DE FACTO

12 Mayo 2017

Miguel Angel Culebro Acevedo

Sismo en Los Pinos, por Edomex.

“Palabra de Mujer”… ahí se ven.

Es real; no sólo es insistencia en las redes sociales el hecho de destacar el sismo que ha sacudido a la casa presidencial, que desde Los Pinos monitorean cada minuto el comportamiento electoral en este trance de campañas que los aspirantes a la gubernatura mexiquense llevan a cabo y centrando sus reales en la zona más densamente poblada y por consecuencia, la que tiene el mayor número de votantes: el Valle de México, donde la guerra sucia no ha permeado como lo diseñan los desesperados operadores del PRD y del PRI. Las encuestas surgen al por mayor, porque los que las pagan ya no creen ni en su sombra. La sorpresa, que ya no sorprende mucho, es que la candidata de Morena, con la sombra de ALMO, ha repuntado como en el hipódromo: “caballo que alcanza, gana”.

Alrededor de Alfredo del Mazo III se enquistó el poder. Enrique Peña Nieto envió a la artillería pesada y tanquetas para abrir fuego contra el adversario ya no tan débil: Andrés Manuel López Obrador, a quien sin que alguien pueda negarlo, sí le han causado algunos rasguños, pese a que los medios tampoco han hecho propuestas para atacar, salvo recibir las instrucciones plagadas de dinero para transmitir al público lo que les ordenan. No han atinado y sí, han levantado extraordinariamente la campaña de Delfina Gómez, a quien para consuelo de sus adversarios, desde el PRI, que es lo mismo que Los Pinos o Eruviel Avila, repiten “un empate técnico” y no la avasalladora cuenta de “gana con un gran margen y con muchos puntos”.

El poder imperialista del tricolor parece que está llegando a su fin y no habrá electores que lo rescaten, por muy estratégico que se haya planeado con su programa “ochenta-veinte”, cuyo modelo nada novedoso resultó en Oaxaca, Veracruz y en algún otro estado del país. Ochenta-veinte es la estrategia económica de cómo se utilizarán más de 30 mil millones de pesos para hacer ganar a la fuerza a Alfredo del Mazo III. En este período, a poco más de 20 días de la elección considerada la madre de todas las batallas, toda la estructura presidencial y del gobierno mexiquense, con recurso de los estados “aliados” gastarán el 20 por ciento, mientras que dos días antes de la elección –que se celebrará el 4 de junio próximo- gastarán el ochenta por ciento restante, que representan miles de millones de pesos para la confiscación de credenciales de elector, a cambio de diversas cantidades de dinero, dependiendo del municipio o sección.

El voto más caro de la historia electoral en México será en la elección a gobernador del estado de México. El costo oscila entre dos mil y hasta diez mil pesos por elector. La estrategia, que ya tienen documentada desde las entrañas de Morena, es que dos días antes del 4 de junio, los operadores del tricolor, ofrecerán esas cantidades a los votantes para impedir que acudan a las urnas y hay quienes proponen que se debe ofrecer el dinero, con la condición de votar y entregar su credencial saliendo de la urna, con la boleta sin cruzar y depositar la que les darán previamente para depositarlas en las cajas receptoras.

Toda la parafernalia se la saben al dedillo los adversarios de Morena, lo que no saben es que sus operadores del PRI y gobiernos documentan a Morena. Saben incluso que Juan Zepeda, del PRD, podría declinar en favor de Josefina Vázquez Mota o a la inversa, dependiendo el estira y afloje y las negociaciones, para entorpecer el voto en favor de Delfina Gómez, en los municipios donde el PRD aún gobierna y donde tienen aliados, más que el PAN.

El problema no solo es la elección. Ahora la sacudida mayor se dio en el transcurso de la semana, al confirmar la última encuesta que ni con toda la lana que piensan invertir y ni con la guerra sucia contra ALMO, solo han logrado el efecto bumerang, cuyo golpe de ida y vuelta ponen a disposición lo más descabellado: asesinar a ALMO, -se insiste en las redes sociales-, pero los más sensatos sugieren  mejor negociar con el peje.

En cualquier escenario, seguramente Enrique Peña Nieto ofrecerá todas las cabezas posibles, empezando con los gobernadores de cada entidad donde se ha enquistado la corrupción, para hacer creíble el combate de ese cáncer que ellos mismo propiciaron. Saben que la derrota en el estado de México podría generar que corran ríos de sangre y muerte y por ello le plantean meter a la cárcel a los más posibles. Peña Nieto busca el blindaje para no ser tocado después del 2018.

Pero no meterá las manos por los gobernadores, a quienes ya ofrece paulatinamente como trofeos; estos habrán de buscar la impunidad por otros medios, no fáciles de conseguir si pierde el PRI y demás partidos en el estado de México, que significaría el derrumbe del grupo Atlacomulco y demás secuaces. La suerte de los Duarte, la de Beto Borge y Yarrington, está echada; vienen en cascada los demás gobernadores y seguramente las traiciones a Peña, pues todos querrán salvar el pellejo y ya buscan interlocutores para acercarse al Peje y negociar su impunidad, a cambio de meter a la cárcel a todos sus subordinados. No se salvan ni los que han abusado al extremo en Chiapas, entidad por demás saqueada y cuyo pillaje se luce a plena luz del día y ante la vista de propios y extraños.

Y hablando de este saqueado rincón del sureste mexicano, el gobernador Manuel Velasco Coello puso en marcha el programa “Palabra de Mujer”. Y no crea usted que es el guion de una taranovela, como la de Rosa de Guadalupe; es un programa, según dijo, para “apoyar” a las mujeres y otorgarles CUATRO MIL PESOS de crédito, a 10 mil mujeres de los 122 municipios, es decir, entre cincuenta y 150 mujeres por cada lugar, para que con el monto total de 40 millones de pesos, que anunció este día de la madre, pueden emprender un negocio y se auto empleen.

Claro que Manuel Velasco ha de estar pensando que las mujeres que no saben cocinar aprendan y vendan en la puerta de la casa donde viven, -que la mayoría no es propia- chicharrines o demás fritangas, acompañado de su espumante pozol. Otras más, quizá deban vender baratijas chinas contaminadas y lo peor, que otras se lo tengan que entregar al esposo, para que tome su sagrado trago, porque con esa cantidad, por supuesto que no les alcanzará para rentar un local, pagar depósito y renta adelantada y mucho menos para comprar la mercancía que venderían; ni soñando podrían comprar una parrilla con su respectivo tanque de gas y una licuadora y lo demás… pensar en otro negocio, ni soñarlo… ¡Ah, Manolo tan ingenuo!, le echa más leña al fuego… ahí está pues… ¡YA!