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LETRAS DESNUDAS

03 Febrero 2014.

MARIO CABALLERO

LA METODOLOGÍA DEL RUMOR

Conviene decir que la marcha del 26 de enero de 2014 en Tuxtla Gutiérrez en protesta a la presunta inseguridad que impera en el estado tiene su origen en la desinformación y en el engaño, y esto maximiza, con la creciente invención de fábulas, la ola de pánico entre la sociedad que deviene en caos psicótico, y que de no frenarla los daños sociales en Chiapas pueden llegar a reportar hechos lamentables.

Según la nota periodística, los manifestantes denuncian casos de personas desaparecidas, y uno de ellos, María de la Luz Hernández Gómez, lo expone: “El gobierno nos dice que la van a buscar (a su hija perdida desde el 7 de enero de 2014), que están en el proceso y que quieren un listado de teléfonos de los amigos de mi hija. ¿Y por qué tenemos que hacer nosotros eso como padres y por qué tenemos que ir con los amigos y conocidos cuando ese es el trabajo del gobierno? Si para eso le pagan a la policía. Y si tenemos que trabajar para mantener a nuestros hijos, pues entonces queremos un Chiapas seguro”.

¿Qué comentario admite lo anterior? Ninguno puede poner en duda la legitimidad de la pena ante la tragedia, cualquiera que ésta sea, pero cuando se dice que lo que nos toca hacer como padres ante la desaparición de un hijo es cruzarnos de brazos, rezar al santo de nuestra devoción y esperar los resultados de las investigaciones de las autoridades porque para eso les pagamos, a la sazón ninguno puede dejar de tener la menor de las dudas de su verisimilitud y de sospechar que detrás de todo el asunto hay un objetivo humorístico, político o de cualquier otra índole, porque cuando algo parecido sucede los primeros en correr y planear las indagaciones son los padres, los afectados directos, que no se sientan a esperar que del cielo les caiga el hijo desaparecido.

Las certezas de que en Chiapas opera una banda de robachicos y traficantes de órganos humanos es lo que hace de esta broma una broma muy divertida, porque están hechas de los relatos leídos en internet, de los comentarios entre conocidos, de las crónicas del horror pasadas de boca en boca y de un cúmulo de reportes que espantan por el exceso de detalles, pero lo que falta es la prueba fiel de lo dicho, de lo visto o grabado. La pandilla puede o no existir, pero sin algo que la compruebe como por ejemplo una demanda interpuesta por una madre a la que le arrebataron a su hijo, queda en puro rumor maligno.

LAS INCOSISTENCIAS

Si hay algo positivo que destacar en todo esto, es la efectividad con que los troles (personas encargadas de alterar la paz social, difamar personas y ultrajar) fabricaron y propagaron el miedo entre la población. Pero para nada bueno, desde luego. Sin embargo, y para que nadie sea llamado a engaño, expongo alguna información que permitirá enjuiciar el rumor y darle su auténtica versión y transparentar las intenciones:

El cuento de la banda de delincuentes dedicada al rapto de infantes y al tráfico de órganos humanos se dio a conocer a través de las redes sociales y no nació en Chiapas sino en la zona oriente del istmo de Oaxaca: Chahuites, Tapanatepec, Ixtepec, Ixtaltepec y Juchitán, según informes del subprocurador regional del istmo Víctor Fernando Ruiz Méndez.

Empero, el miedo creció en la entidad cuando el 20 de enero de 2014 se da a conocer de manera tergiversada por el sistema whatsapp el hallazgo del cuerpo sin vida de un joven de 17 años de edad, así lo dijeron: “Un estudiante del Cobach 35 es cruelmente asesinado por miembros del crimen organizado dedicado al tráfico de órganos”. De ahí pasó a ser noticia en las redes sociales Facebook y Twitter, donde además se describe el estado de la víctima como “cuerpo vaciado de sus riñones, hígado y sin ojos”.

El 23 de enero, la Procuraduría General de Justicia del Estado emite un comunicado en el que desmiente esa versión del suceso: “De acuerdo a la necropsia de Ley, el joven estudiante de 17 años de edad falleció a consecuencia de diversas heridas provocadas con arma blanca en rostro, pecho y brazos, y el dictamen descartó la ausencia de órganos o tejidos”. Y al día siguiente anuncia la captura de Orsué Cruz Gutiérrez, de 19 años de edad, originario de Tuxtla Gutiérrez y homicida de Jonathan Hernández, que confesó haber cometido el crimen bajo los efectos de la mariguana y el thinner, quedando así aclarado que el asesinato no fue por bandas delictivas sino por pandillerismo.

El 26 de enero, a través del Facebook se anuncia la desaparición de Diana Melisa Vargas Utrilla como “Otro rapto del crimen organizado”. Nada más ridículo cuando la procuraduría localiza a la joven el 27 de enero y ella misma manifiesta haberse fugado de su hogar por voluntad propia y afirma a las autoridades que nunca estuvo privada de su libertad. Y a pesar que desde el día 23 de enero el procurador Raciel López Salazar, haciendo su función como abogado de los chiapanecos, categóricamente descartara la versión que señala la presencia de una supuesta banda delictiva dedicada al secuestro y sustracción de órganos en la entidad, el rumor se adopta y crece entre la población.

Conforme pasan los días, el rumor alcanza altos niveles de popularidad y despliega un sinfín de adaptaciones. En una los robachicos son personas a bordo de una camioneta blanca que secuestran niños a la salida de las escuelas, en otra son hombres vestidos con batas blancas que se hacen pasar por médicos del centro de salud que andan vacunando contra la influenza AH1NI, que una vez adentro de las casas les inyectan una sustancia que los duerme mientras ellos hacen lo suyo, y una más alude de que se trata de varones disfrazados de payasos, que se acercan a los menores de edad ganándose su confianza y llevándolos a una camioneta donde les extraen sus órganos.

Es aquí donde la razón tiene su punto inquebrantable: en primera instancia es impracticable hacer una extracción de órganos en una camioneta; segunda, es necesario contar con personal calificado para extraerlos sin dañarlos y tener además un frigorífico apropiado para conservarlos en estado óptimo para ser trasplantados; tercera, la dificultad de su comercialización, porque no se pueden ofrecer en expendios o en carnicerías como si se tratara de carne de cerdo.

MANIPULACIÓN POLÍTICA

Estad informados para no caer en el embuste; estad informados para comparar la realidad con lo simulado. En las postrimerías del año 2013, Chiapas fue reconocido como uno de los estados más seguros del país, evento al que asistieron el presidente de la República Enrique Peña Nieto y el gobernador Manuel Velasco Coello para recibir del Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, el certificado internacional que pondera a la entidad, basado en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, en primer lugar nacional por ser el estado con menor número de incidencias delictivas por ciudadano y en primer lugar nacional por el menor número de hogares víctimas del delito.

A ver, todos, con esta tesis propuesta, y que es la justa porque es verdad, entendamos cuál es la lección o la moraleja o cuál es el indiscutible significado de esta campaña de terror, que sin duda de ningún género es el político. Y no hay en el rumor (ese invento de los desocupados) otro objetivo que la manipulación para desestabilizar a Chiapas y verlo sumido en la desesperación, con desdicha contagiosa, entre una atmósfera subversiva.

Cualquier comentario a yomariocaballero@hotmail.com

 

 

 

 

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