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Disminuir dependencia alimentaria en 50 por ciento para el 2018, meta de la CNC

+ Pide no aflojar el paso en la Reforma Profunda del Campo

+ Entre sus compromisos, bajar importaciones de trigo, arroz, sorgo, oleaginosas y leche

MÉXICO D. F., 15 de Junio de 2014.- La Confederación Nacional Campesina aseguró hoy que en el sector rural existe el convencimiento de que la política para el campo debe ser de largo plazo; es decir, institucionalizarse para poder proyectar su desarrollo en un horizonte de más de tres décadas.

El senador Gerardo Sánchez García, presidente de la CNC, pidió en este sentido “no aflojar el paso” en torno a los trabajos para lograr la Reforma profunda del Campo a más tardar en septiembre próximo y sostuvo que entre los compromisos cenecistas en materia de seguridad alimentaria destacan mantener la autosuficiencia en maíz y frijol para consumo humano, así como lograr la suficiencia en trigo en un plazo no mayor a los 4 años.

En arroz, destacó, disminuir en 70 por ciento las importaciones en 6 años. En sorgo, reducir las compras del extranjero en 30 por ciento y en oleaginosas en 25 por ciento en 7 años.

Para ello, dijo, se deben fortalecer los programas de apoyo a cultivos sensibles ante la globalización a fin de incrementar su participación en el abasto nacional del 58 por ciento al 75 por ciento, como lo establece la recomendación de la FAO, disminuyendo así a la mitad la dependencia agroalimentaria del exterior, fortaleciendo la soberanía alimentaria equilibrada en el 2018 y un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) sectorial del 3 por ciento anual.

De esta forma, indicó, otro de los compromisos de la CNC son reducir en 30 por ciento la importación de leche en seis años; seguir produciendo 1 por ciento más de carne por arriba de la población y en lo que corresponde al huevo abastecer el mercado nacional.

Entre los ejes articuladores para lograrlo, el senador del estado de Guanajuato mencionó el establecimiento de políticas públicas de mediano plazo integradas en una Ley de Seguridad y Competitividad Agroalimentaria para fortalecer la certidumbre y acabar con el clientelismo.

         Porque, indicó, conforme a las metas que establece el Plan Nacional de Desarrollo, la Reforma Profunda del Campo deberá de lograr un campo incluyente en el que disminuya la inequidad y marginación, se fortalezca el desarrollo humano y el acceso efectivo de los servicio; un agro próspero para abatir la dependencia agroalimentaria y mejore la productividad y la competitividad; junto con un gobierno eficaz que opere en el sector agropecuario con eficacia, probidad y transparencia.

En síntesis, concluyó, un campo que demanda una Reforma Profunda para la revaloración de su función, el reconocimiento de su contribución económica, social, cultural, ambiental y política que pugna por una nueva relación, justa y equitativa, entre la sociedad urbana y rural, que permita alcanzar un equilibrio entre el Estado y el mercado.

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