18 Julio 2016
MARIO CABALLERO
¿QUIÉN ES ESE, UN TAL ENRIQUE OCHOA REZA?
Muchos han dicho que Enrique Ochoa Reza es en este momento el hombre fuerte del presidente Enrique Peña Nieto; otros, que es el representante de cierto grupo en el poder, y algunos más –tal vez por envidia- lo han calificado de tecnócrata. Pero lo cierto es que los que han estado cerca de él, trabajando a su lado, dicen que es un líder inteligente y eficiente, un hombre que puede ser a la vez disciplinado y carismático, que gusta de ponerse metas y que es capaz de lograr cosas importantes en el ámbito profesional.
Son éstas en verdad opiniones dispares reunidas en una sola persona, quien es a partir del 12 de julio de 2016 el nuevo dirigente del Partido Revolucionario Institucional.
Enrique Ochoa nació en la ciudad de Morelia, Michoacán, tiene 43 años de edad, es abogado, economista, autor de libros y catedrático en la Universidad Nacional Autónoma de México. En la Universidad de Columbia, en Nueva York, estudió dos maestrías y un doctorado en Ciencia Política.
Nunca ha sido diputado local ni federal y tampoco senador de la República. Tal vez por eso para muchos su nombre les sea un poco desconocido, pues su labor casi siempre ha estado en el servicio público, intercalando de tiempo en tiempo entre la escritura de ensayos de economía o de Derecho que son temas que le apasionan, o bien, desempeñándose en la docencia, participando en agrupaciones internacionales de comercio o académicas.
En el año 2013, publica un libro en complicidad con el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, quien años atrás también fuera su mentor, y redacta parte sustancial de la Reforma Educativa. Ochoa Reza es, además, quien diseñó e impulsó la Reforma Energética siendo Subsecretario de Hidrocarburos dentro de la Secretaría de Energía.
Antes de ser elegido para presidir al PRI ostentó la Dirección General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Ahí, con la encomienda que le había entregado el propio presidente, afrontó con entusiasmo el reto y trazó las estrategias que hicieron evolucionar a la CFE, convirtiéndola en una de las industrias más importantes y competitivas del mercado energético en toda América Latina, y operó los cambios necesarios en todo el sector eléctrico del país que son sin duda los más exitosos hasta ahora en la reforma.
Como podemos darnos cuenta no es el perfil de Enrique Ochoa el que hemos estado acostumbrados a ver en todo líder de partido, pero es a todas luces un gran perfil. Eso no podemos ponerlo en tela de juicio.
Sin embargo, a pesar del nivel intelectual de Ochoa y de los buenos resultados que ha tenido en el servicio público su designación fue duramente cuestionada por algunos cuadros partidistas, que suelen ser los de siempre, los dinosaurios que se niegan a cambiar sus formas de hacer política y a entender que éstas ya no tienen cabida en la sociedad y que ya no sirven para solventar las necesidades mínimas del México actual.
Lo acusan de ser un inexperto en lo que a política se refiere, cuando de sobra saben que no es ajeno al ejercicio político y al partido, del que es militante activo desde el año 1991 sirviendo como Asesor en la Coordinación General del CEN, como Consejero Político Nacional en los periodos 2005-2006 y 2013-2016, entre otras responsabilidades partidistas.
Además, en el año 1997 fue consejero electoral en el IFE y Director del Centro de Capacitación Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde incluso ha ejercido en otras áreas durante los años 2007 y 2011. A esto hay que sumarle que Ochoa siempre estuvo en cargos significativos dentro del equipo de transición del presidente de México, cabildeando, organizando y haciendo política de alto nivel.
Los que hoy acusan de novato a Ochoa son los mismos que le apostaron a Manlio Fabio Beltrones, el priista de antaño que con toda y su experiencia fue aplastado por el joven político Ricardo Anaya (dirigente nacional del PAN) que le demostró en las urnas que ya nadie quiere saber de ese priismo, corrupto, desleal y tramposo.
Tan es así que en las elecciones del pasado 05 de junio la gente no votó por el PAN, ni por el PRD, ni por MORENA, sino en contra del viejo PRI que a muchos ya tiene cansado.
Fue esa derrota el mensaje más claro de que para que el partido tricolor vuelva a la senda del triunfo necesita de una transformación profunda y que esa transformación implicaba una variación en el perfil del dirigente, y ese es el de Enrique Ochoa que sin duda es el elemento de confianza y el que mejores rendimientos le ha dado al gobierno peñista.
Más allá de lo que se comente, el PRI hizo lo correcto al elegir a alguien como Ochoa Reza para asumir los desafíos del partido, desde luego, nada sencillos. Pero de entrada sabemos que tiene la aptitud y la actitud para hacerlo, y que es el dirigente que después de largos años volvió a reunir el respaldo de los tres sectores del partido: el campesino, obrero y popular.
En Chiapas, el senador Roberto Albores Gleason, líder estatal del PRI, días antes de la designación manifestó mediante una carta su apoyo total al Dr. Enrique Ochoa para dirigir al organismo, diciendo que “es Ochoa Reza un hombre de resultados, un priista de gran capacidad, entusiasmo y de comprobada honestidad que sabrá superar los retos que tiene el instituto en estos momentos”.
Por su parte, el diputado Hugo Mauricio Pérez Anzueto expresó que el nuevo liderazgo nacional le caerá muy bien a la institución “porque es el momento de renovar a nuestro partido, desde nuevas ideas, y resaltar los liderazgos que han trabajado para el PRI. En Chiapas lo recibiremos con los brazos abiertos y con proyectos encaminados a fortalecer la militancia y enfocados a resolver los problemas actuales de los ciudadanos. A Enrique Ochoa le demostramos nuestro respaldo antes y ahora se lo demostraremos con acciones y unidad”, dijo.
Hay que entender que la llegada de Ochoa Reza es el inicio de un proceso de oxigenación estructural, de una asepsia impostergable, del trabajo político que buscará volver a conquistar la confianza de la gente como lo hizo en el año 2012, con propuesta y un proyecto construido con las bases y con la participación ciudadana, con tal de consolidarse como el partido fuerte en las elecciones del próximo año pero sobre todo en las del 2018, la madre de todas las batallas.
Durante los siguientes meses veremos que la maniobra política del presidente Peña Nieto fue la adecuada, pero por lo pronto quien quiera minusvalorar la oferta de Enrique Ochoa al PRI está equivocado, porque naturalmente no lo conoce.
PARA MAGDALENA
EL CINISMO de los maestros de la CNTE no tiene límites. El pasado viernes 15 de julio, en todo Chiapas, fue clausurado el periodo escolar 2015-2016 sin reponer los dos meses de clases perdidas por las protestas contra la Reforma Educativa. Podrá mi siguiente comentario coquetear con el absurdo, pero eso de dejar a los niños sin clases –sobre todo en este estado que cuenta con el peor rendimiento escolar a nivel nacional- debería ser tipificado como delito, sancionado con 151 años de cárcel y sin derecho a fianza. Esto para darles un escarmiento a esos vándalos maestros que saben blandir mejor un garrote o un tubo en contra de un pobre policía, que un gis sobre el pizarrón… ME CUENTA MI PRIMA MAGDALENA que el rector Carlos Eugenio Ruiz Hernández tiene un oficio que muy pocos conocen, el de dramaturgo a la antigüita. También me dijo que muy pronto publicará su primera comedia, Aquí nomás esperando mi segundo aire. Créanme que muchos la esperaremos con ansias, sobre todo la comunidad universitaria que ya tiene en aguardando casi dos años que el vetusto galeno se ponga a trabajar. Ya veremos… Au Revoir.
@_MarioCaballero
yomariocaballero@gmail.com