+ Productores de carne de cerdo, enfrentan el mismo problema que la industria del acero
+ Las importaciones a precios de “dumping”, ponen en riesgo de desaparecer a más de 54 mil unidades de producción porcícola
+ Sin tocar el sistema de aranceles del TLCAN, con la presentación de un empaque igual al que exige el mercado de EU, se podrían compensar cinco pesos/kg
MÉXICO, D.F; 13 de Julio de 2015.- El mismo problema de competencia desleal con China que enfrenta la industria mexicana del acero, lo padecen los porcicultores nacionales por las excesivas importaciones de carne en condiciones de desigualdad en las relaciones de intercambio comercial con Estados Unidos, lo que provoca daños económicos por más de 3 mil millones de pesos anuales, denunció el presidente de la Organización de Porcicultores del País, Heriberto Hernández Cárdenas.
Expresó que las compras de carne de cerdo al extranjero, que el año pasado alcanzaron 600 mil toneladas -10.41% más que en 2013 –, ya representan el 40 por ciento de la demanda nacional, y de continuar esta tendencia, para el año 2025, las compras al extranjero serían de un millón 750 mil toneladas, contra un millón 500 mil que sería la producción mexicana en el año de referencia.
Se buscan mecanismos de coordinación para establecer un arancel que ponga fin a la quiebra paulatina de 54 mil unidades de producción de 15 estados del país.
“Es muy importante emprender acciones inmediatas para frenar esas importaciones, y fortalecer la industria porcícola nacional, como podría ser un arancel, de tal forma que los productores nacionales compitan en igualdad de condiciones”.
Aseguró que está comprobada la entrada de carne de cerdo a precios dumping ya que los costos de producción de la carne nacional son de 20 pesos por kilo, aproximadamente, mientras que un kilo de pierna procesada llega a 19 pesos puesta en la frontera norte del país.
“La principal queja se refiere a los precios regularmente más bajos de las importaciones, comparados con los que rigen en la producción nacional, no por diferencias en productividad, sino por otros factores que tienen que ver con hábitos de consumo diferentes en los dos países; es decir, nos venden las piernas del cerdo, que son un subproducto congelado”.
Destacó que “lo que queremos los productores de cerdo en este caso, no es cancelar importaciones, sino que haya equidad en la competencia”.
Heriberto Hernández Cárdenas señaló que la afectación por esta competencia desleal convertida en detrimento de la economía de los pequeños y medianos productores de cerdo, se deriva de que, a través de las tiendas de autoservicio, los transformadores, los obradores importan ese tipo de productos y los ofrecen a los consumidores, pues lo que venden como jamones y otros embutidos, son combinaciones de carne de cerdo y pasta de aves, de manera que ofrecen estos alimentos muy baratos al consumidor.
Dijo que lo que se requiere es una Ley espejo, toda vez que mientras para las exportaciones mexicanas se exigen en empaques de 25 kilogramos hacia Estados Unidos, ellos nos envían ‘combos’ de una tonelada de carne congelada; es decir, nuestros costos son más altos por el empaque de cada caja y esto es una desventaja para el manejo y revisión en la frontera de estos productos.
El dirigente de los porcicultores estimó que debe ponerse un costo extra a esa pierna de cerdo que se importa que pudiera ser entre 5 y 7 pesos por kilogramo.
La propuesta de los productores al Gobierno Federal, consiste en hacer ver que los daños por la importación indiscriminada de carne de cerdo pueden minimizarse si nos ayudan a implantar un precio competitivo respecto de las importaciones, en la misma forma en que se hace ahora la autoridad con el acero chino, poniendo cupos a las importaciones, para no afectar la producción nacional de carne.