+ El Instituto de Ecología Emocional en Barcelona deposita la responsabilidad de contagiar el modelo en México y Latinoamérica a César Hernández, actual director de Profitalent
MÉXICO, D. F., 05 de Agosto de 2013.- La “biblioterapia” nos ahorraría un sin fin de consultas médicas y en el caso de materiales como “La Ecología Emocional”, sin duda “es un libro que no tiene una sola palabra de desperdicio y, sobre todo, es profundamente esclarecedor, porque tanta y tan buena información inciden en nuestros corazones y nuestra mente”, destacó la periodista mexicana Julieta Lujambio durante la presentación del libro.
Amiga solidaria del proyecto en México, Lujambio comentó que la pareja Jaume Soler- Mercè Conangla la impactó al conocerla hace un año, pero sin duda cuando se involucró en la propuesta de la Ecología Emocional como una verdadera aportación al mundo del desarrollo humano, entendió que “se trata del arte de la sostenibilidad emocional, de gestionar nuestra energía emocional de forma creativa y amorosa, que sirva para respetar y cuidar nuestro mundo”.
“Son los pioneros que sembraran esta buena semilla en nuestro país”, puntualizó la también escritora mexicana durante la presentación del libro editado por Amat.
Para Mercé Conangla este viaje a México es una ilusión realizada, ya que “cumple con uno de nuestros objetivos, el lograr calidad emocional de todas las personas en base de materiales; ya son 17 libros donde no hay ninguno que sea teórico, ya que parten de nuestras experiencias, cada palabra es algo vivido que se puede vivir. Esto se está haciendo en México”.
La enfermera antes que psicóloga, recordó que deben expresarse nuestras emociones de forma controlada e inteligente para que se establezca una profunda relación de las emociones con la salud física. Pero, ¿por qué no expresamos lo que sentimos? Porque nos enmascaramos, logramos a través de eso que nos acepten, que nos quieran, nos da miedo la crítica, el desamor, ¿qué hacemos con nuestro vacío afectivo?
En el libro “hablamos de espacios protegidos y el amor es de los más importantes; en la vida transitamos entre dos polos muy opuestos, entre el amor y el miedo y tenemos que decidir dónde nos vamos a situar, si como personas que ninguna televisión hablara de ellas, pero que dando aumentan el amor, la belleza y la ética. Ellas son personas que las crisis les afectan menos, sin duda”, aseguró al micrófono Jaume Soler.
A modo de despedida, dio lectura a un poema: “Hemos escogido ser y hacerlo; lo que podemos ser no es cosa de los demás, es nuestra responsabilidad… no podrán quitarnos la música”.
Por su parte, al dar continuidad a las palabras del periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano cuando afirmaba que “vivimos tan rotos por dentro, que estamos tan fragmentados que esto nos hace sufrir, pero cuando encontramos similitudes con el otro entonces nos encontramos con un milagro”, dijo Mercé Conangla que esto sucede con César Hernández, responsable del Instituto de Ecología México y también Latinoamérica.
La co-creadora del modelo continuó: “Y esto de las sinergias es tema de dar coherencia a la razón, y las emociones para aplicarlas en acciones, es decir, lo que sabe, más lo que siente, trasladarlo en una acción que siembre armonía, que mueva la paz, que sea curativa”, esto es la base del cambio y de la propuesta.
El evento realizado dentro de las instalaciones de Gandhi se vistió de gala con la música de la cantautora salvadoreña pero de corazón muy mexicano –como lo dijo a quienes estaban presentes– Musa del Sol, quien recordó “qué linda sería la tierra si la tierra fuera tierra… qué linda sería la tierra si la aprendes a respetar”.
El Instituto de Ecología Emocional, con sede en Barcelona, España, cuenta con 16 años de trabajo al servicio de las personas y es abanderado y referente en Crecimiento Personal y el desarrollo emocional humano. Tiene como marco de pensamiento las propuestas de la ecología emocional y como misión, darlas a conocer, desplegarlas y aplicarlas en las diferentes áreas de la vida y en la mejora de todo tipo de organizaciones.