19 Abril 2017
Miguel Angel Culebro Acevedo
Hospitales y clínicas sin medicamentos, sin pagos y con transas.
El triunfo de la lucha… ¿Cumplirá el gobierno?
El escenario de distracción que el gobierno federal montó con la detención del ícono de la corrupción en México: Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, que por cierto todo indica que exonera a la esposa de éste, Karime Macías, distinguida chiapaneca también de la corrupción, que junto con su familia se hartaron del dinero público, habida cuenta de que no es secreto a voces, sino por el contrario, no debe distraer a los chiapanecos de los problemas fundamentales que el actual gobierno que encabeza Manuel Velasco Coello lleva a cuestas: el tema de la salud, cuyo pillaje obligó a dar respuesta en crisis,” regla sagrada” de la política que fue rota con el triunfo de la huelga de hambre que realizaron nueve enfermeras del Hospital Rafael Pascasio Gamboa y que se fortaleció con la intervención de Amnistía Internacional, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Partido Morena y muchos actores que desde la lucha social en este saqueado rincón del sureste mexicano obligaron al gobierno a doblar las manos.
Desde el año pasado, el gobierno estatal realizó una intensa campaña mediática y que fortaleció en los primeros dos meses de este año, de querer convencer a los chiapanecos que la demanda fundamental de todos, incluidos los trabajadores del sector salud, estaba cubierta: el de la falta de medicamentos en hospitales y clínicas en toda la geografía chiapaneca. Lo burdo de la simulación y el engaño llegó al grado de realizar la estupidez más absurda inimaginable, el de tomar fotos y videos a tráileres presuntamente cargados de miles de cajas de medicamentos que fueron exhibidos, sin que en el fondo de los pesados automotores existiera más que el mismo vacío, como el de poder y sin querer dar respuesta realmente. La mentira y el engaño han sido engullidos por los mismos actores que pretendieron ver la cara de descerebrados a los chiapanecos.
Inicialmente, en Comitán, trabajadores de salud realizaron un plantón por meses, sin que las autoridades resolvieran de fondo el conflicto; le siguió Palenque y ahí bajo amenazas y represión, los trabajadores desistieron y regresaron a laborar sin más respuesta que sanciones de por medio. En Tuxtla Gutiérrez, -la capital-, enfermeras y otros trabajadores del mismo sistema, pertenecientes al Instituto de Salud del estado, -ajenos a la plantilla laboral de la federación-, emprendieron las mismas acciones, fundamentalmente inconformes por la falta de pago y además descuentos de nómina de prestaciones de FOVIIISTE, del SAR y -lo más grave- descuentos por pagos de créditos, pero que las empresas acreedoras empezaron a realizar acciones legales contra los trabajadores por esos créditos contraídos y supuestamente ya les habían descontado, sin embargo, el gobierno como parte patronal no había realizado las liquidaciones correspondientes.
De la gravedad de ese contexto, también algunos trabajadores empezaron a ser acosados penalmente por el incumplimiento de pago de pensiones alimenticias, mientras que en su nómina aparecían los descuentos por ese concepto, en realidad el Instituto de Salud o vía Secretaría de Hacienda no los había realizado a las cuentas abiertas ante los juzgados de lo familiar o el Tribunal Superior de Justicia. Persistía el adeudo a trabajadores de contrato desde 2015.
Tras casi tres meses de iniciado la movilización de protestas en las inmediaciones del Hospital Rafael Pascasio Gamboa, cinco enfermeras decidieron ir a huelga de hambre; al final fueron nueve las que lograron mover consciencias e intereses de otros sectores, incluido una parte de las tribus del magisterio, cobijados con las siglas de la CNTE, una vez que arreciera su participación desde San Lázaro el diputado federal por Morena, Guillermo Rafael Santiago Rodríguez, quién desde el Congreso de la Unión sacudió la insensibilidad del gobierno de Manuel Velasco Coello, pese a la defensa oficiosa que hizo su homólogo Emilio Salazar, que con la sarta de mentiras que pretendió sostener desde su curul, de estar interviniendo para encontrar respuesta a la demanda social de las huelguistas, quedó en ridículo con la firma del acuerdo de las partes en el palacio de gobierno estatal, prevaleciendo así la razón al legislador de Morena.
El secretario de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda recibió la orden de atender el conflicto, luego que fuera rebasado el titular de Salud, Francisco Ortega Farrera, a quien pusieron precio a su cabeza: exigieron su renuncia, situación no concedida a los huelguistas. Al final de la resistencia de parte del gobierno, terminó no solo cediendo la respuestas a todas las demás demandas de los movilizadores, sino que se le obligó a pedir una disculpa pública por la sarta de mentiras no solo en torno a la huelga de hambre, sino a que efectivamente no estaban resueltas las demandas y que el gobierno sostuvo desde el año pasado que no había pendientes por lo que a medicamentos refiere y que algunas de las prestaciones laborales no se habían cubierto por falta de dinero. La insistencia ha persistido de todos los sectores: ¿A dónde está el dinero?.
Y es que, también en las redes sociales se dio a conocer que durante los primeros cuatro años del gobierno de Manuel Velasco, se han asignado y presuntamente gastado más de ¡Cuarenta y dos mil millones de pesos! en salud. Persistir que no hay dinero y que por ello fueron enviados a la cárcel proveedores de ese sector, tan solo por cobrar lo que les corresponde, es falacia ahora disculpada públicamente y que tendrá que liquidarse, a fuerza de que esta misma semana pueda desencadenarse una movilización de imparables dimensiones.
El gobierno de Manuel Velasco fue obligado a retroceder en su simulación y engaño ante lo insostenible y por las recomendaciones hechas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, así como la intervención de Amnistía Internacional y porque a fuerza de coyunturas políticas, por su omisión e irresponsabilidad, fortaleció a Morena, a través de la participación del único diputado federal de ese partido que representa a Chiapas y que tuvo el valor de encarar el conflicto con todo y lo que ello representaría, no solo para los bonos del andar político del joven legislador, sino de la simpatía hacia el partido que representa, cuya imagen rebota para engrandecer a Andrés Manuel López Obrador y que en la misma coyuntura, electoralmente fortaleció a ese partido en el estado de México, donde se disputa la cereza del pastel con miras a las elecciones del próximo año y la pretendida retención del poder del grupo Atlacomulco desde Los Pinos.
Si Manuel Velasco tuvo la asesoría de “quedar bien con dios y con el diablo”, sin duda alguna que lo logró. No obstante dudo que haya quien con la avezada perversidad le haya diseñado el plan, para que pueda cobrarle en el futuro inmediato la factura al Peje, sacudiéndose el compromiso con Peña Nieto, que éste en realidad se ha alimentado de los recursos que le corresponden a los chiapanecos y hoy en día están siendo utilizados en la campaña electoral a favor del PRI en el estado de México.
Por lo pronto, los compromisos contraídos por Gómez Aranda, a nombre del gobierno del estado, tienen fecha de caducidad y deberá ser este 20 de abril, este jueves cuando deba empezar a cumplir, que de lo contrario, se prevé no solo la caída del secretario de Salud, sino la movilización de la CNTE, que tienen pretexto suficiente para el cambio de dirigencia seccional y de paso, los ensayos para el cambio de la sección 50 del sindicato de Salud, que le viene como anillo al dedo a Víctor Hugo Zavaleta Ruiz, que a pesar de los decires, fue el negociador estrella de esa movilización. Como heroínas de esa lucha, pasan a la historia: Emma Escobar López.- Tania Asunción Ventura Paredes.- Sandra Lidia Arellano.- Nely Ivón Castillo Escobar.- María Cielo Gramajo Cundapí.- Jesús Espinosa de los Santos.- María Isidra Orozco Sánchez.- Verónica Zenteno Pérez y Gabriela Mayanin López Cruz, las enfermeras que expusieron su salud, por la salud de todos. De este grupo saldrá la nueva dirigente de la sección 50, sin duda alguna.
De ese compromiso firmado en documento, no se descarta el plan con maña, de haber puesto como fecha límite 18 meses para cumplir… ¿Sabe usted cuando termina el gobierno de Manuel Velasco Coello?… haga cuentas…. Ahí está pues… ¡YA!