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LA NOTA ROSA

26 Marzo 2018

Por: Claudia González Guillén.

“Si el honor fuese rentable todos serían honorables”…Tomás Moro.

*¿Ser CORRUPTO es el requisito para poder gobernar?*

Los escándalos políticos están al orden del día y la sociedad cada día que pasa se indigna más y más. Pero esto no es algo exclusivo de pleno siglo XXI, es un mal tan antiguo que es difícil saber cuál fue el primer caso de corrupción, pero algunos historiadores han documentado que en siglo 1100 A.C. en el reinado de Ramsés IX en Egipto, un funcionario del faraón llamado Perser denunció a través de un documento a un profanador de tumbas, el cual era funcionario también.

Los griegos no se quedan atrás, en el año 324 A.C. Demóstenes es acusado de haber robado a las arcas de la Acrópolis y fue condenado a huir. Y Pericles a su vez por haber especulado sobre los trabajos del Partenón.

Un dato muy interesante es que para los romanos el concepto de “política” es muy diferente a la que nosotros tenemos y ponemos en práctica; para empezar lo más importante que podía tener un político era el honor y para llegar a ser candidato tenía que tener un currículo, haber ocupado cargos, tener educación y provenir de una buena familia, que a su vez tuviera un patrimonio porque al principio de su gestión tenía que dejar una especie de fianza y al término de su mandato se hacían cuentas. Esto es, que si te habías enriquecido tenías que devolverlo. Y había dos penas para cuando se presentaba un caso de corrupción; el exilio y el suicidio, que para ellos era la mejor opción para por lo menos mantener tu honor.

En la Edad Media hubo un cambio de moral, ya que con la religión católica robar pasó a ser pecado. Y con el aumento de los señores feudales también de igual manera hubo mayores atropellos. En Italia Dante en la Divina Comedia pone a los corruptos en el infierno pero en la vida real dicho escritor lo declararon culpable por haber recibido sobornos en unas elecciones y en la emisión de licencias a funcionarios, por lo que fue exiliado.

Durante los siglos XVI al XVIII es un periodo de ilegalidad sorprendente en España, donde todos los cargos públicos se compraban.

Con el capitalismo y la revolución industrial aumentaron las transacciones comerciales pero al mismo tiempo las prácticas ilícitas. Y la llegada del siglo XX no hizo más que reforzarlas.

¿Pero qué podemos decir de nuestros ancestros? El imperio mexica ocupaba gran parte de la extensión territorial de México, que era administrado por funcionarios leales al tlahtoani. Y de vez en cuando ocurrían casos de corrupción, pero los mexicas lo tenían regulado. Se tenía un gran respeto por las autoridades, los futuros gobernantes eran educados para respetar a la comunidad; y cuando cometían actos de corrupción, tenían penas muy severas: los nobles si robaban dinero de los impuestos eran merecedores de la pena de muerte, al igual que los jueces si recibían sobornos. Los recaudadores eran asesinados si cobraban impuestos de más para enriquecerse. Hasta los niños tenían castigos ejemplares si mentían o eran desobedientes.

La civilización mexica era militarizada, por lo que no sólo se castigaba sino también se educaba para no cometer delitos, exaltando valores como la obediencia, honestidad, sobriedad y rectitud.

*ROSADOS*

Hasta el día de hoy es muy fuerte el rumor que el Presidente Municipal solicitará en la próxima sesión de cabildo su licencia para ir por un nuevo puesto de elección popular. Fue elegido para que ejecute las decisiones del Ayuntamiento, ser el conducto para presentar iniciativas de Ley a nivel municipal, cumplir y hacer cumplir reglamentos y leyes aplicables en el municipio, entre otras funciones. Existe un rechazo generalizado por parte de la sociedad tuxtleca, ya que ha dejado mucho que decir su desempeño como timón de mando en el Ayuntamiento capitalino, tiene en condiciones deplorables la ciudad: baches por todos lados, gran parte de la ciudad a obscuras, inseguridad al por mayor, no hay empleo, escasez de agua potable, servicio de recolección de basura ineficiente.

No vayamos más lejos, el elevador con el que cuenta el palacio municipal no funciona desde hace 15 días, el cual cuentan fue facturado casi en 1 millón de pesos (al triple de su precio original por cierto) es un ejemplo de poca sensibilidad, ya que Fernando Castellanos sigue despachando (si es que no está en horarios de trabajo haciendo campañas proselitistas por el PVEM) desde el primer piso, ¿cómo le estarán haciendo todas esas personas que no pueden subir escaleras y necesitan hacer alguna diligencia municipal?

Estaremos muy atentos de: Iván Sánchez Camacho, Victoria Rincón Carrillo, Felipe Granda, Paulina Mota Conde, Carlos Molano Robles, Saraí Aguilar Medina, Silverio Almazán Torres, Catalina Licea Bonilla, Maricela Ibarra Gallardo, Gabriel León Cruz, Ada Velázquez Hernández, José Morán Aramoni, María Mandiola Totoricaguena, Beatriz Tovilla González, regidores del Ayuntamiento, muchos de ellos también en busca de un puesto de elección popular que no es lo que nos ocupa (por el momento), sino veremos conciencias, de qué están hechos y su compromiso con el pueblo tuxtleco al momento de que le acepten o no la licencia a Castellanos Cal y Mayor.

“Vamos a milal qué pasa” dijo el chinito.

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