Roberto Grao */Foro Independiente de Opinión**
ZARAGOZA, España, 19 de Agosto de 2015.- Simplificando mucho, puede afirmarse que existen dos grandes sistemas económicos: el comunista y el capitalista, ambos con diversos y numerosos matices, dada la complejidad de la conducta humana.
También puede decirse que el capitalismo como la democracia, es el menos malo de los dos, porque sabe crear riqueza y el otro el comunismo, obsesionado por la distribución y la igualdad, se muestra incapaz de hacerlo, porque al atribuir al Estado en exclusiva la creación de riqueza, sin ninguna flexibilidad, odia y anula la libertad de empresa de iniciativa privada y reduce al mínimo el derecho a la propiedad privada, llegando incluso a avasallarlo y anularlo. En el caso del comunismo, todo lo tiene que planificar y hacer el Estado, convirtiendo así a los hombres en meros instrumentos de trabajo para la gloria del sistema, gloria efímera e irreal, bien es verdad.
El capitalismo se caracteriza por tres principios fundamentales: la supremacía del capital sobre el trabajo, el respeto a la propiedad privada, y la libertad de empresa y de mercado, principios del todo necesarios para crear riqueza, artículos, productos y servicios para el consumo humano.
Ahora bien, el capitalismo también tiene sus defectos muchas veces muy graves, dependiendo del modo como se organice, desarrolle y sea controlado por parte del Estado moderno que, indudablemente tiene una función importante en la creación de riqueza y de su distribución.
El Estado debe intervenir en la economía, respetando la libertad de mercado y la iniciativa privada, pero a la vez, impidiendo que la supremacía atribuida al capital se convierta en abuso sobre el trabajo, estableciendo leyes adecuadas para la defensa de los más débiles, es decir, el trabajador y el consumidor, y exigiendo su cumplimiento.
Si así no lo hace y se pliega a los intereses del gran capital –léase grandes empresas, grandes financieros y grandes especuladores-, incumple su función reguladora y deja desamparados a los colectivos más débiles de la sociedad, dejándoles inermes sin defensa posible.
Ocurre entonces lo que se ha llamado desde tiempos inmemoriales, como “capitalismo salvaje” que puede ser más o menos salvaje y que campa a sus anchas mediante el abuso y promulgación por el Estado de leyes injustas que castigan a esas capas de ciudadanos más débiles.
En la Unión Europea se vive actualmente en el entorno del capitalismo como sistema de producción de riqueza, de carácter y forma moderada, pero en España y otros países como Portugal, Grecia, etc. lo que se vive es un capitalismo salvaje caracterizado por el elevado desempleo, la deuda pública disparada, el despilfarro institucional, y la corrupción económica generalizada, que hace augurar tiempos nuevos revolucionarios que modifiquen sustancialmente la situación en la que nos hallamos, sobre todo en los países que padecen este capitalismo exacerbado, sin olvidar que también lo sufren, aunque no en la misma medida, otros países integrantes de la UE como Irlanda, Italia y hasta la misma Francia.
Roberto Grao
Foro Independiente de Opinión
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Datos personales:
*Roberto Grao Gracia. DNI: 16 942 843 P.- Profesor Mercantil.
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**El Foro Independiente de Opinión es un grupo de profesionales (licenciados en Química, Medicina, Pedagogía, Ingeniero Agrónomo, Ingeniero de Caminos, Profesor Mercantil, Catedrático universitario, etc.)