Arturo Daen/Animal Político
CIUDAD DE MEXICO, 17 de Abril de 2017./Arturo Daen/Animal Político.- La detención de Javier Duarte en Guatemala no fue un golpe de suerte ni un hecho sorpresivo. Una serie de pistas clave, reunidas en los últimos meses, permitieron a las autoridades reconstruir su ruta de escape y ubicar su destino final con precisión.
Por ello, cuando policías guatemaltecos con el apoyo de agentes mexicanos interceptaron a Duarte en el lobby de un hotel, en realidad ya
habían transcurrido más de 48 horas de que lo tenían plenamente ubicado, de acuerdo con lo confirmado por las propias autoridades a Animal Político.
Los datos que hoy se conocen indican que el destino final de Duarte era Europa. También confirman que antes de su “huida” de México, la PGR tuvo al menos 48 horas para detenerlo, sin que esto ocurriera. Luego, el gobernador interino de Veracruz, Flavino Ríos, le facilitó a su exjefe un helicóptero en el que escapó.
Animal Político presenta cuáles fueron los pasos clave que permitieron la localización del exgobernador de Veracruz, así como la fase final de su detención. La captura se logró en cumplimiento de una orden de aprehensión con fines de extradición que pesaba sobre Duarte, por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada.
La ruta de “escape”
La PGR confirmó que el 14 de octubre se obtuvo una orden de aprehensión en contra del exgobernador Javier Duarte, pero la misma no fue cumplimentada de inmediato.
Duarte permaneció en Veracruz por lo menos hasta el 16 de ese mes, fecha en la que abordó un helicóptero oficial que le facilitó el entonces gobernador interino, Flavino Ríos, situación por la que hoy está preso acusado de haber facilitado el escape. Por este hecho hoy Ríos enfrenta un proceso penal, acusado de encubrimiento.
Lo que la investigación reveló es que hubo al menos un cambio del plan de vuelo en el helicóptero facilitado a Duarte. Originalmente se preveía que lo trasladara a la Ciudad de México, pero finalmente se dirigió a Coatzacoalcos. Las autoridades federales consultadas por este medio presumen que desde ahí se trasladó por tierra hacia Tuxtla Gutiérrez, y luego a Tapachula, Chiapas.
Esta reconstrucción permitió a las autoridades establecer como línea de investigación que Duarte se ocultaba en Chiapas o que podía haber huido a Centroamérica. La PGR apuntó ayer, en una conferencia en Guatemala, que presumen que el ingreso a ese país fue también por tierra.
Los suegros
Un elemento clave en la consolidación de la línea de investigación sobre la presencia Duarte en el sur del país es que sus suegros, Jesús Antonio Macías y María Virginia Yazmín Tubilla, tenían una propiedad en Tuxtla Gutiérrez. En noviembre de 2016 Antonio Macías incluso anunció que se mudaría con los hijos del exgobernador al estado de Chiapas.
El 17 de febrero la PGR realizó un cateo en una propiedad de la familia en Tuxtla, en la que se decomisaron 54 mil dólares así como varios equipos de comunicación y computadoras.
Aunque Duarte no fue encontrado en el inmueble, para ese momento la PGR ya traía un seguimiento cercano del movimiento de la familia. Incluso los suegros tuvieron que solicitar un amparo ante el temor de ser detenidos, y también para que sus comunicaciones no fueran intervenidas sin orden judicial.
El cateo de diciembre
La PGR realizó en diciembre pasado una serie de cateos en propiedades relacionadas con Javier Duarte, pero a nombre de terceros en la Ciudad de México. Aunque el exgobernador no fue encontrado, en el sitio se decomisaron 23 millones de pesos en cajas de cartón y diversos documentos que, según las autoridades, fortalecieron el seguimiento del exgobernador hacia el sur del país.
“Alex Huerta”
Otra pista clave para establecer la zona de movimiento de Duarte en el sur del país fue la detención, el 11 de noviembre de 2016, de una persona en el Aeropuerto de Tapachula, la cual tenía en su poder dos pasaportes falsos con los rostros de Javier Duarte y su esposa Karime Macías. En el caso de Duarte el nombre que aparecía en el documento era “Alex Huerta”.
El departamento y las aerolíneas
El intercambio de información entre autoridades de México y Guatemala arrojó elementos clave que permitieron cerrar la pinza en torno a Javier Duarte.
Uno de ellos fue la renta y presunta adquisición definitiva de la habitación 505 del Hotel Riviera de Atitlán realizada por un mexicano en noviembre del año pasado, pero que presuntamente era un prestanombres era un prestanombres de Javier Duarte. La información era precisa por lo menos en torno a la propiedad porque justamente en esa habitación es donde estaba hospedado Duarte antes de su captura.
La PGR también identificó, con apoyo de Guatemala, propiedades en por lo menos dos localidades de ese país (Alto Valle y La Antigua) en las que presuntamente se refugió Duarte en los últimos meses. De igual forma se seguía el rastro de varios vehículos y números telefónicos.
Las autoridades guatemaltecas también recibieron el reporte de una empresa aeronáutica en ese país que dijo que un mexicano estaba ofreciendo casi 45 mil dólares por un vuelo urgente hacia Europa. Se presume que eran emisarios del mismo Duarte. La PGR presume que fue en aviones privados como Duarte se pudo desplazar en el interior de Guatemala.
Vuelo de última hora
La pista final para confirmar la presencia de Duarte en Guatemala fue la renta de una aeronave particular propiedad de la empresa Redwings el pasado 14 de abril. La bitácora indica que la nave fue alquilada para realizar un vuelo inmediato de Toluca hacia Guatemala, y que los tripulantes eran los hijos del exmandatario, así como familiares de su esposa.
Previo al vuelo la Policía Federal aseguró a uno de los tripulantes, José Armando Rodríguez Ayache -concuño de Duarte- dinero en efectivo que presuntamente se entregaría al exgobernador, entre ellos 11 mil euros y mil 1400 dólares.
La captura
El 14 de abril un equipo de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR se desplazó a Guatemala para coordinar, con elementos de la Policía Nacional Civil de ese país adscritos a Interpol, la captura de Javier Duarte.
El operativo de intervención estuvo a cargo de 25 elementos según lo informado por la Policía Nacional de Guatemala. Desde el mediodía del sábado 16 de abril se desplegaron dos círculos de seguridad en torno al hotel Riviera de Atitlán en el municipio de Panajachel. Esto con la intención de neutralizar un posible intento de escape.
En tanto, las autoridades mexicanas permanecieron en un “centro de crisis” dando seguimiento a las acciones a poco más de medio kilómetro de distancia.
Cuando Duarte descendió al lobby del hotel, a las 8:01 pm de la noche, los agentes guatemaltecos aprovecharon para interceptarlo e informarle de la orden de aprehensión con fines de extradición que se había girado en su contra.
No hubo violencia ni resistencia de parte de Duarte. Luego de 5 minutos en que se le explicó su situación, Duarte reconoció que se trataba de él, que era exgobernador del estado de Veracruz y que estaba en la zona como “turista”. Los agentes mexicanos confirmaron visualmente el reconocimiento.
Javier Duarte entregó su pasaporte, y así terminaron sus casi 190 días de fuga.