MEICO, D.F., 08 de Agosto de 2013.- La creación de un instituto nacional electoral que se encargue de todos esos procesos y sustituya a los órganos estatales es factible, pero como afecta la soberanía de los estados, es difícil que éstos lo acepten, advirtió Alejandro Luna Ramos.
El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) explicó que desde el punto de vista jurídico, con las reformas constitucionales y legales necesarias para ello, sería factible la creación de un único órgano nacional electoral, como se prevé en el Pacto por México, y lo promueven partidos de oposición.
Luna Ramos hizo notar que en el caso de los órganos electorales, la creación de ese instituto que sustituya al IFE y a los órganos electorales de los estados, en el ámbito de la justicia electoral se reflejaría sobre todo en el nombramiento de sus integrantes.
“El trabajo jurisdiccional básicamente sería el mismo, pero los nombramientos de los magistrados, en lugar de ser hechos por los congresos, serían designados por el Senado entre los candidatos propuestos por el Poder Judicial federal; esa sería la principal diferencia”, apuntó.
Sin embargo, insistió en que una reforma de esta naturaleza afectaría el federalismo y la soberanía de los estados, razón por la cual se ve difícil que se acepte sin más en las entidades del país.
Por otro lado, el magistrado presidente del TEPJF, en entrevista realizada previamente a una charla ante estudiantes de la Universidad Panamericana, reiteró que está en marcha el cumplimiento de la sentencia del tribunal que ordenó a la Cámara de Diputados elegir al consejero faltante del IFE.
Sin mencionar plazos o límites, externó su confianza en que al final las instituciones en general, y la Cámara de Diputados en particular, cumplirán con la sentencia del máximo tribunal electoral del país.
Cuando se le hizo notar que los propios partidos han manifestado que será hasta octubre cuando los diputados elijan a los consejeros del IFE, tanto el faltante por la renuncia de Sergio García Ramírez, como los otros cuatro que terminan entonces su periodo, descartó que el tribunal pueda nombrar a alguno.
Recalcó que sólo en “último extremo” los magistrados del tribunal podrían sustituirse a su vez, en los diputados, para nombrar a un consejero, e insistió en que los diputados cumplirán.
Durante la charla con los estudiantes universitarios, Luna Ramos explicó las diferencias entre el marco legal que rigió las elecciones de 2006 y las de 2012.
Recordó que legalmente, en 2006 no era posible efectuar un recuento voto por voto y casilla por casilla, además de que formalmente nadie lo solicitó, y tampoco existían los fundamentos jurídicos para declarar inválida o nula una elección presidencial.
Para 2012, en cambio, el tribunal tenía más elementos jurídicos tanto para recontar los votos como para invalidar o nulificar los comicios presidenciales, pero las impugnaciones que se hicieron fueron vagas, infundadas y genéricas, así que no fue necesario llegar a esos extremos, agregó.