23 Enero 2018.
+ En la lucha y la confusión, ¿quién gana?…
+ PRI, una autoritaria imposición…
+ Comentarios al Margen…
Ruperto Portela Alvarado.
ACARREO, DERROCHE PRESUPUESTAL…
En el choque de trenes que protagonizan hoy el PRI y el PVEM en Chiapas, se vislumbra una lucha por el poder y se confabulan los más obscuros intereses que los ciudadanos de a pie no podemos entender, porque en la confusión, hay quienes ganan a río revuelto y por supuesto quien pierde es Chiapas.
En ese maremágnum de situaciones políticas que nos ofertan el ¿hasta ayer dirigente del Partido Verde?, OSCAR EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR y el “virtual” candidato del PRI al gobierno del Estado, ROBERTO ALBORES GLEASON, habría que ver, quién gana y quien pierde, porque en ese conglomerado de acarreados que participaron el domingo con el “Jaguar Negro” y este lunes con “El Diablito”, no queda más qué decir: “en el teatro político, el único que pierde es el pueblo”.
Es una lucha fratricida de consecuencias impredecibles, donde EDUARDO RAMÍREZ le apostó al desmantelamiento de su partido verde con la renuncia de él, dieciséis diputados locales, un número indeterminado de alcaldes y otro tanto no cuantificado de seguidores verdes-ecologistas, por lo que calificó de una intromisión a la voluntad de los chiapanecos y una imposición de ALBORES GLEASON a la candidatura al gobierno de Chiapas.
Una cosa llevaría a otra, pues esos 30 mil seguidores del “Jaguar Negro” que llegaron al Parque Central de Tuxtla Gutiérrez, como dice el comunicado oficial (que yo creo que solo fueron entre ocho y diez mil gentes), estarían condicionados a votar en contra del “Hijo de Satanás” y por consecuencia lógica también del candidato oficial de PEÑA NIETO, el PRI y Verde Ecologista, JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑAS.
Los resultados de la movilización de los “verdes rebeldes” fue a su favor cuando la dirigencia nacional del Tucán, “echó reversa” al anunciar CARLOS ALBERTO PUENTE que “no se les acepta la renuncia y está abierto el diálogo y el proceso de elección del candidato”. Luego pues, ¿qué va a suceder si EDUARDO RAMÍREZ ya hizo pública su renuncia a la dirigencia estatal del PVEM, a la diputación local y la presidencia de la Junta de Coordinación Política de la LXVI Legislatura del Congreso, que de hecho, él y los catorce diputado que también hicieron lo mismo, nunca presentaron el documento respectivo de su separación del partido?.
He ahí la confusión y los desajustes del aparato político en Chiapas, pues desde la cúpula del PRI nacional (ENRIQUE OCHOA REZA), la coordinación general de la campaña del precandidato PRI-Verde que jefatura AURELIO NUÑO MEYER, con el aval del Presidente PEÑA NIETO, decidieron de manera unilateral que el abanderado de esa coalición sería ROBERTO ALBORES GUILLÉN. Pero qué siempre no y que todavía está en veremos. ¿Quién les entiende?.
Lo que sí está a la luz pública es el derroche de presupuesto o dinero que nadie sabe de dónde viene para la movilización de miles de “seguidores” de EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR por un lado (dicen fueron 30 mil) y por el otro, de ROBERTO ALBORES GLEASON (con otros 30 mil, aseguran los oficialista). Todavía no se entiende, cómo en un Estado de habitantes en vulnerabilidad y el 78 por ciento de pobreza y pobreza extrema, se pueden gastar en política y disputa del poder, tanto y miles de millones de pesos.
Hasta donde veo, ya no hay posibilidad de que el PRI vaya solo con la “imposición del Sargento Ñoño”, ROBERTO ALBORES GLEASON, mientras en el PVEM estaría pendiente una lejana nominación de OSCAR EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR u otro “entrañable” del gobernador MANUEL VELASCO COELLO, que a estas alturas no creo que sea el alcalde de Tuxtla, LUIS FERNANDO CASTELLANOS CAL Y MAYOR, por su desgaste en la administración municipal.
EDUARDO RAMÍREZ y ALBORES GLEASON midieron fuerzas por cuanto quién traía más gente a sus eventos. Creo que ganó “El Diablito” en ese sentido y el otro de ser la “amenaza” de erigirse candidato de la alianza PRI-Verde—ya decidida– igual que en otros tiempos, como el más cercano del 2012 cuando fueron juntos para apoyar a MANUEL VELASCO COELLO. Nada está dicho hoy, y menos cuando los señalamientos contra GLEASON no terminan.
PRI, IRREGULARIDADES Y DADOS CARGADOS…
Se los decía, el WILLY OCHOA puede dar la sorpresa en el escenario del registro de precandidatos del PRI al gobierno de Chiapas. A media mañana de este lunes, se filtró la información de que el aun diputado local y presidente del Congreso del Estado, habría de convocar a una concentración en el otrora “Parque Morelos”, llamado también “Bicentenario” de esta capital chiapaneca, a las cuatro de la tarde. No hubo llamado, pero sí un comunicado donde hace una recriminación al dirigencia nacional, ENRIQUE OCHOA REZA por las irregularidades que presentó la convocatoria respectiva con dados cargados y destinatario.
Expresamente WILLY OCHOA reclamó que: “Durante varios meses la inconformidad del priismo chiapaneco se manifestó a través de diferentes medios nacionales y locales, y hoy, en el marco del proceso interno del PRI a la gubernatura lo antes reclamado vuelve a ser parte; no se cumplieron las mínimas formas políticas, no se invitó al diálogo, no se buscaron acuerdos, transitaron las cosas de golpe y porrazo”.
Estos señalamientos al dirigente priísta OCHOA REZA los hizo WILLY OCHOA desde cuando creó la organización civil “Reflexiones PRI 2015” como un ala opositora a ROBERTO ALBORES GLEASON, ya bien por su desmedida permanencia en la presidencia del CDE y las formas unipersonales de dirigir el partido y manejar las prerrogativas.
Fue JOSÉ ANTONIO AGUILAR BODEGAS y una decena de ex dirigentes del PRI-Chiapas quienes señalaron en su tiempo las “arbitrariedades e irregularidades” en que cayó ALBORES GLEASON como dirigente del tricolor y sus casi seis años en el cargo, y el mismo JOSEAN enfrentó a ENRIQUE OCHOA REZA acusando la ilegalidad en que se han desempeñado los dos últimos encargados del partido tricolor, incluyendo al “Talibán”, JULIÁN NAZAR MORALES.
Dijo ayer WILLY OCHOA que el Comité Ejecutivo Nacional olvidó convocar a los actores políticos de Chiapas para acordar un candidato de unidad a la gubernatura antes del registro, como si se hizo en los Estados de Tabasco, Veracruz, Jalisco, Yucatán y Ciudad de México; “y a pesar de esto, emitió una Convocatoria que nació sin acuerdos y voluntades, provocando un contexto político y partidista convulso y desordenado dentro y fuera del PRI en la entidad”.
Eso es en cuanto al dirigente nacional, pero en relación al dirigente local, JULIÁN NAZAR MORALES, el diputado priísta y Presidente del Congreso del Estado, WILLY OCHOA reclamó que “la dirigencia del PRI Chiapas parece haber olvidado su papel de árbitro imparcial y se convirtió en la principal coordinadora y promotora de una candidatura acordada, fracturando toda posibilidad de caminar en unidad”.
Lo que se ve no se juzga. Tanto el partido Verde Ecologista, como el PRI en Chiapas, están desdibujados, sin credibilidad y con una situación de desventaja ante los pleitos y las luchas intestinas que prevalecen por la disputa de la candidatura al gobierno del Estado. Así, desde hace un rato hemos dejado de lado los señalamientos que JOSÉ ANTONIO AGUILAR BODEGAS hizo al dirigente nacional y estatal en su momento y con argumentos válidos que no quisieron aceptar ni analizar, porque el “plan con maña” a favor de ROBERTO ALBORES GLEASON se fraguó en su suntuosa boda celebrada en una lujosa hacienda de Mérida, Yucatán.
Lo que a continuación dice WILLY OCHOA, que empata con las declaraciones y renuncia de JOSÉ ANTONIO AGUILAR BODEGAS de las siglas del PRI, dibujan la actitud de autoritarismo e ilegalidad que priva en la estructura del partido en el gobierno y la forma arrogante con que quieren imponerse en el proceso electoral y mantenerse en el poder.
“Lamento –dijo WILLY OCHOA ayer– que no existan las condiciones para competir, no hay un procedimiento imparcial y por eso decidí no inscribirme a este proceso interno. A todo ese priismo que simpatiza con nuestra visión de partido, tengo la responsabilidad de decirle que no voy a ser parte de un proceso simulado que lastime a la militancia. Chiapas necesita responsabilidad política de todos y cada uno de los que buscamos el apoyo popular, y el PRI necesita congruencia partidista, orden y respeto a la militancia. Hagamos memoria, las historias por la fuerza no han sido buenas experiencias para todos”, expresó el diputado WILLY OCHOA…
COMENTARIOS AL MARGEN…
EL SILENCIO DEL GÜERO VELASCO… Seguramente no es su tema ni su asunto, pero el gobernador MANUEL VELASCO COELLO debe salir a la palestra para hacer su posicionamiento sobre la trifulca que se protagoniza en su partido el Verde Ecologista del que fue dirigente en Chiapas desde el año 2000 al 2012. Sí y no es su tema, pero en el círculo del poder que encabeza es quien tiene la responsabilidad de poner orden en todo lo que concierne a la inestabilidad del Estado que atañe a los chiapanecos en lo social, político y económico.
Con su actitud, el GÜERO VELASCO se lava las manos en la nominación del candidato PRI-Verde –porque él ya se va– aunque desde finales del 2016 estuvo alentando las aspiraciones de al menos seis de sus alfiles, entre ellos, EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR y LUIS FERNANDO CASTELLANOS CAL Y MAYOR, que ante las situaciones prevalecientes, ya quedaron fuera de la jugada.
Pero, la orden superior a MANUEL VELASCO COELLO es impulsar el triunfo de la coalición PRI-Verde que abandera a JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑAS y en Chiapas –parece que sí—a ROBERTO ALBORES GLEASON. El tema queda para la próxima con las versiones de JUAN BUSTILLOS, “Gana o cárcel” y de RAYMUNDO RIVAPALACIOS, en torno a la decisión dada desde Los Pinos, por el Presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, de que la candidatura al gobierno de Chiapas es para “El Diablito”, ni más ni menos que el “Hijo de Satanás”…
Se acabó el mecate… Y ES TODO…
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