TAPACHULA, Chiapas, 02 de febrero de 2021.- En el marco del Día Mundial contra la Lepra, celebrado el 31 de enero, el epidemiólgo de la Unidad de Medicina Familiar No. 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tuxtla Gutiérrez, Gustavo García Utrilla, mencionó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la lepra es una enfermedad infecciosa crónica causada por Mycobacterium leprae, un bacilo acidorresistente que afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos.
Informó que es contagiosa al tener contacto estrecho con un enfermo, es más fácil que se contagien personas con alguna inmunosupresión y/o mala nutrición, sin embargo, esta enfermedad es curable con un tratamiento multimedicamentoso, si se trata en las primeras fases.
El especialista explicó que los síntomas abarcan lesiones cutáneas que son más claras que el color normal de la piel, además de que presentan disminución en la sensibilidad al tacto, al calor o al dolor; lesiones que no sanan después de algunas semanas o meses, debilidad muscular, entumecimiento en manos, brazos, pies y piernas.
El diagnóstico temprano de la enfermedad es importante, en donde el tratamiento oportuno limita el daño, evita que la persona propague la enfermedad, además de permitirle llevar un estilo de vida normal; indicó que además se previene desfiguramiento, debilidad muscular y daño neurológico permanente en las extremidades.
Refirió que el tratamiento consiste en antibiótico específico para la enfermedad que va desde seis meses hasta dos años, dependiendo de cada caso. Una vez diagnosticado, el paciente debe tener cuidados como la higiene de manos y evitar el contacto estrecho con otras personas; sin embargo, aclaró que no se trata de un aislamiento agresivo para no provocar un impacto negativo psicológico en el paciente.
Finalmente, García Utrilla destacó que la prevención consiste en evitar el contacto físico cercano con personas que no hayan recibido tratamiento. Los pacientes con tratamientos prolongados se tornan no infecciosos, no obstante, ante sospechas de síntomas, hay que acudir con el médico familiar que le corresponda.