Por Armando Rojas Arévalo
De la desesperación al voto útil que busca Anaya
04 Mayo 2018
ISADORA: En Los Pinos y el PRI se preguntaban angustiados ¿qué hacemos con MEADE y con ANAYA? La respuesta la dio RENÉ JUÁREZ CISNEROS, un priista a la antigua, de los “duros”, al entrar en el relevo de ENRIQUE OCHOA REZA, en su mensaje a quienes como ANAYA promueven la declinación del ex secretario de Hacienda: “Que quede claro, el PRI seguirá apoyando a MEADE”. O sea, no andes promoviendo ni la declinación de MEADE ni el voto útil. Punto.
El relevo de OCHOA REZA es una especie de “No se hagan bolas” de ENRIQUE PEÑA NIETO. El cambio en el comité nacional del PRI se produce “al cuarto para las 12”, en un intento casi desesperado de fortalecer internamente al partido y poner toda la carne en el asador para levantar la campaña del ex secretario de Hacienda que ya hacía agua.
CON ESO DE QUE LA ELECCIÓN “será entre dos”, RICARDO ANAYA busca afanosamente el “voto útil”, sugiriendo pactar con el presidente PEÑA NIETO y el PRI. ¿Sabes qué es eso? Digo, lo del voto útil. Éste, también llamado “voto estratégico”, es una modalidad de decidir el sufragio ciudadano en función del eventual resultado de las elecciones.
En otras palabras, el voto útil es ir con el candidato que no era tu primera opción, pero que en vista de que tu candidato no tiene posibilidades de ganar, votas por otro para que el adversario más fuerte no llegue.
Hay muchas definiciones, pero en buen romance significa que la gente que apoya al tercero, cuarto o quinto lugar le otorgue su voto –a ANAYA, en este caso- para que tenga más fuerza contra el que va en primer sitio, para vencerlo.
Por ejemplo, los que van con MEADE, al ver que éste se encuentra muy abajo decida mejor apoyar al segundo. Claro, ANAYA está pidiendo el voto útil para él.
La tarea del sistema es evitar que llegue aquel que no quieren; por lo tanto, un voto útil en este caso es el que ejerceríamos como un voto ‘en contra de’; usualmente este voto se daría al candidato que tenga mayor probabilidad de vencer a aquel que no queremos que gane.
Para los que dicen “mejor me abstengo” o “destruyo” el voto, hay que decirles que sería completamente inútil el llamado voto nulo, por ejemplo el voto por Goku, Seiya, Bob Esponja, etcétera.
Con objetividad, querida ISADORA, LÓPEZ OBRADOR tiene una base de voto muy duro, que está con él, pero también hay un voto que no está con él y estaría dispuesto a votar por uno o por otro candidato. ANAYA ya está trabajando para que los votos de MEADE sean para él, el problema es qué ofrece al PRI.
El voto útil tiene dos modalidades: El de la “afinidad” es el voto de los ciudadanos que, convencidos de que su candidato no ganará, deciden canalizarlo a un candidato más competitivo que guarde ciertas similitudes. La otra modalidad es por exclusión, la que se reorienta en función del deseo de que un candidato no llegue a ganar. Por ejemplo, los partidarios de ZAVALA le darían el suyo a ANAYA, aunque saben que ambos son enemigos acérrimos, pero lo harían con tal de que no llegue LÓPEZ OBRADOR.
Según una encuesta de Mitofsky de abril pasado, hay 16.1 millones de votos volátiles entre todos los candidatos. Si la final se diera entre ANAYA y LÓPEZ OBRADOR, como será, no hay duda, los 3.9 millones de votos volátiles de los otros tres candidatos ¿adónde se irían? ¿Serían suficientes para que el segundo lugar superara al primero? Según otra encuesta, esta de GEA-ISA de marzo de este año, si la final se diera entre ANAYA y AMLO, este último ganaría en un final de fotografía. Si la competencia definitiva se diera entre MEADE y el tabasqueño éste ganaría por un amplio margen. Es más, en el remoto caso de que la final fuera entre el candidato del PRI y el del PAN, ganaría ANAYA.
JAVIER LOZANO, vocero de MEADE, reveló hace dos días que los operadores de las campañas del PRI y de la candidata independiente MARGARITA ZAVALA, reconocieron que existe una fuerte presión de una parte del sector empresarial para que declinen en favor de RICARDO ANAYA. Existe, dijo, una campaña en el sector empresarial para que MEADE y ZAVALA dejen el camino libre a ANAYA con tal que AMLO no llegue a la Presidencia.
AHORA, ¿QUÉ PASARÍA SI UN CANDIDATO declina por otro? Cuando eso ocurre lo que está haciendo ese candidato es renunciar a la contienda, pero esto no representa legalmente una alianza formal con el partido o coalición por la que se muestra apoyo, pues en la ley, la fecha límite para el registro de coaliciones fue el 14 de diciembre de 2017. Después de ese día, no hay cambios o la posibilidad de ‘añadir’ partidos.
Si no se registra a nadie, o la renuncia se presenta en fecha posterior, en la boleta electoral aparecerá el nombre del candidato que renunció, y los votos obtenidos por el partido o coalición se considerarán como votos nulos.
¿ES LO MISMO AMNISTÍA QUE PERDÓN E INDULTO? Del griego amnestía es un instrumento jurídico del Poder Legislativo, significa “sin memoria” u olvido, y en el caso que nos ocupa por lo dicho por LÓPEZ OBRADOR, no impide que se haga efectiva la responsabilidad jurídica respecto de una conducta que todavía no ha tenido lugar, que constituiría una invitación a violar la ley. Con la amnistía se puede perdonar a personas que fueron forzadas a trabajar con el crimen organizado o a cometer delitos (cultivar y transportar droga son los mayores ejemplos) o perdonar a personas que fueron culpadas injustamente.
El indulto es el acto administrativo por medio del cual –el Presidente, en México- a una persona se le perdona total o parcialmente una pena, o se le conmuta por otra más benigna. La amnistía, en cambio, es una decisión legislativa que abarca a un número indeterminado de personas, extinguiendo la responsabilidad legal de los autores de un delito. De este modo, la amnistía afecta a un grupo de personas, mientras que el indulto se aplica individualmente.
La amnistía, medida recomendada por la ONU para procesos de paz, ha sido clave, como lo dice bien PORFIRIO MUÑOZ LEDO, en las transiciones democráticas. No es novedad en México. Por ejemplo, LUIS ECHEVERRÍA la aplicó para los implicados en el movimiento de 1968, y CARLOS SALINAS DE GORTARI la aplicó para el EZLN. En Colombia se decretó para perdonar a las FARC, y en los Tratados de Esquipulas se hace extensiva a los rebeldes de El Salvador, Honduras y Guatemala para pacificar la región.
¿SERÁ CIERTO QUE GRACO RAMIREZ no tarda en seguir los pasos de AUREOLES, para sumarse a MEADE? ¡Son tan auténticos!