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LETRAS DESNUDAS

14 Febrero 2014

MARIO CABALLERO

EL REY DE LOS SPOTS

La mercadotecnia publicitaria de Samuel Toledo Córdova Toledo informa -o desinforma- de la realidad en Tuxtla Gutiérrez, desde hoy una ciudad donde todo marcha bien, con todo a su favor, sin problemas, con más aciertos que errores, que no amerita cambios en la estructura del gobierno porque así como está produce como nunca una economía creciente, sin pobreza, y que acaba de raíz con los históricos rezagos sociales. Y con ese despliegue de bondades, todos podemos estar agradecidos por tener un alcalde comprometido y bienhechor, que se agobia por la mala condición de sus gobernados.

Al parecer nos hemos equivocado con Samuel Toledo, porque no es, como todos suponemos, un impostor en la alcaldía, sino un inventor de universos paralelos. Porque la ciudad que él describe en sus comunicados de prensa, en la radio, en la t.v. y en sus discursos pedagógicos pertenece a otra realidad, totalmente distinta a la que todos habitamos. Y en ella no hay bache que valga, ni giros negros, ni corrupción, ni aviadores incrustados en la nómina, ni sueldos estratosféricos para los altos funcionarios, ni pobreza, ni necesidades en las colonias, ni prostitución en cada esquina y ni siquiera basura.

Entonces, y si nuestra percepción de las cosas es errada, deberíamos pedirle una disculpa pública al alcalde por ofender su trabajo y por pedirle que renuncie al cargo por ineficiente. Sin embargo, es imposible que miles de tuxtlecos estén en el mismo error y promulguen sus carencias y menesteres; a la sazón, todo lo dicho por Samuel Toledo es cinismo, y éste no producto de la imaginación ni de los spots, sino palpable hasta al dolor.

Esta es la explicación para quienes viven en el límite de la supervivencia, para los del Tuxtla real. ¡Qué cosa tan triste! Que a la hora de la madurez de una ciudad de vital importancia para el desarrollo del estado es el presidente mismo el que aporta para la confusión y manipulación. Por eso, acudo a la observación y a las cifras del gobierno de Samuel Toledo para obtener la versión fidedigna de lo que ocurre en la alcaldía:

–        Samuel Toledo ha respetado meticulosamente la decisión de no comprender y no estudiar el extenso inventario de demandas y quejas de la sociedad, ya harta de escuchar en sus discursos que se han solventado los atrasos y erradicado la pobreza.

–        Lo que Samuel Toledo busca es proteger su patrimonio, y éste es, dudarlo es ofenderlo, el presupuesto municipal.

–        Se contempla en Toledo una imagen descarada, donde la ignorancia y hacer el ridículo con confesiones que van más allá de toda lógica no desbarata el buen prestigio; donde demostrar intolerancia, ineptitud, incapacidad en la gestión de ideas (cualesquiera que sean) y falta de talento para gobernar, no trunca la continuidad en el mando; donde organizar la nómina discrecional y ocultar a los aviadores no es un tema de relevancia para la tuxtlecos; donde la mala aura política y las amistades con los altos mandos del gobierno estatal pasado (Nemesio Ponce Sánchez, Alejandro Gamboa López, Mauricio Perkins Cardoso, Ricardo Serrano Pino) no tienen nada que ver con la buena reputación.

–        Se comprueba en él que la difusión de promesas y el discurso redondo, son ineficaces a la hora de gobernar, de reparar los daños causados por los depredadores (Yassir Vázquez Hernández, Felipe Granda) y de democratizar los servicios públicos.

–        Se aprecia en su definición más traslúcida la protección de sus allegados y más incondicionales seguidores, que amenazan con llevarse los recursos de la comuna  a otro estado creando empresas privadas para cubrir los servicios básicos, mismos que debe brindar el ayuntamiento.

–        La prodigalidad en sus gastos de difusión e imagen (rebasando el presupuesto para este rubro), con spots que adornan la realidad, que no persuaden el intelecto de la sociedad vigilante que cada día desarrolla su furia más efectiva contra el presidente municipal.

–        Se ve en sus maniobras políticas (entiéndase por maniobras políticas las instrucciones que recibe desde una residencia en Acapulco propiedad de Juan Sabines Guerrero), los intentos por persistir en la impunidad.

–        El alcalde asume, como verdad sacrosanta, que la culpa de que no se resuelvan los problemas de la ciudad es de Yassir Vázquez Hernández y de la crítica periodística.

–        Samuel Toledo presume, como otra verdad sacrosanta, que es suficiente con invocar el fantasma de la ingobernabilidad heredado por los pasados gobiernos para justificarse por la falta de obras sociales.

–        Se atestigua en cuerpo y alma que Samuel Toledo es el mandatario de la injusticia social, pues impide el ingreso a los derechos sociales: servicios básicos, seguridad, espacios recreativos dignos, alumbrado público, agua potable, empleo, etcétera.

Samuel Toledo Córdova Toledo es la representación misma de la manía del propietario de la presidencia: “Mientras esté yo aquí, se hará lo que yo quiera”. El régimen de Toledo, atenido a la publicidad falaz, cree que gobernar es anunciarse.

Cualquier comentario envíelo a yomariocaballero@hotmail.com

 

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