Zedryk Raziel/Animal Político
CIUDAD DE MEXICO, 27 de mayo de 2020./Zedryk Raziel/Animal Político.- Las unidades compradoras del gobierno no han seguido un criterio uniforme en la adquisición de insumos, como ventiladores, para afrontar la pandemia de COVID-19.
Esta descoordinación ha propiciado, incluso, que el IMSS compre modelos de ventiladores respiratorios no aprobados por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) de la Secretaría de Salud, autoridad rectora de la política sanitaria para atender la emergencia.
En otros casos, los proveedores venden los mismos modelos de aparatos a precios diferentes a las delegaciones estatales del IMSS, debido a que éstas no se coordinan ni se comparten información de sus procesos de adjudicación.
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Esta desorganización también ha permitido que, por ejemplo, una delegación acceda a comprar un modelo de ventilador que había sido rechazado por otra debido deficiencias técnicas de los equipos.
Animal Político revisó cada uno de los procesos de adquisición de estos insumos médicos desde abril para conocer los criterios empleados por las unidades compradoras del IMSS.
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El 9 de abril, el Insabi emitió una evaluación documental a diversas marcas y modelos de ventiladores mecánicos, realizada por un grupo de ingenieros biomédicos.
La institución, a cargo de algunas importaciones de estos aparatos desde el extranjero, aprobó al menos 22 modelos que cumplieron con las especificaciones técnicas necesarias para atender a pacientes graves con COVID-19, y definió otros 7 modelos que, si bien no tienen las características requeridas, resultan suficientes en casos de extrema urgencia.
Otros 12 modelos de ventiladores fueron definitivamente descartados por no cumplir el mínimo requerido técnico y clínico.
El área de comunicación social del IMSS informó que el estudio de ventiladores hecho por la Secretaría de Salud se toma en cuenta como “parámetro” en las adquisiciones, pero que las unidades compradoras evalúan y toman decisiones con base en características establecidas por la Coordinación de Planeación e Infraestructura Médica.
Uno de los modelos reprobados por Salud, de la marca Eternity, fabricada en China, fue comprado por la delegación del IMSS en San Luis Potosí el pasado 4 de mayo mediante una adjudicación directa.
En el proceso AA-050GYR023-E100-2020, dicha unidad compradora adquirió 20 aparatos a un precio total de 20 millones 300 mil pesos, IVA incluido, del proveedor Industrias Sandoval S.A. de C.V.
Esta empresa, que es la distribuidora en México de dicho ventilador, también pretendió vender otras 165 piezas a las delegaciones del IMSS en Quintana Roo, Yucatán y Veracruz-Norte en tres distintos procesos de adjudicación (AA-050GYR008-E116-2020, AA-050GYR011-E104-2020 y AA-050GYR014-E264-2020).
No obstante, dichas unidades compradoras sí rechazaron el producto porque, además de sus deficiencias técnicas, ese modelo de ventilador no cuenta con registro sanitario expedido por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), de acuerdo con las actas de los procedimientos de compra.
Existen otros dos ejemplos de un modelo de ventilador rechazado por diversas delegaciones del IMSS y que terminó siendo comprado por alguna de ellas.
Es el caso del aparato Ventilamex, fabricado por la empresa mexicana Investigación y Desarrollo en Equipo Médico S.A. de C.V. (IDEM).
Dicho producto fue ofertado en 11 procedimientos de compra del IMSS por las empresas Viasis S.A. de C.V., Industria Electrónica Médica S.A. de C.V., Multiequipos y Medicamentos S.A. de C.V., Comercial de Especialidades Médicas S.A. de C.V., Innovaciones Hospitalarias S.A. de C.V. y Soluciones Integrales Biomédicas S.A. de C.V.
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En ocho procedimientos fue rechazado, principalmente, por no contar con registro sanitario y por presentar deficiencias técnicas importantes, como su limitada capacidad para operar con una batería autónoma, de acuerdo con las actas disponibles en Compranet.
Sin embargo, tres proveedores —Viasis, Industria Electrónica Médica y Multiequipos y Medicamentos— sí lograron colocar este modelo de ventilador en las delegaciones del IMSS en Morelos, Quintana Roo y Baja California, respectivamente.
En la compra S18/AD/132/2020, la delegación Morelos del IMSS compró a Viasis 40 unidades Ventilamex por un monto de 33 millones 561 mil 272 pesos; la delegación en Quintana Roo adquirió 30 equipos a Industria Electrónica Médica por 22 millones 800 mil pesos en la adjudicación AA-050GYR008-E122-2020, y la delegación del IMSS-BC compró 25 unidades a Multiequipos y Medicamentos por 19 millones 935 mil 344 pesos en el proceso AA-050GYR030-E180-2020.
Incluso, aunque se trataba del mismo equipo, los proveedores lo vendieron a precios disímiles: Viasis ofertó un precio unitario de 839 mil pesos sin IVA; Industria Electrónica Médica, de 760 mil pesos, y Multiequipos y Medicamentos, de 797 mil pesos.
Otro caso de ventilador cuestionado es el modelo Stephan EVE, fabricado en Alemania, que fue ofertado en seis procedimientos de adjudicación.
La principal distribuidora de este equipo en México es Comercial de Especialidades Médicas S.A. de C.V., aunque también intentaron venderlo Viasis S.A. de C.V. y Dicipa S.A. de C.V.
Cuatro unidades compradoras del IMSS (las delegaciones Michoacán y CDMX-Sur, y los hospitales de alta especialidad de Jalisco y Coahuila) rechazaron el aparato porque, entre otras deficiencias técnicas, no garantiza los diversos modos de ventilación controlada por presión, volumen y frecuencia, necesarios para el tratamiento de pacientes que requieran el soporte ventilatorio por periodos largos y controlados.
La delegación del IMSS en Guanajuato había rechazado inicialmente la oferta de Comercial de Especialidades Médicas en el procedimiento AA-050GYR027-E153-2020, que se falló el 23 de abril, precisamente, porque el ventilador Stephan, lo mismo que otros modelos ofertados por más participantes, no cumplía con los requerimientos técnicos, por lo que la adjudicación fue declarada desierta.
Sin embargo, en un nuevo proceso fallado el 27 de abril, el AA-050GYR027-E162-2020, la misma unidad compradora cambió de parecer y decidió comprarle al proveedor 40 ejemplares de dicho modelo por un monto de 33 millones 58 mil 200 pesos.
También existen casos de ventiladores que han sido recomendados por el Insabi y que algunas delegaciones del IMSS han decidido rechazar.
En su oficio de evaluación, la institución recomendó la adquisición del modelo Bellavista 1000, fabricado por la empresa suiza IMT Medical.
La Unidad Médica de Alta Especialidad No. 71 del IMSS en Coahuila compró 60 unidades de ese modelo a Absten Diagnostik S.A. de C.V. por un monto de 62 millones 880 mil pesos, en la adjudicación AA-050GYR045-E186-2020, del 28 de abril.
El proveedor vendió cada unidad a un precio unitario de 1 millón 048 mil pesos sin IVA.
Sin embargo, otra unidad compradora del IMSS, la Unidad Médica de Alta Especialidad “Ignacio García Téllez” de Jalisco, rechazó una oferta idéntica —del mismo proveedor y con el mismo precio unitario por equipo— con el argumento de que no se ajustaba a su presupuesto, conforme al acta del procedimiento AA-050GYR020-E196-2020 del 20 de mayo.
A su vez, la delegación Michoacán declaró desierta la adjudicación AA-050GYR033-E135-2020, del 6 de mayo, al considerar que ninguno de los aparatos propuestos por los cuatro proveedores que participaron era técnicamente adecuado, entre ellos Absten Diagnostik, que ofreció, justamente, el Bellavista 1000.
En otro caso semejante, la delegación Edomex-Poniente declaró el 15 de mayo desierto el proceso de adjudicación AA-050GYR024-E263-2020, con el argumento de que ninguno de los tres participantes ofreció equipos que cumplieran con las especificaciones técnicas requeridas para axiliar a pacientes graves con COVID-19.
Uno de los proveedores, Rohjan S.A. de C.V., ofertó los ventiladores Hamilton modelos C2 y C6, mismos que fueron incluidos por la Secretaría de Salud en el listado de los aparatos recomendables por ser técnicamente adecuados.
Las delegaciones del IMSS también han mostrado su descoordinación en el hecho de que compran los mismos modelos de ventiladores a diferentes precios.
El principal ejemplo es el del equipo más comprado por el gobierno federal.
Se trata del ventilador “Medica D”, fabricado por la empresa Medica D S.A. de C.V. y del que el IMSS y el ISSSTE han adquirido 187 ejemplares.
Así, por ejemplo, el propio fabricante vendió 32 equipos a la delegación IMSS-Sinaloa a un precio unitario de 1 millón 050 mil pesos sin IVA; otras 30 unidades a la delegación Puebla por 951 mil pesos cada uno, y 60 unidades al ISSSTE por 980 mil pesos.
Otra empresa, Minaric S.A. de C.V. —perteneciente al mismo grupo empresarial que Medica D—, vendió 50 ejemplares del mismo ventilador a las delegaciones Sonora y Nayarit a un precio unitario de 1 millón 096 mil pesos.
A ese mismo precio, otra compañía, Servicio y Soporte Biomédico S.A. de C.V., vendió 15 ventiladores marca Medica D a la delegación IMSS-Colima.