+ Encontró que el óxido de zinc remueve mayor cantidad de ácido sulfhídrico
TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 09 de Mayo de 2016./Laura Matus.– Luego de más de dos años de analizar la capacidad de absorción de diversos materiales, Karla Zambrano, maestra en Materiales y Sistemas Energéticos Renovables por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) encontró que el óxido de zinc reduce hasta un 40 por ciento del ácido sulfhídrico que contiene el biogás.
Con esta investigación sustentó el examen profesional para obtener el grado de Maestra en Materiales y Sistemas Energéticos Renovables, programa educativo que ofrece la UNICACH.
En Chiapas se produce biogás, a partir de la fermentación de materia orgánica (estiércol), éste es usado para combustión y en la cogeneración de electricidad y calor, y al final se obtiene un biofertilizante de alta calidad. En el 2008 se generaron en la entidad 1.2 peta joules, esta cantidad se incrementó un 60 por ciento para el 2013.
El biogás contiene ácido sulfhídrico, un gas altamente tóxico y corrosivo que daña el equipo de transformación y transportación, y durante la combustión produce dióxido de azufre un precursor de la lluvia ácida, lo que genera problemas de salud, ambientales y económicos, explicó Zambrano.
Por lo anterior dedicó más de dos años a estudiar en el laboratorio la capacidad del óxido de zinc, cobre y aluminio, de atrapar las moléculas del ácido sulfhídrico para removerlas del biogás.
Como resultado obtuvo que el óxido de zinc remueve del biogás el 40 por ciento del ácido sulfhídrico, también conocido como gas de sulfuro de hidrógeno, es incoloro, y que como todos los compuestos de azufre posee el clásico olor a huevo podrido. Debido a su olor, se refiere a menudo como «gas de alcantarilla» y «hedor húmedo.»
Zambrano indicó que espera continuar trabajando en el desarrollo de esta investigación, en lo que concierne a análisis de campo y el diseño de un sistema de purificación de biogás que permita a las personas disponer de un biocombustible seguro y limpio.