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LETRAS DESNUDAS

17 Agosto 2016

Mario caballero

CNTE: como el crimen organizado

El artículo 6º. Constitucional dice a la letra: “La manifestación de ideas no será objeto de inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público…”.

Con esto podemos colegir que la libertad de manifestación, como un derecho individual, no puede estar por encima del derecho colectivo. Nadie, con un mínimo de cordura, puede aducir que la libre expresión por sí misma puede aplastar los derechos de la mayoría.

Que quede claro: todas las manifestaciones de ideas, ya sea a través de marchas, plantones, paros laborales, bloqueos, mítines, tienen su razón de ser en tanto garantías constitucionales, pero cuando éstas afectan los derechos de terceros, como impidiendo el libre tránsito en las calles, carreteras y autopistas, paralice el comercio, coarte la libertad de pensamiento y el acceso a ejercer otros derechos también constitucionales -a la educación, por ejemplo- no son sino delitos y la más clara exhibición de vandalismo y guerrilla urbana.

¿Qué es lo que los maestros de la CNTE hacen desde hace más de dos meses en Chiapas supuestamente motivados por la derogación de la Reforma Educativa? Lo que hacen es violar el primer párrafo del artículo arriba citado, es dañar la paz, atacar la vida privada de cientos de trabajadores que han perdido sus empleos porque las empresas para las cuales trabajaban ya no tienen para pagarles por las nulas ventas debido a los bloqueos, es impedir que la gente vaya a sus trabajos, a la escuela o donde les plazca, es cometer un atentado en contra de la economía del estado.

Los mafiosos de la CNTE creen que ejercer su derecho de libre manifestación es cerrarle el paso a cualquiera que quiera entrar a la ciudad, creen que es tomar las plazas comerciales y las instituciones gubernamentales, creen que lo es negarle a la sociedad hacer sus actividades diarias, creen que es secuestrar camiones del trasporte público y privado para quemarlos. Pero lo cierto es que al ejercer su derecho están cometiendo delitos y perturbando el orden público.

Por otro lado, ¿quiénes son, pues, los maestros para decidir cuándo sí o cuándo no se deben iniciar las clases? ¿Desde cuándo los patos les tiran a las escopetas? La rectoría de la educación le corresponde al Estado y no a un puñado de vándalos. De lo contrario, para qué existen las instituciones y la democracia si cada quien va a hacer lo que le viene en gana.

Lo cierto es – y hay que entenderlo bien- que las marchas y los plantones siempre han sido una industria rentable para las dirigencias magisteriales, ejemplo de ello es Amadeo Espinosa Ramos, que de ser un miserable maestro rural pasó a ser dueño del Partido del Trabajo en Chiapas y uno de los políticos más adinerados del estado.

Y lo que hemos estado viendo durante todo este tiempo es cómo la CNTE es como el crimen organizado, porque nadie puede negar que sus ejecuciones de violencia y odio causan más daños que los métodos utilizados por las bandas del narcotráfico. ¿Lo dudan?

¿Cuál ha sido la estrategia de la CNTE para enfrentarse al gobierno federal y estatal? Precisamente, dañar lo más posible al mayor número de personas para que en ese trance el gobierno arrinconado contra la espada y la pared entregue lo que pide la mafia magisterial, esa mafia a la que no le interesa la educación de los millones de niños a los que dejó sin clases, a la que no le importa la democracia, las instituciones, la seguridad, la justicia, el respeto al Estado de Derecho. Así como las pandillas del narco hacen en otros estados del país para recibir pingües beneficios inmediatos. ¿Aún lo dudan?

La CNTE nació en Chiapas en el año de 1979, y durante todos estos años ha buscado la tragedia para doblegar al gobierno. Uno, dos o tres maestros muertos que justifiquen la violencia, el saqueo, los secuestros, la rapiña, el vandalismo y los ataques a las vías de comunicación y a instalaciones estratégicas. Y para conseguirlos, como el reciente deceso del joven profesor David Gemayel Ruiz Estudillo a manos de sus compañeros, ha recurrido a todo, desde el secuestro de camiones y bloqueo de carreteras hasta el plagio de personas y el asesinato de adversarios.

Un grupo criminal o cártel del narco lleva a la sociedad al extremo del terror y el crimen, se infiltra en el gobierno y toma posesión de los territorios. La CNTE impone sus condiciones, nadie va a la escuela o al trabajo si ella no lo permite, nadie entra o sale de la ciudad, cuando se manifiesta se tapa la cara y se arma con palos, piedras, tubos, machetes y armas de fuego, obliga a los profesores a realizar tareas criminales, incentiva el cobro de piso en las escuelas donde tiene presencia, hace una verdadera trata de personas con la venta de las plazas magisteriales, impone funcionarios a modo y coloca a sus familiares en altos puestos en el gobierno, a ese que tanto ataca y tacha de malo. Muestra de esto es el hijo de Pedro Gómez Bámaca, uno de los líderes de la revuelta, que está incrustado en la Secretaria de Educación en Chiapas.

El crimen organizado rapta a los funcionarios y a sus familias para obligar al gobierno a que nadie le impida sus actos ilícitos. La CNTE usa a los niños de rehenes para alcanzar sus fines inconfesables, a los que les roba la vida al cancelar el ingreso a la educación (como lo que está pasando actualmente) y la esperanza a un mejor futuro, y los condena a la miseria y la ignorancia.

Las bandas del narco cobran a los empresarios y comerciantes una cuota de seguridad y derecho de piso para que puedan trabajar sin ningún percance. La CNTE niega el comercio en las plazas y centros comerciales, bloquea las carreteras para que los agricultores no puedan vender sus productos en la ciudad, tapa los principales accesos a las empresas transnacionales y con sus plantones mata el negocio y lleva al estado a la quiebra.

Como consecuencia de las marchas y plantones, Chiapas, en el año 2015, de acuerdo con el semáforo “México, ¿cómo vamos?”, tuvo un decremento económico del 5.2%. Mientras el estado de Sinaloa, la casa de El Chapo Guzmán, creció un 5.1 por ciento. Actualmente, las pérdidas económicas por el paro magisterial en el estado son de más de 10 millones de pesos diarios.

Según el CONEVAL, de 2012 a 2014 la pobreza en Chiapas creció 4.7 por ciento, mientras que un estado sometido por el narco, como Tamaulipas, incrementó 1.1%.

En 30 años, el mayor rezago educativo se encuentra en Chiapas, Oaxaca y Guerrero, estados dominados por la CNTE. En contraste, Tamaulipas, Durango, Sinaloa y Chihuahua, entidades sometidas por el narcotráfico, presentan un rezago intermedio.

¿Ahora me creen que la CNTE provoca más daños que el crimen organizado?

APLICAR LA LEY: URGE

Lo del conflicto magisterial es un tema político que el gobierno federal debe remediar con prontitud, con el uso legítimo de la fuerza pública para protección y seguridad de la sociedad chiapaneca que desde hace meses está pagando muy caro los platos rotos por el marasmo de las autoridades frente a los delitos cometidos por la CNTE.

La acción emprendida por empresarios y transportistas que paralizaron sus actividades por algunos días, es parte real del reclamo que existe contra la CNTE y en repudio al vandalismo, a los plantones, mítines, marchas, bloqueos carreteros, toma de plazas comerciales, secuestros de autopistas, cobro ilegal de las cuotas por peaje, saqueo a empresas y violencia de parte del magisterio.

Y ¿por qué tenemos que llegar a tales extremos de hacer justicia por propia mano si tenemos las instancias oficiales para hacerlo?

Hemos visto que las mesas de negociación con la CNTE y Miguel Ángel Osorio Chong han sido del todo inútiles para resolver el conflicto. Pero aún hay algo que es más poderoso, más efectivo que conceder privilegios bajo la mesa a la cúpula magisterial, más encomiable que ceder ante los chantajes de los maestros: la aplicación de la ley.

Y eso es lo que la sociedad chiapaneca está pidiendo, justicia por medio de la ley para que esto termine de una vez por todas, porque ya basta de tantos abusos y atropellos, ya basta de que seamos prisioneros de los mafiosos maestros, ya basta de tanta impunidad.

El artículo 6º. Constitucional es claro: no puede ser libertad de manifestación lo que pisotea los derechos de terceros, la democracia, las instituciones y al pueblo. Y de hacer valer y respetar este apartado es responsabilidad del gobierno federal. Au Revoir.

@_MarioCaballero

yomariocaballero@gmail.com

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