción “desde el centro” en su contra, desde este 14 de Febrero quedó dictada su sentencia y no habrá tregua ni plazo para después del 1 de Julio. Si se la aplican, será antes de las elecciones para que… “o se alinea o lo alinean”.
Retener el presupuesto al IEPC, para seguir manipulando a su antojo a los partidos políticos, es el último capricho que lo puede llevar a la ejecución de la ley suprema, tras el desacato al mandato de la Corte, que echó abajo la posibilidad de retener el dinero público de los partidos, para otro fin, cuyo desacato implica cárcel…. Ahí está pues… ¡YA!