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Historia de Luis Fernando Lozano • Animal Político
CIUDAD DE MEXICO, 24 de julio de 2024./ Luis Fernando Lozano • Animal Político.- La meta del presidente Andrés Manuel López Obrador para su último mes de gobierno era contar con una mayoría calificada en el Congreso y así impulsar su plan C de 18 reformas constitucionales, incluidos cambios al Instituto Nacional Electoral y al Poder Judicial, sin necesidad de negociar con la oposición. Y todo apunta a que estará muy cerca de lograrlo.
Ello porque tras las elecciones de junio pasado, su partido Morena y sus aliados, el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista, se perfilan a tener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, y en el Senado sólo requerirían sumar algunos votos de otras bancadas.
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La Constitución que nos rige actualmente tiene más de un siglo de antigüedad, se promulgó en 1917 y hasta marzo de 2024 sumaba 257 modificaciones.
A continuación te explicamos cómo es el proceso legislativo con que se hacen reformas a la también llamada Carta Magna:
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La clave es tener mayoría calificada
El artículo 135 de la Constitución regula cómo se realizan las reformas constitucionales y establece de manera general los requisitos para su aprobación.
El primer paso es lograr el aval en las comisiones de la cámara de origen, es decir, en la que se presenta la iniciativa inicialmente, que puede ser tanto la Cámara de Diputados federal como el Senado.
La comisión se encarga de elaborar un dictamen, que es un documento en el que sus integrantes de forma colegiada dan una opinión técnica calificada sobre la propuesta de reforma. Incluso pueden combinar ideas o propuestas de iniciativas presentadas por distintas fuerzas políticas, sobre un mismo tema, para finalmente arrojar un documento que sea sometido a votación.
El martes 23 de julio se dio a conocer que a partir del 1 de agosto comenzarán a dictaminarse las distintas iniciativas del ‘plan C’ en la comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados.
En dicha instancia, Morena y sus aliados cuentan con 21 de los 40 integrantes en la actual Legislatura, suficiente para aprobar un dictamen, ya que sólo se requiere de mayoría absoluta, la mitad más uno de los integrantes.
De ellos, 15 son de Morena, 3 del PT y 3 del Verde. Mientras que 9 son del PAN, 6 del PRI y uno del PRD, 2 de Movimiento Ciudadano y una sin partido, Susana Prieto, quien se separó del grupo parlamentario guinda.
Tras aprobarse en comisiones, el dictamen se envía a la Mesa Directiva para su votación en el pleno, donde para que avance una iniciativa se requiere mayoría calificada, es decir, de dos terceras partes de los legisladores presentes en la votación.
Aunque esta cifra puede variar de acuerdo con la cantidad de legisladores asistentes a la sesión, para la totalidad de los integrantes de la Cámara de Diputados se requiere de un mínimo de 334 votos. En el caso del Senado, se necesitará de al menos 85 votos de los 128 senadores para alcanzar la mayoría calificada.
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De ahí la insistencia del Gobierno de López Obrador de llamar a los órganos electorales y partidos de oposición a respetar la mayoría calificada que podrían alcanzar a partir de los resultados del pasado 2 de junio.
Una vez aprobada en la cámara de origen, la minuta con el proyecto de decreto de la reforma tiene que pasar por el mismo proceso en comisiones y pleno en la cámara revisora. Pero esta no es todavía la última instancia para su aprobación.
Congresos de los estados deben aprobar la reforma constitucional
En caso de que la iniciativa de reforma constitucional se apruebe en ambas cámaras del Congreso de la Unión, el siguiente paso es recibir el respaldo de al menos la mitad más uno de los congresos locales, es decir, de 17 de los 32.
Cada congreso local tiene sus propias reglas para definir si se avala o no la reforma constitucional y no hay una cantidad de votos definida para que se apruebe. Por ejemplo, en estados como Baja California o Oaxaca se requiere de la mayoría calificada para aprobar reformas a la Constitución nacional; mientras que en la CDMX basta con la mayoría absoluta, es decir, 50% más uno de los legisladores.
Conforme se vote la reforma en las legislaturas locales, estas informan a alguna de las cámaras federales si se aprueba o no.
Una vez que se alcance el respaldo de los 17 congresos estatales, las cámaras del Congreso de la Unión emitirán las respectivas declaratorias de reforma constitucional y enviarán la minuta al Ejecutivo para su publicación.
Tras las elecciones de 2024, Morena y sus aliados tendrán la mayoría de legisladores en 25 de los 32 congresos estatales, lo que les abrirá el paso para cumplir con el último requisito para materializar las reformas constitucionales que deseen.
¿Se puede heredar una iniciativa de reforma constitucional de una Legislatura a otra?
Tras darse a conocer la convocatoria para comenzar a dictaminar las reformas constitucionales a partir del 1 de agosto, el líder del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, afirmó que los trabajos para la reforma judicial comenzarán después del 8 de agosto, cuando terminan los Diálogos Nacionales para la Reforma al Poder Judicial.
“Seguramente, las reformas que sí se dictaminarán entre el 1 y 12 de agosto serán las concernientes a la materia de Bienestar. Mientras que en materia judicial y electoral serán discutidas, en su caso, después del 15 de agosto”, dijo en un mensaje en su cuenta de X.
En caso de aprobarse en la comisión de la actual Legislatura, los dictámenes de las iniciativas de reformas podrán llevarse directamente ante el pleno de la nueva Legislatura, que asume funciones el 1 de septiembre próximo y en el que se prevé que los partidos oficialistas tengan mayoría calificada.
Esto es posible, pues de acuerdo con el Reglamento de la Cámara de Diputados, los dictámenes aprobados en comisiones pueden seguir su trámite en la siguiente legislatura desde el punto en que quedaron; en este caso, listas para votarse en el pleno.