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Es importante atender temas psicoemocionales en la escuela

TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 11 de febrero de 2022.- El acoso escolar, también llamado bullying no es un tema nuevo, ha existido toda la vida, y se refiere a la parte en la que aparentemente el fuerte lastima al débil, pero quien practica el acoso, es un niño o niña que por lo general es golpeado, lastimado, violentado o que ha sufrido abusos de cualquier índole, y que a su vez se desquita con alguien más débil o vulnerable, así lo explicó el pedagogo y psicólogo jesuita Velázquez Calderón.

En las escuelas, dijo, es importante tratar diferentes temas respecto a la niñez, no sólo en lo académico, sino también en lo psicoemocional, porque la escuela no únicamente es un centro de aprendizaje, es un desfogue para las niñas, los niños y jóvenes, pues es donde proyectan lo que les está pasando.

Velázquez Calderón explicó que cuando alguien hace bullying es porque quiere desahogar lo que está sufriendo y lastima porque algo le está pasando, por lo que las y los maestros deben ponerle mucha atención a esos niños o niñas que siempre están molestando en el salón, ya que representan un foco muy importante porque lo que están pidiendo a gritos es atención.

El niño o niña que acosa también requiere atención. Cuando se identifica en la escuela a alquien que hace bullying, Velázquez recomienda primero hablar con esa persona antes que con el padre o la madre, para tratar de conocer a fondo lo que está pasando, porque muchas veces la raíz del problema está en casa, ya que frecuentemente es ahí donde no respetan los derechos ni espacios de la niñez.

La formación de valores dentro de casa es fundamental para enseñarles a los niños a respetar a las personas; se debe, comentó, dar cuenta del ejemplo que se da a las y los hijos, ya que cada acción es un mensaje hacia ellos: qué se hace como adultos y qué permitimos que nos hagan.

Explicó, por ejemplo, que el aprendizaje de generación previa es cuando el niño ve cómo papá lastima a mamá, cómo insulta o el mal comportamiento entre hermanos, ahí es donde empieza a ver como normal los golpes, gritos u ofensas.

También habló del microbullying, uno de los tipos de acoso, que parece que no, pero sí es bullying; puede ser de papá a hijo, de docente a estudiante o entre pares; generalmente es de manera verbal y duele muchas veces más que un golpe, por ejemplo, cuando se les dice a las niñas o niños que no son buenos para algo o cuando se usan apodos o etiquetas ofensivas.

Hizo énfasis también en el ciberbullying, ya que se ha dado no sólo en redes sociales, sino también en los grupos de Whatsapp y de Classroom; por ello invitó a las y los compañeros de clases a estar alerta ante estos casos, porque cuando hay bullying, algunos se vuelven cómplices al quedarse callados.

El bullying y el suicidio en menores de edad van de la mano, sucede porque no tienen a quién acudir, ya sea por ser maltratados o porque son ignorados; quienes intentan suicidarse piden ayuda, pero lo hacen en silencio, no con palabras y en muchos casos el origen es el bullying.

En la escuela hay muchas herramientas para combatir esta problemática social. Lo ideal es como docentes, directores o prefectos ganarse la confianza del alumno; hacer actividades donde se puedan integrar, como la bienvenida diaria en el portón, torneos deportivos, paseos, etcétera.

Explicó que en algunas escuelas se implementa específicamente una estrategia de lectura con temas psicoemocionales, que consiste en leer y platicar sobre alguna historia los primeros 10 minutos de la clase.

Velázquez Calderón, quien también es profesor de Oratoria, escribió el texto “Del pensamiento al hecho: el suicidio”, para motivar a sus estudiantes a expresar sus sentimientos, y al ver el efecto que causó en una niña en particular, organizó un grupo con diferentes colegios y escuelas oficiales a fin de realizar concursos de poesía y oratoria, donde se trabaja con temas psicoemocionales.

Para apoyar al docente en el manejo de este tipo de problemáticas hay instituciones como la Secretaría de Educación, el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia y los ayuntamientos, que dan cursos y llevan obras de teatro; aquí lo importante, dijo, es llegar no sólo a las y los niños, sino involucrar a las madres y los padres, pues de nada sirve tratar de cambiar las cosas si cuando salen de la escuela ven todo lo contrario de lo que se les está enseñando.

En ese sentido, recomendó a las madres y padres de familia tener una relación cercana con sus hijos e hijas, estar al pendiente y dedicarles al menos 15 minutos al día, recordar cuando tenían esa edad y los problemas que creían sin solución, no menospreciar lo que sienten niños o niñas y mucho menos burlarse de la situación, ya que todas y todos quieren ser escuchados y animados.

Finalmente, reflexionó sobre la frase: “todos necesitamos un testigo de nuestra propia existencia”, pues desde la escuela ese testigo puede ser el maestro y hacer la diferencia con el propósito de que no haya bullying, para que alguien no se quiera quitar la vida, para que alguien sea un profesionista, de ahí la importancia del papel del docente.

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