21 Octubre 2016
MARIO CABALLERO
¡AY, MIJO! ¿ASÍ QUIERES SER GOBERNADOR?
Cuando el gobierno no solo no atiende tus necesidades, sino que además te miente encima de ellas, provoca en la sociedad una reacción, el enojo: la denigración de sentir que el gobierno no solo no te cuida, sino que te falta el respeto. Y en efecto Fernando Castellanos Cal y Mayor no respeta a sus gobernados.
Hoy, una gran mayoría de tuxtlecos reprueba la gestión de Fernando Castellanos al frente del gobierno. Si desde un inicio su supuesto triunfo en las urnas y los consecuentes en los tribunales electorales no fue aceptado por la sociedad, que nunca quitó de su cabeza esa idea de que hubo fraude electoral, menos ahora que se ha dedicado a insultar nuestra inteligencia diciéndonos “con toda certeza y con mucho orgullo que hoy Tuxtla tiene rumbo” (sic).
Castellanos está formado a la imagen y semejanza del gobernador Manuel Velasco Coello, que lo adoptó como a un hijo, lo llevó a su casa, lo vistió, le dio de comer, lo llenó de apapachos y lo incursionó en la política. Velasco le enseñó todo, desde la forma de saludar hasta la manera deshonesta de gobernar.
Le abrió un mundo de posibilidades que Fernando nunca podría haber obtenido por sus propios medios. Consideremos, pues, que la diputación local plurinominal y la actual presidencia municipal de Castellanos Cal y Mayor son un regalo del gobernador a su prohijado.
Es así que como no podemos pedirle peras al olmo, tampoco podemos pedirle a Castellanos un buen gobierno. ¿Cómo? Si Fernando está siguiendo los pasos de su padre político que ha hecho y deshecho con el estado lo que le ha venido en gana, lo único que podemos esperar de él es que haga lo mismo con Tuxtla.
Manuel Velasco Coello es un mal gobernante, todos lo sabemos. Pero Fernando Castellanos es su imitación barata.
LA MALDICIÓN
El alcalde Castellanos está simulando un gobierno que no tiene legitimidad, más allá de lo que hayan dicho los tribunales electorales. Y en lugar de trabajar para sacar adelante a Tuxtla se está dedicando a promover su imagen porque quiere ser el próximo gobernador de Chiapas.
La primera vez que supimos de Fernando Castellanos fue en julio de 2009, cuando la Policía Federal lo detuvo en el aeropuerto Ángel Albino Corzo por llevar en una maleta marca Louis Vouitton la cantidad de un millón cien mil pesos en efectivo. Eran puros fajos de billetes de mil pesos, dijeron las autoridades. Y Castellanos Cal y Mayor no supo aclarar la procedencia de ese dinero. De no haber sido por la intervención del entonces senador de la República Arturo Escobar, Fernando todavía seguiría en la cárcel.
El gobierno de Fernando Castellanos es igual o peor que el de los presidentes municipales anteriores. Samuel Toledo Córdova Toledo fue un borrachín torpe que creyó que podía administrar una ciudad desde las páginas de sociales. Inventaba obras y programas sociales que nunca existieron en la realidad pero que fueron proclamadas como la panacea en los medios de comunicación.
Seth Yassir Vázquez Hernández es lo más parecido a Fernando Castellanos, pues se convirtió en el alcalde más joven de Tuxtla y también fue criado como hijo adoptivo por otro gobernador, Juan Sabines Guerrero. Yassir destruyó Tuxtla y la dejó endeudada por más de 900 millones de pesos, y es cómplice del hurto de más de 40 mil millones de pesos al erario de Chiapas.
Cuando aún era diputado en el Congreso del Estado, Fernando prometió cancelar el contrato con la empresa PROACTIVA y dijo que la haría pagar por todos los daños que le había causado a la ciudad, tanto los medioambientales como los económicos. No lo cumplió. Por el contrario, ha permitido que esta empresa siga contaminando el predio San Martín Mujular y el agua de los ríos y arroyos que desembocan en el Grijalva de donde el SMAPA bombea agua hacia Tuxtla Gutiérrez.
Así es que los tuxtlecos tomamos y utilizamos aguas contaminadas por negligencia de nuestras autoridades. Al parecer la salud de los tuxtlecos no le interesa al alcalde Castellanos.
Siempre se ha sabido que el comercio ambulante es un gran negocio para cada administración municipal, pero un fuerte dolor de cabeza para el comercio formal, al economía y los tuxtlecos.
La mayoría de los vendedores ambulantes no son de Tuxtla y ni siquiera de Chiapas, pues provienen de estados como Puebla, el Estado de México y de la Ciudad de México, y los líderes además de cobrar cuotas excesivas por el alquiler de un espacio que no les pertenece, se dedican al comercio de productos de procedencia ilícita, la prostitución y el narcomenudeo.
En el enfrentamiento entre policías e indígenas del municipio de Chenalhó, en abril pasado, donde varios comercios de Tuxtla Gutiérrez sufrieron rapiña y vandalismo, hubo 40 detenidos, entre ellos “El Poblano”, José Reyes Gallegos, líder principal de los ambulantes que al poco tiempo de ser arrestado fue puesto en libertad y se presume que por las influencias de su amigo Luis Fernando Castellanos Cal y Mayor.
Al ser cuestionado el alcalde tuxtleco sobre la liberación de este líder de la mafia, Castellanos respondió que él había ordenado la aprehensión de El Poblano y el pago de los daños, pero hay una cantidad innumerable de fotos en la red donde se ve a los dos muy contentos y sonrientes. ¿Será que aprovechando la amistad con el presidente municipal, José Reyes comete todo tipo de delitos sin temor a ser detenido?
Por otro lado, ¿dónde están las tres calles que dijo pavimentaría diariamente? ¿Cuáles son los avances que tanto pregonó en el primer informe de actividades? ¿De qué han servido los Jueves de Audiencia Ciudadana si todo es un simulacro? “Hago como que te escucho, pero la verdad es que no te estoy haciendo caso”, parece ser que de eso tratan esas sesiones donde no se resuelve nada.
¿Cómo creerle a Fernando Castellanos de que el manejo de los recursos públicos es honesto y acorde con las necesidades del pueblo? Cuando en esta semana decenas de unidades de Seguridad Pública, Tránsito municipal, Obras Públicas y Áreas Verdes quedaron paradas porque las empresas gasolineras se negaron a seguirle dando crédito. ¿Dónde está pues el dinero de los tuxtlecos?
EL QUID
El quid del asunto está en comprender que Fernando Castellanos gobierna desde la cultura de los privilegios, otorgando jugosos beneficios al grupo en el poder, a los regidores y a sus familiares, como Felipe Granda Pastrana, el califa de la tanga y la pantimedia, que recientemente le concesionaron los estacionamientos de Tuxtla junto con otros empresarios, entre estos el hermano de la regidora María Mandiola, José Luis Mandiola.
Así las cosas. Lo previsible es que Fernando Castellanos siga agrandando nuestra catástrofe. Seguirá siendo el palafrenero del gobernador Manuel Velasco y su principal portavoz, pues tiene que hacer talacha si quiere obtener la candidatura al gobierno del estado.
Pero a fin de cuentas será un niño mimado que haga lo que haga siempre tendrá el cobijo y la protección de los Velasco Coello. Así que no se asombre si en la boleta a gobernador en el 2018 aparece el nombre de Fernando Castellanos Cal y Mayor.
PARA MAGDALENA
EN UN REGIO EVENTO el líder del magisterio estatal, Julio César León Campuzano, hizo entrega de equipos de cómputo a los tutores virtuales del SINADEP y reconocimientos a los participantes de los programas del SNTE. La labor de Campuzano al frente de esta sección sindical (sección 40) está haciendo la diferencia, sobre todo en estos momentos en que más se necesita de maestros mejor preparados y comprometidos con la educación de los niños y jóvenes de Chiapas… Au Revoir.
@_MarioCaballero
yomaricaballero@gmail.com