27 Marzo 2015.
José Luis Castillejos Ambrocio.
+El procesado intentó enlodar la imagen de Viridiana y se quejó de que fue esta quien lo golpeó
El procesado Fred Muñoz Nataren ratificó hoy ante el Segundo Juzgado Penal del Circuito de Tapachula su “Declaración Preparatoria“ en la que juró ser una persona “honorable“, de “bien“, a pesar de consumir cocaína y alcohol. Intentó persuadir a las autoridades penales que él no atacó a Viridiana Castillejos, sino que esta fue la que lo golpeó, pese al 1.82 metros de estatura y los 100 kilogramos de peso del “agredido“.
En su descargo ante las autoridades penales presentó como “pruebas“ diálogos electrónicos con Viridiana, fotografías de reuniones familiares, y pidió que su escrito tenga la “veracidad“ para que se valore. En su aseveración indica que el día 20 -un día antes de que intentara asesinar, violara y robara a Viri- consumió alcohol hasta las seis de la mañana.
Reveló que estuvo acompañado de algunos amigos y que llegó hacia las 6 de la mañana a su casa en Tapachula sin que su madre, Silvia Nataren Vázquez, se diera cuenta y salió minutos después de su domicilio tras consumir una grapa de cocaína para que se le bajara el grado de alcohol. Posteriormente, según su narración, se dirigió cerca al domicilio de Viridiana y la abordó, comprometiéndose llevarla al trabajo, situación que no ocurrió pues se desvió hacia un motel.
Según la versión de Fred Muñoz Nataren la llevó al motel Villas Exótica, para tener relación sexual, según él con el consentimiento de la víctima y tras jalonearla para introducirla a la habitación le reclamó a Viri por andar con el padre de su hijo y esta al sentirse agraviada le dio una bofetada y le jaló del cabello (por cierto demasiado corto y difícil de agarrar) lo que llevó a este a “defenderse“ de los “ataques“ de la mujer, quien a la postre salió con fractura en la nariz, hematomas, cuatro cortaduras (dos en la frente) y dos más en la parte central de la cabeza, lo que motivó que fuera hospitalizada, tras el ataque, de urgencia en el IMSS. No acepta en su escrito haber violado a su víctima (a pesar del dictamen médico bien sustentado) y le robó sus pertenencias. Dice que tras el incidente salió a buscarla (lo cual no consta en videos) y después optó por darse a la fuga.
Luego el procesado, que está ahora recluido en el Penal Número 3, dijo que cuando estaban el habitación del hotel la joven, tras recibir la bofetada, se dirigió a la camioneta Voyager (propiedad de Fred) y extrajo del automotor la mancuerna y lo atacó por la espalda y este se defendió y la joven “cayó“ al piso y se lastimó de cara y frente y posteriormente se “volvió a caer“ volviéndose a lastimar, lo que generó fractura en la nariz.
Lo que no narró en su escrito Fred Muñoz Nataren es que dada su corpulencia, de un hombre que practica constantemente ejercicio, pesas, taebo, entre otros, es difícil derribarlo con un golpe por la espalda. Intentó descargar su responsabilidad atribuyendo que Viridiana tenía una relación con una ex pareja y para quedar bien con las autoridades comentó que tenía “buena relación“ con la familia de Viri y con su menor hijo e incluso, violando el derecho internacional del niño, enmarcado dentro de la ONU, exhibe como “prueba“ una foto del menor.
Vestido con una playera verde, de lentes, con una actitud arrogante y apoyado de su abogado defensor, José Alfredo Alonso Peña, ratificó un escrito extemporáneo presentado el 23 de marzo y dijo haberse amparado en el 4º. Juzgado de Distrito. En su escrito en cinco ocasiones reitera su admiración y respeto al periodista José Luis Castillejos, padre de la víctima y dice no entender porqué este divulgó el ataque contra su hija, manchando su honorabilidad y logrando, en ese contexto, el cierre de dos negocios de su familia: Gruas Navy y Gruas Nasa. No aclara, sin embargo, que esos negocios fueron cerrado -en el marco de su búsqueda policial- debido a irregularidades administrativas. En su queja dice que su familia está quebrada económicamente a raíz de ese cierre.
Después de su ratificación y firma del escrito, Fred se retiró del ambiente donde fue interrogado y a paso raudo y actitud arrogante se dirigió hacia el penal número tres donde está recluido desde el 23 de marzo tras su captura, en Tequisquiapan, Querétaro donde se escondió en un centro para alcohólicos y drogadictos, intentando de esa forma evadir la acción de la justicia.
Ahora queriendo congraciarse con las autoridades y con el padre de la víctima intenta desvirtuar la fundamentada denuncia en su contra y serán las autoridades las que dictaminen su grado de responsabilidad por los hechos que ameritan, por lo menos, 30 años de cárcel por intento de feminicidio, violación, robo y agravado.