MEXICO, D.F., 08 de Junio de 2014.- La economía de México acumula 21 meses consecutivos de caídas que oscilaron de 0.01 por ciento a 0.06 por ciento, indican cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre el Sistema de Indicadores Cíclicos, el cual, según el organismo, permite dar seguimiento oportuno al comportamiento de la economía mexicana.
En marzo el estado general de la economía retrocedió 0.05 por ciento, informó el Inegi este viernes, pero paralelamente previó una recuperación en las cifras de abril aunque estás se confirmarán hasta el reporte que al respecto emita el mes próximo.
Por lo pronto, los tres primeros meses de 2014 sumaron caídas al hilo debido al bajo desempeño o caídas de diversos indicadores, como la industria, las ventas del sector comercio, las importaciones, el empleo y el número de trabajadores afiliados al IMSS.
A los resultados negativos del primer trimestre del año (0.06 por ciento en enero y 0.05 por ciento durante febrero y marzo) se agregan caídas similares registradas desde julio de 2012 a diciembre de 2013, según las cifras del Inegi, es decir un total de 21 meses con cifras negativas que han oscilado entre 0.01 y 0.06 por ciento.
El Sistema de Indicadores Cíclicos se conforma con dos elementos. El primero es el indicador coincidente, que refleja el estado general de la economía en el mes mencionado y se calcula a partir del comportamiento de los indicadores referidos (desde la industria al desempleo o número de trabajadores asegurados). En marzo, señaló el Inegi, se localizó por debajo de su tendencia de largo plazo al registrar un valor de 99.6 puntos, lo que representa una variación de menos 0.05 puntos respecto del mes anterior.
El otro elemento del sistema es el indicador adelantado, con el cual se busca señalar anticipadamente la trayectoria del indicador coincidente y en su estimación para abril de 2014, el Inegi consideró que se ubicó en su fase de recuperación al observar un valor de 99.9 puntos y un incremento de 0.03 puntos con respecto a marzo de 2014, con ello mejoró su comportamiento respecto del que presentó en febrero. En este caso, el Inegi toma en cuenta datos sobre las exportaciones no petroleras, el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el tipo de cambio, la tasa de interés interbancaria, el índice de Standars and Poor y la tendencia del empleo en las manufacturas.
Si bien el Inegi explica que con el valor de los indicadores coincidente y adelantado se pueden identificar las cuatro fases del ciclo económico, no se puede precisar la magnitud de caídas o crecimientos. Dichas fases son: expansión, cuando el indicador (su componente cíclico) está creciendo y se ubica por arriba de su tendencia de largo plazo y desaceleración, cuando el componente cíclico del indicador está decreciendo y se ubica por arriba de su tendencia de largo plazo. También se identifica la fase recesiva referida a cuando el componente cíclico del indicador decrece y se ubica por debajo de su tendencia de largo plazo y la fase de recuperación cuando el componente cíclico del indicador crece y se ubica por debajo de su tendencia de largo plazo.
Sin embargo, para aseverar si la economía crece, hay recesión, desaceleración o recuperación, que se detecta a través de un punto de giro en una gráfica, es decir, mediante picos o valles, el Inegi puntualiza que “debe existir por lo menos un periodo de nueve meses que separe cada ciclo, cuya longitud debe ser de al menos 21 meses.
Con base en lo anterior, para determinar si la actividad económica entra o se encuentra en recesión, por ejemplo, es necesario considerar no solamente si el indicador coincidente se ubica en la etapa recesiva sino además si ha registrado por lo menos nueve meses desde que inició la desaceleración y se tengan 21 meses mínimo entre el pico actual y el pico anterior. Si esta condición no se presenta, no podrá afirmarse que se ha detectado un punto de giro en el ciclo económico, sostuvo.