+ El anticuerpo anticonceptivo inmoviliza al esperma antes de que entre al moco vaginal y podría marcar el fin de los tratamientos hormonales.
Andrea Fischer./Muy Interesante
CIUDAD DE MEXICO, 18 de agosto de 2021./Andrea Fischer./Muy Interesante.- Aumento de peso, dolor de cabeza, acné, cambios bruscos en el estado de ánimo. Todos estos efectos secundarios podrían anularse por completo a partir de un método anticonceptivo basado en anticuerpos. En lugar de inhibir la acción desde el punto de vista hormonal, un equipo de científicos de Oxford propuso detener la acción desde el esperma.
Atrapar espermatozoides
En lugar de alterar el ciclo hormonal natural de las mujeres, la propuesta de desarrollar un anticuerpo anticonceptivo se enfoca en la acción del esperma. Para evitar que entre al moco vaginal, se propuso que estos organismos se unan y atrapen a las células reproductivas masculinas.
Hasta el momento, el método fue probado en ovejas. Los resultados fueron aplastantes: con un 99.99 % de efectividad, los científicos están seguros que puede implementarse de manera exitosa también en seres humanos. Al inmovilizar a los espermatozoides, es estadísticamente imposible que se produzca un embarazo.
“Aunque se necesitan pruebas en humanos, estos [anticuerpos] pueden ofrecer a las mujeres otra alternativa a la anticoncepción hormonal“, explica el ingeniero de proteínas e inmunólogo Bhawana Shrestha. De esta manera, se ralentiza la acción de los espermas, y su efecto en el útero es nulo.
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Detener el problema de raíz
En promedio, en una eyaculación común alrededor de 200 millones de espermas son lanzados al exterior. De estos, sólo docenas llegan al óvulo. Estos son suficientes para fertilizar a una célula reproductiva femenina. Sin embargo, si se inhibe esta acción de raíz, inmovilizando el nado de los espermas, la acción anticonceptiva viene más fácilmente.
A diferencia de las pastillas, este anticuerpo anticonceptivo no genera efectos colaterales nefastos. Las migrañas, baja en la líbido y aumento de peso no figuran en la acción de este método, ya que no actúa sobre las hormonas, sino sobre las células que producen el embarazo.
“Existe una clara necesidad de ensayos clínicos a gran escala sobre formas nuevas y existentes de control de la natalidad“, escriben Bethan Swift y Christian Becker para The Conversation. A pesar de ello, la inversión para la investigación científica anticonceptiva es baja. Más aún si está enfocada en métodos para los hombres. Aún así, este nuevo tratamiento promete comercializarse pronto, y ser una alternativa menos agresiva para las parejas que desean ser responsables con su sexualidad.
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