01 Agosto 2017
MARIO CABALLERO
EL FRENTE OPOSITOR… ¿CON ERA?
No existe en este momento novedad más interesante en México que la posibilidad de formar un Frente Amplio Democrático o Frente Amplio Opositor para las elecciones de 2018, que el PAN y el PRD anunciaron por separado quince días antes de las elecciones del Estado de México.
Este Frente se propone reunir, alrededor de un programa político y un candidato presidencial común, las fuerzas de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC). Además de incorporar los esfuerzos de los candidatos independientes, ciudadanos sin partido, otros grupos y otras corrientes políticas. Claro, es hoy en día tan sólo una convocatoria, pero que apunta a ser una nueva mayoría.
¿Qué significa esto? Simple, mayor cantidad de votos. Tentativamente, el escritor y politólogo Jorge Castañeda sacó los siguientes números en su artículo del Financiero del 26 de junio de 2017. Dice: “De acuerdo con las encuestas actuales: PAN (23%), PRD (7%), MC (4-5%) e incluso los independientes con 5%”. Es decir, si los del Frente logran sumar los porcentajes que arrojan las encuestas estarían logrando con la mano en la cintura una votación cercana al 40 por ciento.
Continúa Castañeda: “En teoría, Andrés Manuel López Obrador no llega a más que 35%, en el mejor de los casos (su cifra de 2006)”. Así, como observamos líneas antes, los posibles votos del Frente serían suficientes para ganarle a AMLO en 2018, que permanece arriba en las encuestas y es el rival a vencer.
Podemos agregar que si el Frente logra quebrantar la incredulidad de los mexicanos que rechazan la política porque rechazan la corrupción y la inmoralidad de los partidos, sus cifras podrían ser aún mayores. Pero para lograr convencer a los ciudadanos exige que los partidos en la convocatoria aliancista le den al pueblo un espacio de participación y colaboración en el diseño del proyecto.
Aunque el Frente Amplio Opositor (FAO) es apoyado tanto por las dirigencias del PAN y PRD como por distintos grupos en el interior de cada uno de ellos, en realidad nadie tiene claro qué es lo que pretenden o qué es lo que realmente podrían lograr. No lo han dicho con claridad. Sin embargo, es de suponerse que el principal objetivo es oponerse al PRI y a su maquinaria electoral. Tampoco podemos obviar que para muchos otros el Frente es un instrumento para combatir a MORENA y a su dueño López Obrador. Sería una colación antipriista y antimorenista.
La pregunta obligada es: ¿puede concretarse la formación del Frente a pesar de las distintas ideologías? Sí, y al parecer es un proyecto que ya va caminando. El PAN es de centroderecha y el PRD de centroizquierda, pero ambos saben que la posible alianza les traerá buenos resultados pues les ha redituado triunfos en las urnas desde 2010, que fue la primera vez en que fueron juntos en una elección.
Lo más importante es que conocen que existe una rendija en el electorado por la que se pueden colar: el hartazgo de los que no quieren saber más de la corrupción de los gobiernos priistas, pero que no les convence “la república amorosa” de López Obrador.
¿Llegarán los partidos implicados a formar un gobierno de coalición exitoso? ¿Y ponerse de acuerdo en un candidato presidencial común? No lo sabemos. Y esto es lo que a nosotros, sociedad y gobernados, debe interesarnos más. Para que el FAO pueda tener credibilidad es fundamental que elabore una agenda de trabajo donde contemple los temas de corrupción, seguridad pública, Estado de Derecho, desempleo y desarrollo económico, los cinco puntos más preocupantes de nuestro México actual.
De otro modo, quedará manifiesto que la convocatoria del PAN y PRD no es para sacar adelante los problemas históricos del país, sino la conquista del poder.
EL FRENTE EN CHIAPAS
A pesar de las dudas que hay en torno al FAO, ha venido sonando su realización en varios estados de la República.
Con fecha 21 de julio de 2017, militantes del Partido Acción Nacional en Chiapas firmaron un documento en el que se expresan a favor de construir el Frente Amplio Opositor en el país, porque consideran que “es la mejor vía para lograr el cambio que México necesita” (sic). Asimismo incitan a la dirigencia nacional a llevarlo a cabo en el estado y hasta proponen un candidato.
Expongo textualmente: “… consideramos que Chiapas requiere la construcción de una Alianza que represente el deseo de millones de chiapanecos para cristalizar los diversos anhelos democráticos que conlleva la unión de diversas fuerzas políticas. Por esto, los que hoy nos expresamos creemos necesaria que la figura que represente este frente debe ser un chiapaneco con identidad y comprometido con su estado, vemos con simpatía y agrado a Eduardo Ramírez Aguilar como la persona que cubre con estos atributos y con la capacidad de unificar a las distintas fuerzas políticas del estado. Nosotros consideramos que es la persona idónea que puede representarnos con la visión del Partido Acción Nacional y desde ahí poder construir esta gran alianza que tanto necesita nuestro estado”.
Dos cosas. Primera, los panistas se equivocan al afirmar que Chiapas necesita de una alianza entre partidos para que represente los deseos de la sociedad. Por ejemplo: Si en 2012, Manuel Velasco Coello hubiera sido priista o incluso panista igual hubieran votado por él porque personificaba el gobierno que la gente quería para el estado. Es evidente que desde hace mucho tiempo los chiapanecos eligen a las personas no por su filiación partidista, sino por sus propuestas, trayectoria y logros.
Segunda, y en esto acertaron los del PAN, Eduardo Ramírez Aguilar es un político preparado y capaz, con arraigo en el estado, que ha recorrido los 122 municipios y que conoce los problemas de cada región y sector de la población. También es un hombre con una fuerte ideología de izquierda, visionario y trabajador, con un discurso de grandes connotaciones políticas, plural e incluyente. Es respetuoso de la opinión pública y de la diversidad de pensamiento.
Pero, con todas sus cualidades, prestigio y ética, ¿le conviene a “Lalo” Ramírez una alianza con el PAN? Por la suma de fuerzas y votos obviamente sí. Pero ¿ideológica y moralmente considerando el negro historial del panismo en Chiapas y los pésimos resultados de sus gobiernos?
La integración del Frente Amplio Opositor en el estado puede significar una aberración ideológica y hasta un signo de debilidad del PAN y PRD, con graves consecuencias para el PVEM y para Eduardo Ramírez si deciden sumarse a la propuesta. Sin embargo, desde el punto de vista electoral y de cara al 2018, su realización no significa que la apuesta carezca de racionalidad. Sería inclusive interesante ver cómo logran la concatenación de fuerzas.
Finalmente, ¿a quién beneficia el Frente?
Si a nivel nacional el PRD quedara suelto, sería un riesgo para los demás contendientes porque los perredistas podrían sumarse a la candidatura de López Obrador en cualquier momento, pero si es parte de un bloque de partidos, el PRD no podría ser tragado por AMLO y conseguiría sobrevivir y mantener sus beneficios. Además le conviene porque es un partido que está desfigurado.
En el caso del PAN, el Frente es una doble ganancia: impedir que el PRD se una a MORENA y ganar votos. Cabe la posibilidad que parte del PRD no quiera unirse a la derecha y se vaya a MORENA, pero la otra parte del voto llegaría al candidato aliancista, por pocos que éstos sean. Aun así su viabilidad es todavía incierta, sobre todo por la elección del candidato a la presidencia.
A nivel estatal la situación para el PAN y el PRD es aún más complicada. No tienen ni candidatos viables ni electores. Son partidos desprestigiados que ya demostraron incapacidad para gobernar. Podríamos decir que están casi condenados a desaparecer. Lo único que les queda es elaborar una efectiva estrategia de salvamento, y parece ser que su salvador se llama Eduardo Ramírez Aguilar.
POLÍTICA PARA ESTOICOS: ¿Aprenderá alguna vez la lección el inteligentísimo Plácido Morales Vázquez? ¿Dejará de hacer el ridículo cada vez que haya un puesto en el gobierno sometido a elección? Si de joven nunca ganó nada, ¿por qué lo haría en su vejez? Creo que le llegó la hora de entender que el tren ya se le fue. ¡Chao!
@_MarioCaballero
yomariocaballero@gmail.com