13 Julio 2017
Escenarios de alianzas del PVEM
Enrique Alfaro
De mantener su alianza con el Partido Revolucionario Institucional, impulsando candidaturas de priístas para la presidencia de la República y el gobierno del estado, el Partido Verde Ecologista de México podría enfrentar un escenario absolutamente contrario a sus intereses:
1.- Podría sumar una limitada cantidad de votos necesarios para que el PRI gane la primera magistratura de la nación, en el marco de una elección muy competida, pero estaría en riesgo de perder su propio registro. Además, de no liderar la coalición a la gubernatura perdería fuerza en el único bastión que “gobierna” con la consiguiente resta de votos por no encabezarla.
Eso es inadmisible para el partido-negocio que dirige un grupo de jóvenes sin ética ni principios.
Los datos son fríos e inquietantes para los verdes: en 13 de 24 elecciones estatales para gobernador que se llevaron a cabo entre 2015 y 2017 no logró superar el umbral del 3% de la votación, que exigen las legislaciones estatales para mantener su registro.
En la más reciente elección del estado de México, el PVEM sumo votos para que ganara el priísta Alfredo del Mazo pero su votación en esa entidad fue de sólo 1.3 por ciento.
La lección es simple: de continuar una alianza electoral con el PRI en los mismos términos en que hasta ahora lo ha hecho, ayudaría a ganar a su aliado en la elección presidencial reñida como se prevé sea la de 2018, pero no obtendría los votos suficientes para mantener su registro federal y las millonarias prerrogativas que eso significa.
SEGUNDO ESCENARIO
Un escenario, muy distinto, sería que el PRI abandere la elección presidencial y el PVEM la estatal. Con un candidato propio, de sus filas, el Verde podría obtener más votos en toda la geografía estatal donde ha construido una estructura electoral clientelar, basada en el poder que ya detentan en municipios y diputaciones.
Esta votación salvaría el registro federal del PVEM y se sumarían a favor del candidato priísta a la presidencia.
Lo desfavorable para el tricolor sería que cedería por completo el control de Chiapas y su votación en la entidad se vería mermada más de lo que se encuentra.
Además, en un escenario así, el Verde podría sumar a su alianza a los partidos (Podemos) Mover a Chiapas y Chiapas Unido, que fueron construidos ex profeso. Manuel Velasco sería el indiscutible salvador del registro de su partido y conseguiría que su delfín lo sustituyera.
TERCER ESCENARIO
Si el PVEM decide competir sólo en la elección federal y en la estatal aliado con los partidos (Podemos) Mover a Chiapas y Chiapas Unido, sus posibilidades serían muy distintas:
En la entidad podría imponerse sobre sus competidores, incluyendo al PRI y mantener el control de la mayor parte de diputaciones y alcaldías.
En lo federal, aunque parezca un mal chiste, la candidatura presidencial de Manuel Velasco-Anahí, acompañados de todo un espectáculo encabezado por el cantante Julión Álvarez, podría conseguir sumar votos del electorado ignorante y despolitizado, que es lo que más sobra en nuetro país. Insisto, parece chiste, pero es lo que piden en un desplegado público los diputados federales y alcaldes de Chiapas.
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Estos escenarios no son limitativos y pueden responder a muchas variantes, pero aquí se dibujan tres grandes posibilidades que podría enfrentar el PVEM en las proximas elecciones concurrentes, a partir de la inconformidad —que se ha hecho pública en los últimos días— de liderazgos del Verde con la probable candidatura de Roberto Albores Gleason encabezando la alianza tricolor-ecologista.