TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 18 de Junio de 2015./Cosme Vázquez/ASICh.- Aun cuando la ley agraria ya incluye a las mujeres a tener representatividad en la tenencia de la tierra, ser ejidatarias, en la realidad eso no pasa, sostuvo
Mercedes Olivera Bustamante, investigadora del Centro de Estudios de México y Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
En tanto, su proyecto Acceso de las mujeres campesinas e indígenas a la tierra, al territorio y a la toma de decisiones, recibió reconocimiento académico, enalteciendo el trabajo de investigación realizado por el cuerpo académico de Género y Estudios Feministas.
Al ser entrevistada, señaló que es importante que las mujeres reclamen su derecho a participar en la tenencia de la tierra, las decisiones que se tengan que tomar sobre el territorio, inclusive, sobre todo ahora que se está en un proceso de privatización de la tierra y de inversiones extranjeras para explotar los recursos naturales.
De acuerdo al estudio que realizan, iniciado desde hace varios años, donde se realizó entrevistas con más de tres mil mujeres, grupos colectivos de mujeres indígenas de la zona Norte y de la región Sierra, revela que las mujeres ni siquiera pueden decidir sobre el destino de los lugares donde habitan y de donde se alimentan.
Anotó que paralelamente a la investigación que realizan impulsan que las mujeres puedan decidir en las asambleas de los ejidos, sobre todo en las comunidades indígenas y campesinas.
Son pocos los lugares donde las mujeres han podido poseer la tierra, y eso porque la han comprado, excepto en Chamula y Zinacantán, donde por alguna circunstancia histórica se le reconoció ese derecho oficialmente, pero cuando se casan el terreno pasa a formar parte del patrimonio familiar, el cual es controlado por el hombre.
En cuanto a la privatización de la tierra en Chiapas, para la inversión extranjera en la explotación de los recursos naturales, la antropóloga señala que esto lo han detectado en municipios como Chicomuselo y Tila; ahora vienen los proyectos de las nuevas presas hidroeléctricas, como Chicoasén II, lo que obligará a las mujeres vender sus tierras que poseen o se las expropian.
Agregó que en Chicomuselo hay el proyecto de explotación de 14 minas de diferentes materiales, entre éstos los que sirven para producir alumino y también una mina de Oro.
Destacó que las mujeres están excluidas de la propiedad de la tierra desde de siempre, y esto está sujeto a procesos de subordinación del sistema social en que vivimos, que históricamente ha dejado a las mujeres en una posición de trabajadoras de la casa y no les ha permitido tener una posibilidad de tener tierra, y eso implica que no pueden ejercer su derecho ciudadano, en tanto el ejercicio de sus derechos está mediado por os hombres que son los dueños de la tierra, por lo que con el proyecto de investigación buscan despertar conciencias. ASICh