TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 13 de Noviembre de 2016.- Desde 1992, para fortalecer las prácticas a favor del desarrollo integral y el desarrollo humano en comunidades rurales e indígenas, el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) a través del Programa de Educación Inicial, ofrece un espacio socioeducativo de calidad a las familias de las niñas y niños menores de 4 años de edad. El Modelo de Educación Inicial del CONAFE concibe la participación comunitaria como un proceso educativo y de organización que fomenta el interés de la comunidad por el bienestar infantil, respetando sus derechos, costumbres, identidad social y cultural.
Raúl Bonifaz, Delegado Federal del CONAFE en Chiapas, expresó en una plática con jóvenes de la propia institución de Caravanas para el Desarrollo, que dé acuerdo con el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (2010), la infancia temprana o primera infancia es el periodo de la vida que comprende desde el nacimiento y hasta que el niño ingresa a la educación básica escolarizada.
La Educación Inicial es un derecho que todos los niños deben recibir, independientemente de su condición; para el CONAFE, y el gobierno de Chiapas representa una oportunidad para que madres, padres, cuidadores y demás miembros de una comunidad, enriquezcan sus prácticas de crianza y promuevan una cultura a favor de la primera infancia. Los servicios educativos apoyan el crecimiento del niño, necesarios para su sobrevivencia, su desarrollo y aprendizaje, que incluyen la salud, el cuidado, la higiene y su desarrollo cognitivo, social, físico y emocional, desde el nacimiento hasta su ingreso a preescolar.
Para que este desarrollo integral de los niños sea posible, se requiere impactar en los adultos encargados de su cuidado y educación, ellos fungen como agentes educativos y son los responsables de desarrollar prácticas de crianza favorables en la primera infancia y a lo largo de su vida y, en esta actividad quienes asisten a las comunidades marginadas indígenas y rurales para promover la educación inicial de las niñas y niños son las “promotoras educativas”, voluntarias de la localidad, que en algunos casos se trata de un padre o madre de familia comprometido, con un alto sentido de servicio, solidaridad y con gran disposición para la práctica educativa con infantes y adultos, sin distinción de género, cultura, credo o afiliación política. Su trabajo es atender a niños, madres, padres y cuidadores que habitan en diversos contextos culturales en zonas de pobreza, aislamiento y alto rezago social en Chiapas.
Dice Raúl Bonifaz, “las promotoras no imponen estilos de crianza, sino que promueven espacios para desarrollar conocimientos en forma grupal y de acuerdo con necesidades e intereses específicos. El o la Promotora Educativa se encargan de realizar un diagnóstico, planear, desarrollar y evaluar las sesiones de educación inicial, con base a las prácticas de crianza de los adultos y el desarrollo de los niños”.
De esta manera se pretende que desde pequeños, logren establecer relaciones fundadas en la confianza y el afecto, para que en su vida presente y futura puedan expresarse mejor y utilizar el lenguaje como herramienta para pensar, autorregularse, investigar y actuar en su vida diaria.
Concluye Bonifaz expresando que en Chiapas hay un compromiso solidario y de colaboración entre el CONAFE y el gobierno del Estado al través de la Secretaria de Educación, que cuenta para realizar esta importante tarea con las direcciones de Apoyo a las Acciones Compensatorias y la de Educación Elemental, dependencias responsables de dar cumplimiento al programa de Educación Inicial del gobierno de la República; estás dos direcciones con los enlaces del CONAFE operan en la entidad la organización de toda la cadena educativa.
Debido a la importancia del desarrollo infantil a temprana edad, diversas organizaciones como la UNESCO y la UNICEF, han apoyado y defendido el trabajo que realiza el CONAFE a través de las promotoras educativas de Chiapas, al impartir y reorientar las buenas prácticas de crianza.