09 Octubre 2017
Enrique Alfaro
Xalapa, CDMX, tras los pasos de Helioflores
Tenía yo alrededor de 21 años y había yo partido a la Ciudad de México con mis caricaturas bajo el brazo. Atrevido, como buen joven, conseguí el teléfono del cartonista Helioflores y le llamé para concertar una cita con él. Me convocó a una cafetería muy conocida, de la cual no recuerdo su nombre, y fue muy fácil reconocer a Helio de quién ya había visto fotos y caricaturas que otros dibujantes le habían hecho. Lo saludé nervioso de tener a quién admiraba enfrente y comenzamos una plática apacible. Le mostré mis caricaturas, las observó con detenimiento y me animo a seguir dibujando.
—Es difícil lograr el parecido de Muñoz Ledo y tu lo consigues. Síguele, Alfaro.
Le comenté de que había radicado brevemente en la capital de Veracruz, su ciudad natal y que había publicado algunas caricaturas en el Diario de Xalapa y en algunas otras revistas locales. Sonrió.
— Parece que me siguieras: Me inicié como caricaturista en todas las publicaciones que me mencionaste.
Y ahora estaba en a Ciudad de México buscando aparecer en la gran “prensa nacional” donde el cartonista Helioflores publicaba con gran éxito. Finalmente, salí con el corazón henchido por las palabras de aliento.
Yo me había afiliado a la Sociedad Mexicana de Caricaturistas y acudía al Museo de la Caricatura, en Donceles 99, a los eventos que se organizaban.
Poco tiempo después, durante una exposición de Rogelio Naranjo, nos volvimos a encontrar con Helio y estando conversando los dos sólos me atreví a preguntar algo que para mí, principiante de caricaturista, era importante:
—Helio ¿Cuánto cobras por cartón?
Sonrió y me contestó.
—No puedo decirte cuánto gano por cartón pero sí puedo asegurarte que gano más como cartonista político que como arquitecto que soy.
Hoy que cumple años mi admirado Helioflores, me vienen a la mente los recuerdos de cuando lo conocí y sonrío al enterarme que también vivió brevemente en Huixtla, Chiapas, donde radiqué por poco tiempo. Conscientemente he seguido su trabajo como cartonista. Inconscientemente le he seguido por las ciudades donde ha vivido ¡Felicidades por su cumpleaños, maestro!