23 Diciembre 2016.
Por Armando Rojas Arévalo
No habrá más aumentos, decían
IMELDA: ¡Cuántas veces en este sexenio nos dijeron que los precios de los combustibles –gas, diésel y gas- y la electricidad no aumentarían, y mira! A partir del primer día de enero que ya toca a la puerta, los precios de los combustibles se liberarán, o sea, se elevarán. Por vía de mientras, hace unas semanas subieron las cuotas en las autopistas, y pronto subirán los pasajes y fletes en los transportes foráneos y urbanos.
Siendo candidato a la Presidencia, ENRIQUE PEÑA NIETO prometió que los precios bajarían. Es más, ya como Presidente de la República, para ser exacto la noche del 12 de agosto de 2013, PEÑA NIETO pronunció un mensaje a la nación en el que defendió la reforma energética presentada al Senado esa mañana, la cual, dijo, permitirá bajar el precio de la luz, el gas y los fertilizantes, además de nuevos empleos.
El entonces secretario de Hacienda, LUIS VIDEGARAY, sostuvo el 8 de enero de 2014 que no habría más aumentos y prometió que los incrementos concluirían en 2015 porque el precio del combustible iría a la par de la inflación. «El Congreso de la Unión decidió para este año -2014- reducir el ritmo de desliz de la gasolina. El año pasado tuvimos incrementos mensuales de 11 centavos, ahora vamos a tener incrementos mensuales de nueve centavos…La buena noticia es que a partir de 2015 terminan estos deslices y la gasolina solamente crecerá lo que crezca la inflación”, le dijo a CARLOS LORET DE MOLA en el noticiero Primero Noticias.
‘DESEO QUE A MÉXICO LE VAYA MUY BIEN EN 2017’, dijo PEÑA NIETO hace tres días, en la XLI sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública donde se reunió con funcionarios de su administración para brindar con motivo de las fiestas decembrinas, en el patio central de Palacio Nacional. Las palabras, dichas en tono formal en el llamado a los servidores a redoblar el esfuerzo, para que «México tenga mejores condiciones y la sociedad goce de mayor bienestar», parecen una burla ante las circunstancias que afrontamos.
¡Qué pasa con este gobierno! ¿Por qué insiste en ofender nuestra inteligencia?, se pregunta uno al ver y sentir en el bolsillo que nos han engañado vilmente. Ya no sé si reir, llorar o lanzar improperios al recordar la frase célebre de PEÑA NIETO, de que ningún presidente se despierta pensando en cómo joder al país.
El Presidente entrará en enero a su penúltimo año de gobierno, con un balance nada halagador ni para él, ni para su partido y mucho menos para México.
MIENTRAS TANTO, muchas cosas se “cocinan” para endurecer el control. No deseo especular, pero temo que la transición, o mejor dicho la sucesión presidencial será nada tersa. Los servicios de inteligencia de este país prevén una escalada mayor de violencia, por la falta de control producto de la ingobernabilidad.
TODO HACE INDICAR QUE EN EL PRÓXIMO PERÍODO DE SESIONES del Congreso, se aprobarán en un solo paquete la legislación para regular la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, la ley reglamentaria del artículo 29 de la Constitución que permitiría declarar el estado de excepción, y el mando policiaco único. Hace dos días, JORGE CARLOS RAMÍREZ MARIN, vicecoordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, advirtió que México no está libre de actos terroristas que hagan necesaria una declaratoria de estado de excepción.
HAY TEMOR DE REVUELTAS, porque la gente está harta. Los mexicanos no están contentos, están desconsolados. Un amigo mío, el doctor HERNÁN LEÓN VELASCO, intelectual, escritor y poeta a la vez, reflexionó el 19 de diciembre en un mensaje enviado al celular: “No tengo país, me lo han robado, sin darme cuenta se lo llevaron todo…Los senadores y diputados en cada sexenio nos lo quitan, no defienden a la patria, no les importa”
COMO PERIODISTA estoy triste. Consigno como lo hacen muchos compañeros, evidencias de corrupción y no pasa nada. Grito, y no pasa nada. Me presto al reclamo social, y no pasa nada. Autismo total. Y con frecuencia me pregunto si ante esto vale la pena arriesgar la integridad.
Este sentimiento lo tienen muchos que ejercemos la libre expresión. Ayer, el experimentado reportero CARLOS FERREYRA CARRASCO escribía en varios foros, con el título de “Los periodistas alarifes”: “Una meditación de Marco Aurelio Carballo, emblemático reportero de Excélsior con Julio Scherer y de Unomásuno desde su creación a iniciativa de Manuel Becerra Acosta, resalta el sentimiento de frustración de los reporteros después de muchos años de labor periodística. En un texto publicado en La Prensa, titulado La guerra es contra los abusivos, el veterano y lamentablemente desaparecido periodista se hace eco de los viejos reporteros cuando a lo largo de los años intuyen, presienten o de plano comprueban que todo esfuerzo fue vano, vivieron consagrados a una profesión cuyo resultado es la posible inutilidad”.
BROZO dijo en los Diálogos Galileos, hace unos días: “esto ya valió madre…esto ya no se está cayendo a pedazos, sino por toneladas”.
SLIM Y TRUMP, o TRUMP Y SLIM pergeñaron el futuro inmediato de México. Parece una idiotez decirlo por obvio, pero eso tiene mucho que ver con la sucesión de 2018. De que SLIM haya fungido como “embajador ante TRUMP” otro que se lo crea. Esa entrevista tiene más mar de fondo. Te lo dejo de tarea.
MARIO VILLANUEVA MADRID, ex gobernador de Quintana Roo, fue liberado hoy de la cárcel de Lexington, Estados Unidos, y deportado a nuestro país. Sus familiares, entre ellos su hijo, el diputado CARLOS MARIO VILLANUEVA TENORIO, solicitarán cárcel domiciliaria por su estado de salud.
EN COAHUILA hay un partido que se hace llamar “Joven”, que va a lanzar en alianza con el PRI a HUMBERTO MOREIRA, como candidato a diputado. ¡Qué descaro!
QUIERO PENSAR EN ESTOS DÍAS DE REFLEXIÓN, que las cosas van a cambiar para bien, o si no qué caminos deben tomarse. Estaré “fuera del aire” hasta los primeros días de enero. Por el momento, lo único que puedo desear a todos mis amigos y lectores es una Navidad en paz y un año nuevo sin incertidumbres.
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