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TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas, 05 de Junio de 2014./Eleazar Domínguez Torres.- En la casa marcada con el número 323, de la Calle “Dr. Manuel Velasco Suárez” de la Colonia El Roble, en esta ciudad capital, surge un grito de angustia y desesperación de la señora Cielo Pinto Burguete, quien de manera reiterada ha solicitado una y otra vez la intervención de las autoridades de protección civil, toda vez que su casa está a punto de colapsarse.
Con impotencia y lágrimas en los ojos, confiesa que su avanzada edad podría ser uno de los motivos suficientes para que las autoridades “me tomen de loca”, y que a lo mejor quieran o traten de intervenir cuando el río Santa Ana, cuyo cause pasa en su propiedad, ya lo haya arrasado todo.
En un recorrido realizado por este reportero a su domicilio a invitación expresa Pinto Burguete nos introdujo a su propiedad, para llevarnos hasta el cauce del río que pasa por su propiedad, y como si fuera poco lo que ya vive, a la entrada de su casa una empresa constructora que le trabaja al ayuntamiento capitalino dejo tirada una obra desde hace tres meses, lo cual debido a sus dimensiones y profundidad ha generado un estancamiento de agua fértil para la incubación de zancudos y el riesgo latente de que algún automovilista y peatón caigan ahí.
Lentamente nos fuimos introduciendo a la zona arbolada y boscosa para corroborar como la falta de mantenimiento por parte de las autoridades municipales y particularmente las de protección civil, poco o nada hacen mientras enormes socavones que ya tienen agrietada la estructura de su casa también han colapsado parte del muro de contención que administraciones pasadas construyeron sobre este cause, el cual ha generado no solo el hundimiento de enormes extensiones de tierra sino el colapso mediano o total de especies maderables, las cuales unas han caído completamente al río y otras más se sostienen apenas con unas cuantas raíces.
Pinto Burguete, quien se identifica como conservacionista y una amante por naturaleza del ecosistema y el medio ambiente heredado de su progenitor, consideró que no es posible que mientras las autoridades se están dando golpes de pecho por la celebración del “Día Mundial del Medio Ambiente”, en esta parte de la colonia el Roble, el habitad de las especies haya sido modificado por la negligencia de las autoridades municipales.
Al tiempo que denuncio que hasta empresas de agua embotellada han tomado para sí la zona como favorable para tirar sus desechos plásticos, entre los que destacan taparroscas y cintas ya rotas de sellos de garantía, las cuales junto con material pet de compañías refresqueras mantienen enormes acumulaciones de basura sobre el cauce del río el cual puede favorecer inundaciones.
Por lo que urgió a las instancias competentes para que busquen la manera de rescatar árboles gigantescos que se sostienen apenas con unas cuantas raíces, mientras otros yacen en el lecho del río generando una represa natural, la cual pudiera ser de grandes consecuencias tanto para su propiedad como para las especies que con su oxigeno nos dan vida, finalizó.