+ Donald Trump firma la orden para la construcción del muro en la frontera de Estados Unidos con México
+ El muro empieza en meses: Donald Trump
+ Y México lo va a pagar, de una manera u otra: Casa Blanca
+ Trump firma orden para construir muro fronterizo
+ El muro de Trump abre una era hostil con México
Yahoo Noticias. Enero 25, 2017
WASHINGTON, D. C., 25 de Enero de 2017.- El presidente de EEUU, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para la construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos, mismo que México “pagará de una u otra forma”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
Más temprano, Donald Trump aseguró a la cadena ABC que en cuestión de meses comience la construcción de un muro y que los planes para levantarlo ya están en marcha, según extractos de una entrevista.
Trump dijo al canal de televisión que si bien los contribuyentes estadounidenses tendrán que financiar inicialmente el muro, al final México tendrá que pagar por él. Las negociaciones para el reembolso comenzarán “relativamente pronto”, agregó.
Sean Spicer, el secretario de prensa de la Casa Blanca informó en conferencia que la construcción del muro para asegurar la frontera y evitar que entren migrantes ilegales y drogas “es algo de sentido común”.
El funcionario dijo que con el muro el Departamento de Seguridad Nacional tendrá herramientas para detener la inmigración ilegal “los estadounidenses son quienes deciden quién puede o no entrar a este país”.
Spicer también dijo que el gobierno federal dejará de dar recursos a las Ciudades Santuario que apoyan a los migrantes no presentándolos ante las autoridades.
“Se van a hacer cumplir las leyes”, dijo Spicer.
El paquete de medidas también deberá imponer severas restricciones al programa de aceptación de refugiados, tal como lo había prometido durante la campaña electoral.
El nuevo mandatario había llegado a proponer la suspensión total de la llegada de refugiados musulmanes al país.
En esta jornada, Trump deberá anunciar restricciones migratorias y acceso a Estados Unidos a personas con visas de Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
Con esto, Trump cumple una de sus principales promesas de campaña, la de hacer más estrictas las políticas migratorias de Estados Unidos, lo que incluye reforzar la seguridad de la frontera con México frenando la migración con la construcción del muro.
Trump también dijo que sería México quien pagaría por su construcción, primero será financiado con recursos de EU a través de un proyecto de ley de gastos aprobados por el Congreso; dinero que devolverá México después.
Desde el anuncio de Trump, el gobierno mexicano ha afirmado que no pagará por el muro. El canciller Luis Videgaray dijo en días pasados que por “dignidad” México nunca daría dinero para el muro.
Este martes el secretario de Economía, Idelfonso Guajardo – quien se encuentra junto con Videgaray en Washington para sostener reuniones integrantes del gobierno de Trump – dijo que México marcará un límite: que se respeta la soberanía.
“Hay clarísimas líneas rojas que se tienen que pintar desde el principio”, expresó.
Una de ellas, mencionó, es que de ninguna manera México pagará la construcción del muro, y tampoco aceptará que Trump frene las remesas que envían trabajadores mexicanos, o que se busque imponerles algún impuesto.
(Con información de Animal Político y AFP)
DONALD TRUMP FIRMA LA ORDEN PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL MURO EN LA FRONTERA DE ESTADOS UNIDOS CON MÉXICO
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WASHINGTON, D. C., 25 de Enero de 2017./BCB Mundo.-«Construye el muro», «construye el muro», «construye el muro».
Ese era el grito con el que los seguidores de Donald Trump respaldaron la promesa electoral de levantar una barrera infranqueable en la frontera con México. Una promesa con la que el nuevo mandatario estadounidense acaba de cumplir.
En su tercer día de trabajo en la Casa Blanca, el presidente firmó una orden ejecutiva para autorizar la construcción del muro fronterizo con México, una de sus principales y más polémicas promesas de campaña.
La adopción de la medida fue anticipada por el propio Trump en un mensaje que publicó en su cuenta de Twitter el martes en la noche. «Planeamos un gran día para mañana en temas seguridad nacional. Entre otras cosas, ¡vamos a construir el muro!», escribió.
El costo del muro
La frontera entre Estados Unidos y México tiene unos 3.000 km de extensión, a lo largo de la cual ya hay unos 1.050 kilómetros de muros y vallas construidos separando a ambos países.
Trump ha prometido que será México el que pague el costo de la obra, algo que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha negado reiteradamente.
Se prevé que una delegación de alto nivel del gobierno de México se reúna esta semana con funcionarios estadounidense para preparar una reunión entre Trump y Peña Nieto pautada para el 31 de enero y en cuya agenda se espera que tengan preeminencia los temas de comercio, inmigración y seguridad.
Funcionarios de la Oficina de Transparencia del Gobierno, un órgano del Congreso encargado de supervisar el uso de fondos públicos por parte del Ejecutivo, calcularon que construir una barrera de una sola capa costaría unos US$6,5 millones por cada 1,6 kilómetros de extensión.
Según estimaciones de la congresista demócrata Nancy Pelosi, la construcción de todo el muro podría llegar a costar unos US$14.000 millones. En tiempos recientes, Trump indicó que Estados Unidos comenzará a construir el muro y luego le cobrará a México.
Sin embargo, incluso siendo así, el mandatario necesitará que el Congreso apruebe los fondos para hacer la obra. «Todo se nos reembolsará en una fecha posterior con cualquier transacción que hagamos con México. Sólo le digo que habrá un pago, que sucederá de alguna forma, quizás una forma complicada», dijo Trump en una entrevista con la cadena ABC, la primera que concede desde que llegó a la Casa Blanca, emitida este miércoles.
El mandatario aseguró que la planificación de la obra se iniciará de inmediato y que las obras empezarán en unos meses.
Ciudades santuario
Junto a la decisión que autoriza la construcción del muro en la frontera con México, Trump firmó una orden ejecutiva destinada a combatir la inmigración ilegal en Estados Unidos.
Este nueva normativa apunta a reducir el envío de fondos federales a las llamadas «ciudades santuario», que son aquellas urbes en las que las autoridades locales han optado por no destinar sus recursos a perseguir a las personas en función de su estatus migratorio.
En estas ciudades, se incluyen lugares como San Francisco, Los Ángeles, Nueva York o Chicago, las autoridades locales no atienden las solicitudes de la Agencia de Inmigración y Aduanas para la persecución de los inmigrantes sin papeles.
«Los ciudadanos estadounidenses ya no van a tener que ser forzados a subsidiar el irrespeto de nuestras leyes», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, al referirse a esta medida.
EL MURO EMPIEZA EN MESES: DONALD TRUMP
+ Y México lo va a pagar, de una manera u otra: Casa Blanca
+ Trump firma orden para construir muro fronterizo
Redacción/Sin Embargo
WASHINGTON, D. C., 25 de Enero de 2017,/Redacción/Sin Embargo.- El muro fronterizo empezará a construirse en “meses” y México lo pagará en un cien por ciento, dijo hoy el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una entrevista con ABC News. Este mismo día, Casa Blanca informó este día que el Gobierno de Donald Trump va a tomar represalias en contra de las ciudades “santuario” que protejan a los migrantes y advirtió que todos los estados de Estados Unidos devolverán a sus países a los inmigrantes que cometieron delitos y la agencias federales van a aplicar la ley para que los indocumentados no regresen.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró hoy que la construcción del muro en la frontera con México comenzará “en meses” y que su planificación ocurrirá “de inmediato”.
“Tan pronto como podamos, tan pronto como podamos hacerlo físicamente”, afirmó Trump al ser preguntado por la construcción del muro en su primera entrevista como presidente en la cadena ABC.
“Yo diría que en meses, sí. Yo diría que en meses, ciertamente la planificación va a comenzar de inmediato”, subrayó el mandatario.
El recién investido Presidente insistió en que “en última instancia” el coste del muro será “reembolsado por México” y ese pago será del “cien por cien” del coste de la construcción.
Trump confirmó que el Gobierno federal adelantará el dinero necesario para iniciar la construcción, pero luego los mexicanos se encargarán de devolverlo.
“Todo se nos reembolsará en una fecha posterior con cualquier transacción que hagamos con México. Sólo le digo que habrá un pago, que sucederá de alguna forma, quizás una forma complicada, lo que estoy haciendo es bueno para Estados Unidos, también va a ser bueno para México. Un México muy estable y muy sólido”, afirmó.
Preguntado por la negativa del Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a pagar la factura del muro, Trump respondió que el mandatario no puede decir otra cosa.
“Él tiene que decir eso, tiene que decir eso”, justificó el magnate neoyorquino.
EL MURO DE TRUMP ABRE UNA ERA HOSTIL CON MÉXICO
Jan Martínez Ahrens/EL PAÍS
Donald Trump cumple sus promesas. A los cinco días de jurar el cargo, el presidente de Estados Unidos ha firmado la orden ejecutiva para construir un muro con México. La decisión abre una inmensa fisura entre ambos países. Aunque ya exista una divisoria física de casi 1.100 kilómetros, la medida marca el inicio de una era hostil. Un tiempo donde la estabilidad y años de buena vecindad importan poco, y que, de momento, tiene un claro perdedor: México.
La construcción va mucho más allá de un intento de frenar un problema migratorio. Este apenas existe. Desde hace años el saldo migratorio es negativo y ya salen más mexicanos de Estados Unidos que los que entran (140.000 más solo en 2014). Pero da igual. El muro no es una obra física, es un símbolo.
Como buen constructor, Trump sabe que la política necesita del cemento. Tiene que verse y tocarse. El muro sirve a este fin. Y no viene solo. Le acompañan el fin del Tratado de Libre Comercio, las previsibles deportaciones de inmigrantes y la amenaza fiscal para aquellas empresas que busquen abaratar costes en México. Todo ello da visibilidad a su nacionalismo proteccionista. El credo que le ha llevado a ganar las elecciones con el voto de las masas blancas empobrecidas.
El muro no responde a una decisión impulsiva, sino estratégica. Con ella, Trump abre el interrogante sobre las relaciones futuras. Todo está en cuestión. Para México es la peor de las pesadillas. La entrada en el Tratado de Libre Comercio impulsó su economía e hizo pasar las exportaciones a Estados Unidos de 3.800 millones de dólares en 1994 a 20.000 millones en la actualidad. Pero supuso mucho más. Implicó la entrada del país en un área donde se sentía proyectada y con un porvenir. La divisoria, en un momento en que ya no hay apenas presión migratoria, echa por tierra esa esperanza. Los peores fantasmas del pasado emergen otra vez.
México nunca ha olvidado la anexión territorial del 1846 ni la ocupación estadounidense de Veracruz de 1914. Con el America First, el peor de los rostros de Washington vuelve a vislumbrarse en el horizonte. “Tenemos que tomar consciencia plena de la magnitud del problema. Con Trump, nos enfrentamos a un cambio de paradigma. El que había se ha roto, y hay que buscar uno nuevo. Esto puede terminar en una guerra en todos los sentidos, salvo el militar”, ha dicho el historiador Enrique Krauze.
Pero el golpe de Trump no se mide solo en lo estratégico. En el corto plazo, supone una bomba para Enrique Peña Nieto y arruina su reunión con el presidente estadounidense prevista para el martes próximo. Al igual que hiciera a finales de agosto, en su visita relámpago, el republicano ha humillado públicamente a su vecino. En aquella cita lo hizo a las pocas horas de haber estrechado la mano de Peña Nieto. En un multitudinario mitin en Phoenix (Arizona), cuando en Los Pinos se pensaba que la batalla estaba ganada, el magnate remachó: “México pagará el muro. Al 100%. Todavía no lo saben, pero pagarán por el muro”.
Ahora el golpe ha sido a priori. Antes de su reunión, ha puesto la pólvora bajo los pies de Peña Nieto. Le ha dejado inerme ante una opinión pública cada vez más enfurecida y ha empequeñecido cualquier avance que pueda obtener de la negociación. Si el presidente mexicano persiste en su visita, le espera el peor de los escenarios posibles. Uno en el que hasta Canadá se ha dado de bajo del Tratado de Libre Comercio y donde su campo de maniobra es mínimo y sometido a las intemperancias del magnate.
Bajo esta presión, las apelaciones de Peña Nieto a negociar sin “sumisión ni confrontación” no parecen suficientes. En su último año de mandato pleno y con su valoración tocando mínimos históricos, el presidente mexicano ha entrado de la mano de Trump en zona oscura. La economía ha iniciado un periodo de fuerte inestabilidad, con pérdida de inversión extranjera, aumento de la inflación y depreciación del peso. Y en el terreno político, la presión del estadounidense, según indican las encuestas, está beneficiando al gran rival de PRI, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador. Cualquier movimiento de Trump, por mucho que lo quieran evitar el Gobierno de Peña Nieto, es política interna mexicana. Y de momento, está cumpliendo con las peores expectativas. Una era de inestabilidad.