Cosme Vázquez/ASICh
TUXTLA GUTIERERZ, Chiapas, 22 de Mayo de 2017./Cosme Vázquez /ASICh.- Las enfermeras de los hospitales de Chiapas aseguran que no se suman a la lucha que llevan a cabo solo cuatro enfermeras del Hospital Rafael Pascacio Gamboa, porque está politizado, toda vez que se trata de una estrategia de negociación de Víctor Hugo Zavaleta Ruiz.
Se trata de presionar, hacerse notar para ocupar la dirigencia de la Sección 50 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de Salud y hasta simulan con llevar a cabo una huelga de hambre, señala Yaneth León Infante, enfermera del Hospital de la Mujer de San Cristóbal de Las Casas.
Desde su punto de vista sus compañeras enfermeras en huelga de hambre se ven bien físicamente y realizan actividades que no podría hacer alguien que verdaderamente no consuma alimentos.
En este contexto, hizo referencia que el 12 de abril, luego de haber estado supuestamente en huelga de hambre durante varios días, en la noche festejeron y hasta bailaron con mariachi. Eso no puede ser, porque una persona con que no coma un día se le baja la glucosa y puede bajarse la presión arterial.
Para las enfermeras que siguen trabajando, la huelga de hambre de sus compañeras es un circo, montado por Zavaleta, quien seguramente algo les ofrece para que lo sigan. Porque Zavaleta ha sido una persona corrupta, desde hace muchos años, subraya.
Entre sus compañeras que trabajan no es creíble la supuesta lucha, sobre todo porque ellas ven que no hay total carencia de medicamentos e insumos. Aunque en el hospital donde ella trabaja no surten tanto como en el Gómez Maza de Tuxtla, pero se suministra conforme a la demanda.
Reconoce que en su caso y sus compañeras a su alrededor, no aparecen como deudores ante entidades como Fovisste y aseguradoras, pero en otros hospitales y centros de salud probablemente. En el hospital de la Mujer de San Cristóbal están trabajando en tiempo y forma, con medicamentos y materiales, puntualizó.
A su vez, acompañada de varias de sus compañeras que se encontraban en turno de trabajo, Claudia Hernández Ballesteros, enfermera de la central de esterilización del hospital Rafael Pascacio Gamboa, sostiene que en un momento cuando se separaron los servicios con el Gómez Maza participaron en un movimiento de cuatro horas en enero de este año, para exigir medicamentos, porque habían quedado desprotegidas, pero con las gestiones realizadas ante el secretario de Salud han venido trabajando con abasto necesario. El movimiento de estos momentos está politizado.
Consideró que en otros tiempos habían estado en condiciones peores de falta de medicamentos, pero han trabajado arduamente, haciendo colectivos de unidosis y evitado el acarreo hormiga, la corrupción de los mismos trabajadores llevándose materiales de curación y medicamentos. Ahora hasta pueden realizar cirugías para colocar válvulas en niños. ASICh