+ Amatenango del Valle es considerada La Capital de esta actividad
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas; 15 de febrero 2021.- La palabra alfarería, como alfar, provienen del árabe hispánico alfah hár, ‘barro’, y éste del árabe clásico fah har (alfarería), y a su vez del hebreo hhafar (tierra, barro).
El concepto de alfarería se utiliza para hacer referencia a aquellas piezas realizadas sin esmalte o con barniz aplicado en una única cocción. Por eso, el alfarero o alfarera se diferencian del ceramista, ya que éste añade esmaltes y utiliza diversas técnicas en sus piezas, con más de una cocción.
En Chiapas, dentro de sus 13 ramas artesanales, se encuentra una que es de las principales, la Alfarería Artesanal, que es el arte de elaborar objetos de barro o arcilla. Por lo tanto, un alfarero es una persona que crea toda clase de enseres y artilugios domésticos de uso cotidiano, siempre con estos materiales.
En la actualidad, estos enseres han pasado en gran medida a convertirse en artículos decorativos y de colección.
En el estado, el municipio de Amatenango del Valle, llamado en su lengua Tzo’ontajal “El pueblo de las Alfareras”, es el lugar considerado “La Capital de la Alfarería en Chiapas”; se localiza sobre una pequeña elevación a 38 km. de San Cristóbal de Las Casas por la carretera federal 190 hacia Comitán. Es un bello pueblo tzeltal donde persiste hasta nuestros días la utilización de métodos prehispánicos en el proceso de elaboración de alfarería.
Aquí podrán observar a las mujeres alfareras que elaboran y cuecen a cielo abierto las piezas de barro que moldean. Para ellas, el acto de mezclar el barro con el agua, modelar, secar y quemar, refiere en la cosmogonía maya al acto de la creación del universo.
Amatenango fue testigo del nacimiento de las famosas piezas artesanales llamadas “Palomas de Amatenango”, creaciones de doña Juliana López Pérez, quien es considerada un icono; por ello, se le ha reconocido su labor con un monumento de bronce que la representa ejerciendo su oficio. Otro artesano simbólico en Amatenango es Alberto Bautista Gómez, creador de los “Jaguares de Barro”, piezas representativas de la alfarería chiapaneca.
De esta manera, se invita a la población en general a adquirir piezas de alfarería directamente con los artesanos y/o en las sucursales del Instituto Casa de las Artesanías de Chiapas, donde encontrará piezas únicas, originales y de increíble calidad.