23 Abril 2016
Mario Caballero
¡Arre, MAESTRO, ARRE!
¿Sabrán los maestros de dónde salieron sujetos como Amadeo Espinosa Ramos, Hugo Robledo Gordillo, David Aguilar Solís, Julio César Chamé Martínez, Sonia Catalina Álvarez, Jorge Pérez Pérez o Abundio Peregrino García? Ellos, entre muchos más, lograron encumbrarse en la política y acrecentar su fortuna a través de las luchas magisteriales.
A lo largo de los años las luchas magisteriales han sido muy lucrativas para los líderes del magisterio. Para esto no es necesario ser un hombre de conocimientos o armar una gran maquinaria, es suficiente con organizar a un grupo de salvajes, equiparlos con las más ruidosas consignas, mandarlos a marchar y tomar las plazas públicas, motivarlos a la ilegalidad y las ganancias políticas y económicas no tardarán en venir.
Así, maestros que antes vivían en la miseria ahora son políticos adinerados. Algunos nunca pisaron un aula, otros ni siquiera tienen título de educador, pero vaya que supieron negociar bien con la educación de los chiapanecos para poder darse la vida de reyes de la que ahora gozan.
Amadeo Espinosa Ramos es quizá el mayor ejemplo de todos. Entendió que con los movimientos radicales podía atemorizar al gobierno y sacar provecho. De este modo consiguió ser una vez diputado local, tres veces diputado federal y una vez senador de la República. Además, se hizo dueño del Partido del Trabajo junto con una caterva de maestros que colgaron sus títulos para convertirse en delincuentes de la política.
De aquel alumno harapiento y famélico de la Escuela Normal Rural Mactumatzá que era, no quedan más que los recuerdos.
LA FARSA
A los maestros que hoy protestan por la Reforma Educativa los líderes les dicen que la Ley General del Servicio Profesional Docente afecta sus derechos sindicales, y por eso es que reaccionan de esta manera, molestos, como cualquier otro trabajador lo haría al sentirse amenazado con perder la fuente de ingresos con la que mantiene a su familia.
Sin embargo, la situación es distinta. Es por demás lamentable que a estas alturas los mentores no se hayan preocupado por entender que no es una reforma del tipo laboral, sino administrativa que busca mejorar la calidad de la educación. Sus derechos como trabajadores en ningún momento son violados, estos permanecen intactos y garantizados en el artículo 123 constitucional.
¿QUIÉNES APOYAN LA LUCHA?
Después de casi tres años del enfrentamiento la corriente ha perdido fuerza, cada vez son menos los que salen a las manifestaciones y desde hace un buen rato no cuenta con el acompañamiento anímico de la sociedad.
¿Quiénes son los que respaldan la Reforma Educativa? Son los buenos maestros, los que se niegan a dejar a sus alumnos sin clases, los que responsablemente ya presentaron la evaluación docente, los que se comprometieron con la educación y que bajo intimidaciones son obligados a sumarse a las marchas. Son los que con el ejemplo inculcan valores y buenos principios en los niños.
¿Quiénes maldicen la Reforma Educativa? Los líderes que se niegan a perder los privilegios, los que abogan por tener una legislación débil que les permita seguir en el libertinaje, los que cobran por dos, tres o cuatro plazas, los cientos de comisionados que cobran sin trabajar, los que le temen a la evaluación, los que hacían fortuna con la venta de las plazas, los que obtienen utilidad política y monetaria al tener control sobre las vidas de los profesores.
En este grupo también están los políticos condenados al olvido, los que ven en la rebelión una valiosa oportunidad para arrimar ascuas a su sardina. Como Pablo Salazar Mendiguchía, el ex gobernador que en su etapa arremetió brutalmente contra los maestros pero que ahora en un afán protagónico apoya el conflicto desde las sombras rezando porque tome dimensiones mayores y se desestabilice el estado.
LO QUE OCULTAN LOS GUÍAS
En este instante, o los maestros que están metidos en la bola son esclavos de su ignorancia o son ingenuos que todavía se dejan arrear con facilidad por las falsas promesas de los dirigentes, sin percatarse de que son usados por los cabecillas para pactar para sí prebendas políticas con el gobierno y puedan seguir viviendo en la impudicia.
Detrás de toda esta urdimbre los principales promotores de la revuelta ocultan cosas que tal vez desconocen los docentes, como que el veracruzano Adelfo Alejandro Gómez Álvarez sin tener título y cédula cobró 75 mil 427. 19 pesos en el primer trimestre de 2015 por la plaza que tiene asignada en la escuela primaria Josefa Ortiz de Domínguez en el municipio de Reforma, Chiapas.
O que Pedro Gómez Bámaca negoció para su hijo Luis Ramón Gómez Cerqueda una sub-jefatura jurídica de la Dirección de Educación Primaria Federal, y que dicho puesto fue creado porque no existía. El oficio de comisión es el SE/SEF/DEP/SP/03272. Para el colmo Luis Ramón no presentó examen de oposición y tampoco tiene perfil docente. Y, al mismo tiempo, ocupa otra plaza en la Procuraduría Federal del Consumidor.
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Los maestros deben tomar conciencia de los motivos que mantienen la lucha. Porque movidos por los intereses de la cúpula de la Cnte han perdido respeto y dignidad ante los chiapanecos para volverse delincuentes con visa de impunidad.
Ya basta de tanta violencia. Debemos darnos cuenta que detrás del movimiento está escondido el arribismo de los líderes que nos están condenando a la miseria, a la desigualdad y a la ignorancia. Au Revoir.
@_MarioCaballero