Antonio de Pedro Marquina/ Foro Independiente de Opinión
ZARAGOZA, España, 16 de abril 2019./Antonio de Pedro Marquina*/Foro Independiente de Opinión**.- Todos los años, en Semana Santa, la Iglesia católica, conmemora la Pascua de la Muerte, y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo a los 3 días, con el culto apropiado en las Iglesias, a la vez que, procede a bautizar a catecúmenos adultos. Y también mediante imágenes que las diferentes cofradías gremiales muestran al público en sus procesiones, como tradición de fe multitudinaria.
Es evidente la conmoción que producen en los corazones de las multitudes, que admiran el arte y la emoción que despliegan los gremios con sus ruidosos tambores y sus clamorosos silencios, que trasmiten su solemnidad. Pasos, fruto de artistas, sin duda, divinamente motivados, que la multitud espera con ansia cada año. Pero, no basta con eso, hace fala una conversión, un querer volver al camino, que como cristianos, tal vez habíamos abandonado. Y a los no creyentes o ignorantes de la ciencia de Dios que es la religión, una llamada de atención, porque en esta vida pasajera nos jugamos la eterna.
Si se quiere entender la Pascua de Resurrección, hay que vivir la cuaresma como penitencia y preparación, por medio del ayuno, la limosna y la oración, única manera de permanecer unidos a Cristo nuestro Salvador, mediante la fe. A los cristianos, tal vez algo apegados al mundanal ruido, como a los no creyentes y a los ignorantes de la ciencia divina que es la religión, les quiero recordar que solo hay un salvador, y que aquí estamos de paso, como inmortales que somos, porque Dios así lo ha querido al hacernos “a imagen y semejanza suya”, y por tanto, el tiempo es oro. No nos pase como a aquel que se lamentaba, diciendo ¡quién lo iba a pensar!
Con todo, la Iglesia nos quiere recordar, que Cristo es, verdadero Dios y verdadero Hombre. San Pablo nos dice que “si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” y de su resurrección fueron testigos los apóstoles, los discípulos, y durante los 50 días que vivió hasta su elevación a los cielos, más de quinientos.
Lo corrobora también un personaje singular, Longino, testigo de un hecho singular: Este avezado Centurión fue con sus ochenta legionarios, enviado de Roma para garantizar la paz del pueblo hebreo que aborrecía ser dominado. Aseguró el orden durante el camino al Calvario y mientras Cristo permaneció en la Cruz. Una vez muerto, para asegurarse de su muerte, Longino, atravesó su costado con su lanza, y, comprobó con sus propios ojos, que de su herida surgió sangre y agua. Un milagro evidente, porque él sabía por experiencia, que, de un cuerpo muerto, no puede salir nada. De ahí, su famosa frase: “Verdaderamente, este era hijo de Dios” y su profunda conversión. Fue catequizado, recibió el bautismo católico, e ingresó en un monasterio donde hizo vida religiosa hasta su muerte. La Iglesia lo declaró Santo.
Hay una leyenda que afirma que este Longino estaba perdiendo vista, y al comprobar con su mano la sangre y el agua que brotaba de la herida, sin darse cuenta se tocó los ojos, y en el acto quedó curado.
Como seres racionales, todos, deberíamos, al menos estos días, mostrar el máximo respeto con nuestra mejor voluntad.
Antonio de Pedro Marquina
——————————————————-
Datos:
*Antonio de Pedro Marquina
Médico pediatra
Zaragoza
**El Foro Independiente de Opinión es un grupo de profesionales (licenciados en Química, Medicina, Pedagogía, Ingenieros Agrónomo, de Caminos, Profesor Mercantil, Catedráticos universitarios, etc.)