+ Egresan 26 alumnos del programa “PERAJ Adopta un amigo”
TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 28 de Junio de 2016./Olivares/Matus.- Mediante la convivencia sabatina con alumnos de Servicio Social de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), 26 niños del Programa “PERAJ Adopta un amigo” superaron deficiencias escolares y mejoraron sus relaciones intrafamiliares.
Al egresar del “PERAJ Adopta un amigo”, programa implementado en la UNICACH desde hace 6 años, los padres de los niños tutorados por los universitarios reconocieron el impacto positivo en el desarrollo social y académico de sus hijos.
Alma Mercedes Urtecho Pineda, coordinadora de este programa de la Facultad de Ciencias Humanas, informó que en esta ocasión participaron 20 universitarios, quienes fungen como tutores de los niños y niñas PERAJ, con quienes conviven y realizan diversas actividades cada sábado, durante un semestre.
Los niños beneficiados son alumnos de la primaria “Romeo Rincón Castillejos”, que se ubica en las cercanías de Ciudad Universitaria de la UNICACH. En el transcurso del programa los tutores impartieron cursos sobre autoestima, relaciones familiares y el taller “Escuela para padres y madres”, en los que abordaron temas de asertividad, comunicación con la familia y vinculación con los hijos.
Los trabajos realizados con los escolares y sus padres dieron como resultado que los menores superarán problemas académicos como rezago y dislexia, y mejoraron sus relaciones sociales con su entorno, principalmente su familia, señaló Urtecho Pineda.
Para el próximo ciclo escolar “PERAJ Adopta un amigo” beneficiará a alumnos de tres primarias de Tuxtla Gutiérrez, lo que fortalece la vinculación social de la UNICACH, institución que además de este programa, implementa otras acciones de beneficio a la niñez chiapaneca.
El PERAJ (flor en hebreo), nació en Israel en el año 1974, fue iniciado por un pequeño grupo de científicos y estudiantes del Instituto Weizmann de Ciencias, como un proyecto experimental donde estudiantes de educación asisten a niños y jóvenes que residen en comunidades en vías de desarrollo o marginadas.
En México se implementó por vez primera en el 2003, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y actualmente es replicado en más de 20 países del mundo