17 Junio 2016
Pascual Cruz Galdámez
MORENA al gobierno de Chiapas…
El partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), cuenta en estos momentos con una estructura política que podría ganar la gubernatura de Chiapas en las próximas elecciones; en otras entidades también quizá pero aquí en la entidad, funcional y organizacionalmente se encuentra mejor posicionado por el trabajo realizado de sus militantes y simpatizantes, quienes han tejido fino, como coloquialmente se dice; aunado a los demás factores sociales que ocurren, como el conflicto magisterial y la desgracia económica por la que muchos sectores de la población están atravesando consecuencia de una pésima planeación y saqueo indiscriminado de los recursos públicos, amén de la marcada ingobernabilidad de la cual ya está harta la sociedad, factores que en mucho benefician al partido de Andrés Manuel López Obrador.
Resaltamos que el mérito en el crecimiento y fortalecimiento de Morena se debe al trabajo incansable de AMLO y muchos otros que han sudado sangre con la camiseta de este partido y de su fidelidad al tabasqueño, pues sus representantes populares al interior del Congreso local en Chiapas no han demostrado otra cosa más que sumisión y ya no digamos ignorancia en los temas legislativos, o sea les quedó demasiado grande el espacio, al grado de que sobre la diputada Raquel Sánchez Galicia pesa una solicitud de expulsión ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, quien determinará lo procedente después de que el pleno del consejo estatal lo llevó ante esta instancia nacional ante la denuncia de uno de los consejeros, pues la diputada se la ha pasado más coqueteando con el gobierno avalando y votando a favor todo lo que le envían violentando con ello los principios de MORENA.
Si hoy fueran las elecciones, MORENA se llevaría de calle a cualquier otro partido, claro, sin las marrullerías que representan el PRI y sus posibles aliados. Además del marcado desencanto que existe de la sociedad para con el partido en el poder, y de eso da cuenta hasta demás la vox pópuli.
El único detalle es que no tiene, hasta el momento, un candidato interno que los represente y seguramente para el 2018 tampoco contará con la figura de alguien que contundentemente les ofrezca abanderar decorosamente a ese partido por lo que casi casi, de manera insoslayable, nos atrevemos a señalar que quien represente a MORENA para el 2018 tendrá que ser un candidato externo, cuyo capital político, sumado a la fortaleza de dicha estructura que ardua y celosamente ha construido El Peje, sin duda los llevará a sentarse en la silla principal de palacio de gobierno.
El caso arriba mencionado tendría que ser una situación similar al del pasado reciente, cuando Pablo Salazar Mendiguchía buscó conservar el poder de los partidos y las fuerzas que lo llevaron a él a ocupar la gubernatura, cuya estructura política en el estado era fuerte, pero que su candidato, su hermano, su lacayo y fiel escudero, que le garantizaba lealtad y fidelidad, o sea, Rubén Velásquez López, no levantó nunca, muy a pesar de tener el aval y visto bueno dentro de las filas perredistas y otros partidos a nivel local y nacional, pero que para su mala fortuna, de Pablo y sus aliados, “don Rubén”, como le gustaba que le llamaran al bautizado por el periodista Pepe Figueroa (QEPD) como el “fraypoblano”, jamás le cuadraron los números en las encuestas y por lo consiguiente Salazar Mendiguchía no se arriesgaría a perder lo ya ganado, aunque a la postre le salió más caro el caldo que las albóndigas, pues su sucesor terminó por mandarlo a la cárcel.
Efectivamente, Juan José Sabines Guerrero, terminó por ser el ganón y la salida mayormente conveniente de aquella encrucijada, en dónde se contaba con una estructura sólida, pero un mal precandidato en la figura de Rubén Velásquez, por lo que se acudió a la persona del hoy cónsul en Orlando Florida, cuyo nombre arrastraba de su padre y que para la populacha había sido un buen gobernante, don Juan Sabines Gutiérrez, quien hasta después muerto ganó una elección; al menos ese fue el veredicto de los órganos electorales después de un proceso en los tribunales. Claro, y hay que decirlo, factor preponderante fue también las características propias de ambos personajes, Rubén Velásquez y José Juan Sabines; el primero con una personalidad reacia que rayaba en la soberbia y prepotencia, muy por debajo de la figura bonachona y dócil del segundo, que pasado el tiempo, no resultó ser tan dócil como Pablo y compañía llegaron a creer.
Volviendo al tema de MORENA y su candidato para el 2018, que forzosamente deberá ser externo, no hay mucha tela de donde cortar, son contados, dos o tres, quienes podrían garantizar el triunfo, pero eso… eso lo dejaremos para la siguiente entrega… Servidos.