- En la UNACH, destacan la trayectoria del poeta
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas, 19 de agosto de 2018./Comunicado 321/2018.- Una noche de gran significado para la cultura de Chiapas, se vivió durante la realización de la sesión solemne de ingreso del poeta Óscar Oliva, como Miembro Correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, teniendo como sede de este acto el Centro de Convenciones “Dr. Manuel Velasco Suárez”, de la Universidad Autónoma de Chiapas.
Durante esta ceremonia en la que se encontraban presentes integrantes del mundo de la cultura en el estado, Óscar Oliva, a través de un escrito denominado Poesía de la Perseverancia, agradeció esta alta distinción por parte de los miembros de la Academia, que lo eligió durante el pleno realizado el mes de febrero del presente año.
Al hacer una pequeña síntesis de su andar por el mundo de la poesía, expresó que la perseverancia en la escritura, es más que una disciplina o un capricho; es una actitud vital para tratar de que un texto reproduzca una realidad con un profundo aliento interno y crezca creando su propia realidad.
Ante su familia, quienes atestiguaron este momento, aseveró que busca que su poesía esté marcada por la velocidad de los acontecimientos planetarios, que exploren el conflicto entre razón y pasión; “después de todo, con lo que me quedo de mi trabajo poético, es con una vocación de búsqueda, con la vocación de un oficio singular como el que ejercen los poetas perseverantes a los que pertenezco”.
Al dirigirse a los presentes en este espacio de la Máxima Casa de Estudios del estado, el escritor chiapaneco hizo hincapié en que la poesía es conocimiento continuo, como la ciencia o la filosofía, porque siempre está construyendo e interpretando.
“Desde el observatorio de una ventana íntima, he querido que mi poesía no sea un conjunto compacto, acotado; he querido que sea abierta, hasta el máximo de sus posibilidades, para comenzar de nuevo todos los días; para entrenarme en el ejercicio de la antigua poesía”, puntualizó.
Ante el bibliotecario de la Academia Mexicana de la Lengua, Adolfo Castañón Morán, matizó que a la poesía hay que abrirla con los lenguajes de la ciencia y las nuevas tecnologías, y de las otras artes no literarias, para así fortalecer y engrandecer nuestro idioma.
En este marco, el director de la Academia Mexicana de la Lengua, Jaime Labastida, refirió que la poesía de Óscar Oliva es casi épica; no se dan en ella ni los poemas de amor, ni las confesiones personales; es dura y áspera.
En presencia del director General del Consejo para las Culturas y las Artes de Chiapas, Juan Carlos Cal y Mayor Franco, indicó que desde 1960 el autor no ha cesado de escribir una poesía amplia, llena de imágenes, pródiga en versos deslumbrantes, en los que ya latía su amor y pasión por los pueblos amerindios de Chiapas; expresando en verso los temas de los pueblos originarios de su estado.
Luego de imponer las insignias de la academia al homenajeado, precisó que “Óscar Oliva es un gran poeta que ha pasado por diferentes etapas en su desarrollo, ésta es una de las causas por las que ingresa en nuestra Academia; la otra es que los correspondientes deben realizar un trabajo específico: aportar voces propias de su región, en este caso diré que Chiapas posee un habla especial, Chiapas se distingue por un léxico propio”.
Durante su participación, el rector de la UNACH, Carlos Eugenio Ruiz Hernández, señaló que este ingreso es un acto que los chiapanecos entienden como un reconocimiento a la obra poética y literaria de Óscar Oliva, el cual ha recorrido un camino de manera incansable, desarrollando su obra poética con todos los acontecimientos sociales de Chiapas, de México y el mundo.
“Una poesía con una fuerza única, que nos hace participar de una realidad a veces violenta, pero también entrañable de humanidad”, puntualizó.
Óscar Oliva se suma a un selecto grupo de chiapanecos distinguidos miembros de esta Academia, cómo lo fueron Manuel Larraínzar, Emilio Rabasa, Alberto Marín Barreiro, Enoch Cancino Casahonda y Eraclio Zepeda Ramos.
Su obra poética ha sido traducida al inglés, italiano, ruso y francés, siendo publicadas en revistas especializadas y antologías; además diversos ensayistas y poetas han escrito sobre ella.
También ha sido objeto de diversos reconocimientos como el Premio Nacional de Poesía, Aguascalientes 1971; Premio Chiapas, Rosario Castellanos 1990; Medalla Rosario Castellanos 2012 y el Premio Internacional de Poesía Ramón López Velarde 2015.