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¿De qué trabaja un modelo «vivo»?

Entrevista realizada por Verónica Wiñazki, retomado de: Yahoo Noticias

BUENOS AIRES, ARGENTINA, 02 de Marzo de 2014.- Vanessa Castañón es actriz y trabaja como modelo vivo hace 8 años. Se desnuda y posa, inmóvil, frente a un artista o un grupo de estudiantes de dibujo. Antes era camarera, pero un día se cansó de la rutina y largó todo. «Sabía perfectamente que no quería otro trabajo de ocho horas. Lo que yo quería era invertir mi tiempo en arte, o trabajar con artistas. Y el trabajo como modelo vivo me permitió eso».

¿Cómo fue la primera vez?

Conocí a una francesa que estudiaba pintura y dibujo y me comentó que había un trabajo, que consistía en posar desnuda frente a la clase. Ahí empecé a investigar de qué se trataba, porque sonaba raro, yo no sabía nada del tema ni de pintura. Al final me decidí y fui muy tímida, era en el teatro San Martín frente a un grupo de ocho o diez personas. Me saqué la ropa y miré un punto fijo, proyecté la mirada hacia arriba, sin mirar a nadie. Me sentí cómoda y cuidada, además la gente lo tomaba con mucha naturalidad.

¿Siempre es así?

La verdad es que sí. La gente es siempre muy respetuosa. Y si a mí hay algo que me molesta, si tengo frío o dejan una puerta abierta, lo digo.

¿Cómo es la metodología de trabajo?

Casi siempre el artista o el profesor tienen alguna propuesta de pose. Si no, yo misma propongo. También siempre llevo propuestas de peinados, vestuario, y le pongo un estado según la pose o color de las telas. A veces me pongo dos estados combinados narrando algo, por ejemplo una chica tirada en el sofá ‘melancólicamente pensativa’ o sentada en una silla ‘alegremente poderosa’. Estos ítems me los invento en el momento para provocar algo en el artista, ¡porque lo importante es provocar!

¿Cuánto tiempo duran las sesiones?

Aprendí a trabajar hasta 45 minutos. Mi cuerpo, a esta altura de la profesión, ya dice basta. Si es parada, sin ningún sostén, aguanto muy poco tiempo porque me agarran mareos. Me acuerdo cuando recién arrancaba que una vez llegué a mi casa y me puse desnuda frente al espejo con alguna pose para ver cuánto aguantaba. Entonces me ponía música y me fijaba cuánto tiempo podía estar así, porque a veces cinco minutos pueden parecer una eternidad.

¿Tuviste que desterrar algún complejo con tu cuerpo?

Los complejos siempre están, pero me dí cuenta que nunca voy a ser una modelo de 90-60-90. Siempre me cuido, pero me doy mis gustos. Ya lo admití y asumí mi estilo de cuerpo. ¡Es una cuestión de actitud!

¿Un cuerpo real juega a favor en este trabajo?

Totalmente, las curvas y tener un poco de panza juegan a favor a la hora de trabajar. Tengo caderas anchas, muchos rulos y soy un poco colorada; a los artistas les llama mucho la atención mi imagen. A veces me comparan con las mujeres que pintaba el artista Egon Schiele. http://es.wikipedia.org/wiki/Egon_Schiele

VANESSA CASTAÑON MODELO VIVO 03

Algunos la pintan, también, sin ropa

¿Cómo controlás el pudor?

Me ayudó mucho el mundo del teatro. Desde los 18 años que estudio actuación, y esto de la mirada proyectada hacia el techo o el piso me ayudó mucho. Cuando me ponen una luz, me siento arriba de un escenario y eso creo que me juega a favor.

¿Pero alguna vez te sentiste incómoda o tuviste vergüenza?

Nunca tuve vergüenza al posar, es una cuestión de actitud. Siempre lo comparo con el teatro, porque existe un compromiso y respeto al momento de posar; existe una luz artificial, una tarima o un rincón seleccionado o pensado: se arma una pequeña escenografía en donde yo me siento un personaje.

¿Podés vivir de tu trabajo?

Bueno, genero plata por todos lados, pero es una chagna que me ayuda bastante. En general a los modelos nos contratan por un mes o para un trabajo específico. La hora cuesta alrededor de 100 pesos. Por lo general son tres horas de trabajo por día, tres poses de 45 minutos. Cuando empecé aceptaba más de un trabajo por día, pero ahora ya no, porque tengo otras actividades.

Estoy acostumbrada a esta forma de ingresos económicos, no fijos.

¿Cómo reaccionan los demás cuando decís a qué te dedicás?

Uf, eso es tremendo. A veces no conviene decirlo porque empiezan a preguntarte cosas como ‘¿Pero desnuda, desnuda?’ Algunos me preguntan si no me da vergüenza y a veces es medio molesto. Así que no lo digo mucho.

¿Alguna vez te tentaste de risa?

Sí, claro, a veces me tiento. El grupo de pintores es un grupo de personas muy particular. Me divierto y a veces participo de la charla. Y si me tiento se me mueven la panza, los pechos, pero bueno, yo soy así, soy risueña.

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