MÉXICO, D.F. 14 de Octubre de 2013.- En México, seis de cada diez egresados de las universidades no trabajan en lo que estudiaron. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela que de 7.2 millones profesionistas ocupados, 4.3 millones no se desempeña en campos laborales que corresponde a sus estudios.
De acuerdo con el organismo descentralizado, hasta el segundo trimestre de 2013, en las áreas de educación, ciencias de la salud y ciencias físico matemáticas, la proporción de los profesionistas que trabajan en ocupaciones acordes con sus estudios es superior a 68 por ciento.
En contraste, más de 50 por ciento de los profesionistas ocupados en las áreas de ingenierías, económico administrativas y artes trabajan en ocupaciones que no son acordes con su formación académica.
El Observatorio Laboral (OLA) de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) indica que las carreras con el mayor porcentaje de profesionistas ocupados en actividades no acordes con sus estudios son: artes (56.1%), económico administrativas (51.2%) y las ingenierías (51.2%).
Las áreas de educación (83.7%); ciencias de la salud (78.3%); ciencias físico-matemáticas (68.6%); ciencias biológicas (64.5%); humanidades (64.4%); arquitectura, urbanismos y diseño (64.1%) y ciencias sociales (59.6%) tienen la mayor proporción de quienes sí trabajan en lo acorde a su formación.
Los números muestran que carreras con una mayor relación entre los estudios realizados y la ocupación desempeñada tienen que ver con educación y salud. Destacan formación docente para educación de nivel medio superior, con 93.6 por ciento, le sigue formación docente para educación básica, con 90.6 por ciento y medicina, con un promedio de 88.9 por ciento.
Mónica Flores, directora general de Manpower para México, Centro América y República Dominicana, afirma que uno de los factores que incrementa el número de personas desempeñando actividades que no corresponde a sus estudios no sólo tiene que ver con la contracción del mercado laboral, sino también a la exigencia de cada vez más competencias.
“Los conocimientos como único valor no son suficientes”, dijo la empresaria.
Efectos
1.- La falta de capacidad para adaptarse a los nuevos puestos de trabajo es uno de los principales temas que mencionan los contratistas.
2.- Desde la enseñanza básica los alumnos vienen mal preparados, sobre todo los que estudiaron en escuelas públicas.