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Jannet López Ponce/Milenio
CIUDAD DE MEXICO, 24 de junio de 2020./Jannet López Ponce/Milenio.- La Comisión de Organización Electoral del INE recibió los resultados de los estudios químico biológicos realizados al líquido indeleble que se aplica a los votantes durante las elecciones, en los que se determinó que ante la pandemia de coronavirus no es necesario sustituirlo, pues es considerado antiséptico.
Aunque se analizaban otras opciones para colocar en los votantes como símbolo de que ya habían emitido su voto para la contienda más inmediata de Hidalgo y Coahuila, se determinó que no sólo es innecesario, sino que además resultaría mucho más complicado y costoso.
«Se debe utilizar el líquido indeleble porque así lo marca la ley, pero además, de acuerdo a las investigaciones Químico Biológicas, tiene una función antiséptica, en otras palabras no puede ser vehículo de contagio del virus tan temido en nuestro tiempo. No hay condiciones para cambiar el modelo, aunque no hay necesidad de hacerlo, tampoco hay medidas técnicas para hacerlo», indicó el consejero Jaime Rivera.
Sin embargo, hubo coincidencia en que aunque la aplicación del líquido indeleble no implica ningún riesgo sanitario y es seguro, se deberá planear una campaña de difusión ante las sugestiones naturales que podrían surgir entre los votantes.
Al respecto, el consejero Ciro Murayama agregó que se debe pensar en una campaña integral de medidas preventivas no sólo para las elecciones de este año, sino para las de 2021, pues existen muchos puntos de contagio o que podrían generar desconfianza entre los ciudadanos para acudir a votar.
Puso como un claro ejemplo la credencial de elector que pasa por muchas manos desde que se recibe de parte del ciudadano hasta que se le devuelve cuando emite su voto.
«Vamos a tener que hacer un protocolo general como el que ya se está pensando para asegurar en la medida de lo posible que el hecho de acudir a votar y, sobre todo, el aceptar ser funcionario de casilla no entrañe riesgos por la pandemia presente, habrá que pensar la distancia entre elector y lector incluso en las filas, es decir, es toda una operación que se deberá adaptar», comentó.
Murayama consideró que incluso el Instituto Nacional Electoral (INE) deberá replantearse la participación de personas mayores de 60 años como representantes de casilla, pues aunque hoy la ley lo permite, en medio de la contingencia sanitaria por covid-19 son las que presentan mayor riesgo y «en un acto de responsabilidad es algo que deberíamos plantearnos».