01 Marzo 2017
MARIO CABALLERO
SI HAY RESULTADOS, ¿POR QUÉ ESTAMOS TAN ENOJADOS?
Decía Carlos Monsiváis que si no nos enorgullecemos de nuestro pasado qué hacemos con nuestro presente. Pero ¿qué ocurre cuando en el pasado las cosas se hicieron mal, cuando la historia está llena de errores, muerte, corrupción e impunidad?
Se entiende el mal humor social. La economía del país no está para lanzar cohetes, confetis y serpentinas. Y el estado no pasa por su mejor momento. Por un lado está el contexto nacional, deplorable, sin una estrategia financiera y hacendaria eficiente que logre contrarrestar los efectos de la inflación, el precio del dólar y de los combustibles y, por el otro, la deuda heredada de los anteriores gobiernos y un doloroso recorte presupuestal de 5 mil 200 millones de pesos para este año que ha propiciado la urgente revisión del gasto público para eliminar las fugas de dinero, y por eso son los despidos justificados de decenas de trabajadores en algunas dependencias.
Sin embargo, con un poco de información veremos que los tiempos no son malo como muchos dicen.
La estrategia implementada por Manuel Velasco Coello en materia de seguridad ha sido todo un éxito. El año pasado, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública del INEGI calificó a Chiapas como el estado más seguro del país.
En el cuarto informe de gobierno, Velasco Coello dijo que gracias a la decisión de colocar el tema de la seguridad como eje transversal de todas las políticas de desarrollo, Chiapas es un estado confiable y seguro para invertir. Constancia de ello es la opinión de las calificadoras internacionales Fitch Ratings y Standard and Poors, que bajo estimaciones del Banco Mundial afirmaron que Chiapas se mantuvo entre los cinco estados más atractivos para invertir y el mejor en el sureste de México.
LA REALIDAD
No puede escapar al sentido común que el pueblo chiapaneco fue víctima de sus gobernantes. Por varias décadas Chiapas fue visto como sinónimo de pobreza, marginación extrema, políticas genocidas, rebelión indígena, pleitos entre hermanos, cacicazgo y represión tolerada por el gobierno estatal y central.
Todo parecía que gobernar el estado era cuestión de improvisación. Pablo Salazar confundió el poder con el autoritarismo, encerró, desterró y enterró a quien quiso; Juan Sabines se la pasó de fiesta los seis años, con cantantes a cargo del erario público y la ONU aplaudiéndole sus desmanes; Julio César Ruíz Ferro quiso acabar con toda la comunidad indígena y Patrocinio González con la homosexual, y Absalón Castellanos se enteró que era gobernador diez años después de terminar su mandato.
A esto tuvo que enfrentarse Manuel Velasco. Recibió un estado pletórico de males, con más de cincuenta años de atraso, con una deuda de 40 mil millones de pesos y con 230 mil pobres más producto del sabinato. De tal modo, la tarea de gobernar no ha sido fácil, ha implicado sacrificio, trabajo, esfuerzo, coraje y anhelo por ir más allá de cumplir y servir a los ciudadanos para que sean más libres y más dichosos.
El gobernador Velasco Coello, a pesar de encontrarse con un estado arruinado económicamente, logró conquistar la paz, la seguridad, restablecer el Estado de Derecho, reconciliar a la gente con el gobierno y darnos gobernabilidad para que episodios de crueldad e indolencia no vuelvan a suceder en este estado.
Lo de Oxchuc, San Juan Chamula y Chenalhó, y recientemente Chiapilla donde los pobladores quemaron vivos a tres ladrones, no corresponde a la actualidad, sino son históricos conflictos por el poder entre caciques, que estaban acostumbrados a otra forma de gobernar, y como ahora es distinto han desatado una serie de crímenes contra todos con tal de recuperar sus prebendas. Pues quieren seguir viviendo en el pasado.
Por otro lado, el buen clima que hoy nos toca es porque Chiapas es dirigido por un político joven, de nuevas ideas que van acorde con los tiempos que refrescan la forma de hacer política, plural, incluyente, vanguardista. En Manuel Velasco vemos eso y disposición, vigor, una juventud que no está enemistada con la experiencia; vemos a alguien que se acerca a escuchar tanto las necesidades del gran empresario como las de las amas de casa.
Las políticas públicas, los proyectos, la operación del gobierno enfocada a atacar los problemas que aquejan a todos los sectores de la sociedad están profundamente orientados a sentar las bases para el futuro, donde los niños y jóvenes de hoy, mañana podrán ser copartícipes de esta gran construcción social. Ya lo dijo Winston Churchill: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”.
ESTADO EN PROGRESO
La administración de Manuel Velasco no está intoxicada por frustraciones, delirios de grandeza y bajas pasiones, sino camina con plena obediencia a los principios de honestidad, respeto, tolerancia y justicia, y se sustenta en los ejes de crecimiento, desarrollo, bienestar y medio ambiente, priorizando en los temas de migración, frontera sur, desarrollo sustentable, educación, apoyo al agro, asistencia social, seguridad, salud y promoción al turismo.
Bajo estos cuatro ejes el gobierno del Güero Velasco es un gobierno que cumple y da buenos resultados. Como todo buen estadista, el güero sabe que la encomienda requiere del esfuerzo y colaboración de los tres Poderes. Y, pues, con la estrecha relación de respeto y trabajo con el Poder Legislativo se ha logrado cimentar un marco legal de ideas avanzadas y dirigidas a mejorar las condiciones económicas y sociales de la población, y con el Judicial ha creado un sistema de justicia más autónomo, profesional, interconectado con todos los niveles de gobierno para una mejor protección y salvaguarda de los chiapanecos.
El avance económico ha sido importante tanto para el bolsillo del ciudadano común como para el estado en general. De acuerdo con el INEGI, en el primer trimestre de 2016 hubo un crecimiento del 6.3 por ciento y en el año 4.9 por ciento, superando la media nacional. Y con el Plan Estatal de Infraestructura las actividades secundarias en el ramo de la construcción se vieron favorecidas con un incremento, superando incluso el de 2015 que fue del 20 por ciento, y dotando de movilidad económica a todas las regiones del estado.
Para lograr el equilibrio económico y la solidez financiera actual, fue necesario fortalecer desde adentro las políticas para el manejo responsable y ordenado de los recursos, y aunque en un principio las estrategias empleadas fueron mal criticadas por entes políticos los resultados hablan por sí mismos.
El campo de Chiapas, otra de las urgencias por ser el motor de la economía estatal, en el último año recibió una inversión de 2 mil 600 millones de pesos. En cuatro años se han invertido más 911 millones de pesos para sembrar 300 mil hectáreas de maíz por año. Gracias a la oportuna intervención del mandatario chiapaneco, hoy el sector ganadero ocupa el tercer lugar nacional.
En materia de salud, el gobierno de Velasco Coello es ampliamente respaldado por instancias federales e internacionales para combatir de frente las llamadas enfermedades de la pobreza. Y la gestoría de recursos para lograr las metas de nutrición y salud, contemplados en los objetivos de desarrollo de la ONU, tiene como destinatarios a cientos de miles de personas que viven en extrema pobreza y marginación.
A pesar de los conflictos magisteriales, la relación entre el gobierno estatal y el magisterio es de respeto mutuo y colaboración. De manera paulatina se ha venido recuperando el trinomio gobierno-maestro-sociedad que se perdió por el autoritarismo y cerrazón de los gobernantes, pero en nuestros días es fundamental para alcanzar una educación de calidad y responsable. En 2016, el sector educativo ocupó el segundo lugar nacional en cobertura del nivel escolar básico, se destinaron más de 595 millones de pesos para la construcción de aulas, laboratorios, talleres y en el equipamiento de otros espacios.
Los logros obtenidos en este gobierno son producto de la sensibilidad de gobernar con la gente. La propuesta de Manuel Velasco es trabajar diariamente por un Chiapas más justo, más desarrollado y con mejores oportunidades de vida. Y la propuesta nos incluye a todos.
Si los resultados saltan a la vista, ¿por qué estamos tan enojados? Creo que tanto enojo en las clases medias e “intelectuales” de Chiapas viene de otro lado: no se están cumpliendo sus profecías catastróficas ni llega el anhelado apocalipsis. Y Manuel Velasco tan campante y trabajador. ¡Chao!
@_MarioCaballero
yomariocaballero@gmail.com