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CIUDAD DE MEXICO, 10 de marzo de 2019./dineroenimagen.com.- Los créditos gota a gota pueden alcanzar hasta 100 millones de pesos en ganancias semanales. Se ofrece a gente común que tiene algún tipo de necesidad, pero también a pequeñas empresas que al final pueden ser amenazados por no saldar ese crédito. Foto: Pixabay
Los créditos gota a gota pueden alcanzar hasta 100 millones de pesos en ganancias semanales. Se ofrece a gente común que tiene algún tipo de necesidad, pero también a pequeñas empresas que al final pueden ser amenazados por no saldar ese crédito, de acuerdo con Diego Paillés, director general de La Tasa, línea de negocio de Resuelve tu Deuda.
”La gente a veces se entrampa en eso de planear, porque no define primero para qué quiere el crédito; tampoco se pregunta si la solución es otro crédito, y también debe responderse si lo puede repagar, si es que puede hacer frente a las comisiones”
Al margen de instituciones financieras en el mercado formal, opera “un cuate que te va a prestar dinero, no porque sabe que tienes capacidad de pagarlo, sino porque sabe que puede ejercer sobre ti una presión de que lo vas a conseguir por donde sea. Por eso te lo está prestando, pero no necesariamente es una señal realista de que lo puedes pagar”, dijo.
Se llama «gota a gota” porque esta modalidad de préstamo va dejando a la gente sin dinero, con créditos de entre dos mil y 60 mil pesos en menos de dos horas, sin fiadores ni garantías y con pequeñas cuotas de intereses de hasta 20 por ciento, y los afectados no interponen denuncias porque el préstamo se hace de palabra.
Las deudas se vuelven como un «derecho de piso», porque los intereses moratorios son excesivos, y el que organiza ese tipo de préstamos se considera como delincuencia organizada.
Si el deudor llega a retrasarse en alguna de las cuotas, se debe pagar interés sobre interés, monto que dependerá de lo que exija el «prestamista», quien sólo pide una credencial de elector, y estas cuotas posteriormente serán usadas para sacar préstamos más grandes, generalmente para comprar vehículos y otros artículos.
Cifras del Gobierno de la Ciudad de México refieren que desde 2015 opera en el país un sistema de préstamos exprés surgido hace una década en Medellín, Colombia, el cual no pide fiador ni garantía, con atractivos montos de hasta 60 mil pesos disponibles en un plazo de dos horas.
Extendido en la Ciudad de México, sobre todo en la zona centro, en este tipo de préstamos, los delincuentes utilizan motocicletas para hacer las visitas a las víctimas.
Antes empleaban libretas para llevar el registro de los deudores; sin embargo, al ser una prueba en su contra en caso de una detención, optaron por mecanismos como las aplicaciones electrónicas, que de acuerdo con las autoridades se usan para tener el control de los deudores con pagos semanales y sus direcciones.
Para el directivo de la reparadora de crédito, bancarizar es una opción, toda vez que el problema de los pequeños negocios que son los más afectados con esta situación, es que la mayoría son informales, por lo que no tienen manera de comprobar su giro, su operación y lo que genera.
En ese sentido, recomendó, por un lado, tratar de formalizar, dar de alta el negocio, tener una cuenta bancaria, y en caso de que eso fuera algo más complejo a corto plazo, siempre ayuda la parte de: «Oye, tú como persona, haz todo el proceso de bancarización y quizá no consigas un crédito como tal para tu negocio, pero sí que lo uses para ti. Yo vería esas dos avenidas».
“Ayuda mucho empezar a abrir una cuenta de ahorro. No de inicio solicitar un crédito porque caes en esta dinámica de no tengo historial, entonces no me dan un crédito, pero si no lo tengo, entonces no tengo historial”, apuntó.
Así se crea un historial de forma indirecta con las instituciones, en las que de manera recurrente se hacen depósitos en una cuenta y poco a poco se puede acceder a una tarjeta de crédito o a algún crédito personal, aunque primero debe crearse una cuenta de ahorro, y paulatinamente entrar a ese círculo virtuoso con más opciones de productos.
Se debe pensar en una solución integral al problema cuando de crédito se trata, en el que hay que preguntarse: “¿Qué estoy buscando con este crédito? muchas veces la realidad es que quiero este crédito para sacar un clavo con otro clavo, tengo otra deuda y lo único que hago es cambiarla de mano”.
Si se está haciendo eso, entonces no se logra una solución integral, sino una bola de nieve, porque con los intereses y con todos los problemas que puede generar, sobre todo con los negocios informales, puede crecer más el problema en vez de solucionarlo, dijo.
Diego Paillés manifestó que es importante hacer un análisis y entender cuál es la situación. Ante ello, el directivo sugirió bancarizarse y generar una relación con una institución formal a través de una cuenta de ahorro; formalizarse, ya que cuando se está al frente de un negocio y se le quiere impulsar, adquirir un crédito puede ser una solución para financiar el proyecto.
A estos consejos se suman administrar mejor los recursos y pedir un préstamo en una institución autorizada, y si se pide dinero para cubrir las deudas, mejor buscar una solución definitiva.
Expuso que en ocasiones las personas caen en los préstamos exprés debido a la presión que tienen por cubrir sus créditos. “Lamentablemente, una solución rápida no corrige los hábitos que los llevaron ahí y sólo posterga el compromiso. Las personas que están en mora y desean salir de la situación cuentan con el respaldo de reparadoras como Resuelve tu Deuda», argumentó.