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LETRAS DESNUDAS

29 Agosto 2017

MARIO CABALLERO

NAZAR: LA IGLESIA EN MANOS DE LUTERO

La dirigencia nacional del PRI revivió el recurso favorito del autoritarismo: el dedazo. En contra de lo que se preveía una renovación mediante métodos democráticos, impusieron a Julián Nazar Morales en el liderazgo estatal. Entre actitudes de amnesia y chunga, Enrique Ochoa Reza está arriesgando el futuro del partido por premiar una causa perdida.

Julián Nazar es lo peor que le puede suceder al PRI en estos momentos. Es un político desacreditado, corrupto, ambicioso, oportunista, traicionero, dueño de una fortuna de orígenes ilícitos. Es un viejo político que carece de inteligencia. Cuando ve amenazado sus intereses, aunque sean perversos e ilegales, no apela a los buenos argumentos, a las explicaciones racionales, sino a los golpes y al soez griterío.

Aclarado lo anterior, es preciso mencionar que el diputado Nazar Morales y altos mandos del PRI cabildearon entre los priistas para imponerse y llevaron sus aspiraciones a los medios de comunicación para hacer más grande la humillación a la militancia. En el abuso perdieron de vista los estatutos del organismo, la aprobación de las bases y lo más fundamental: el porvenir del PRI en 2018. No vieron esos pequeños detalles quienes hoy realizaron trabajo subterráneo.

DE POBRE A MILLONARIO

Julián Nazar Morales es originario del municipio de Copainalá. Nació y creció en un racho pobre entre la miseria y el hambre, con unas cuantas vacas, animales de trabajo y poco terreno para la siembra. Cuenta el mismo Nazar Morales que cuando él era aún muy joven, su padre (q.e.p.d) fue comisariado ejidal de la comunidad Guadalupe Victoria, hoy Ángel Albino Corzo, intricada en la región de Mezcalapa, zona con enorme potencial ganadero, cafetalero y cacaotero.

Fue a partir de ese tiempo que las cosas comenzaron a cambiar para la familia. Debido a que su padre había comenzado a incursionar en la política y a manejar recursos públicos, vino repentinamente una sorpresiva prosperidad económica que hizo que él, junto con sus hermanos, emigrara a Tuxtla Gutiérrez en busca de mayores oportunidades.

Fue en la capital del estado que concluyó sus estudios de educación primaria para luego inscribirse en el Instituto Tuxtla (escuela particular) donde se tituló como maestro rural, profesión que según consta en su currículum ejerció durante cuatro años, entre 1976 y 1980.

Al graduarse, Nazar Morales había alcanzado un nivel profesional que le garantizaba sino una vida de lujos sí una existencia cómoda, modesta y honorable. Cada peso ganado con el sudor de su frente sería el producto de un trabajo cimentado en la honestidad, pero la ambición pudo más.

Dice un proverbio árabe que quien se empeña en pegarle una pedrada a la luna no lo conseguirá, pero terminará sabiendo manejar la honda. Julián Nazar descolgó su título de maestro y lo arrojó al cesto de basura. Se afilió al PRI soñando una vida en la molicie y en los placeres. “No más pobreza y días de pasar hambre”, pudo haber pensado. Ahí, poco a poco, aquel jovenzuelo pobre y sin escrúpulos se fue convirtiendo en un hombre temible, tramposo, lenguaraz y arribista. No le pegó a la luna, pero aprendió a manejar la honda y a vivir de ella.

En el PRI conoció al líder campesino Germán Jiménez Gómez, un importante aliado del ex gobernador Juan Sabines Gutiérrez que por muchos años tuvo el control sobre el campesinado al que explotó al amparo del poder.

Julián Nazar se inició en la política bajo su sombra. Primero fue su maletero, luego su chofer y por último la persona de todas sus confianzas. Cuentan que era cómplice en la corrupción que Jiménez orquestaba desde la Confederación Nacional Campesina (CNC), un apéndice ligado al PRI. Intimidaba a las organizaciones y se encargaba de desviar los recursos federales y estatales de apoyo al campo.

Con el lento paso de los años, Jiménez Gómez le heredó a Julián Nazar el control de la CNC en Chiapas. Comenzó a acariciar el poder, llenarse los bolsillos y colocarse en puestos de primerísimo nivel dentro de la política, pues con las siglas del partido de Calles ha sido cinco veces diputado federal.

Julián Nazar dice ser amigo de los campesinos, pero en realidad es el peor enemigo que han tenido en las últimas tres décadas.

Hace algunos años se descubrió un fraude en la CNC por más de 400 millones de pesos de la Alianza para el Campo, recursos federales destinados para fomentar la productividad, impulsar la transformación y el equipamiento de las empresas rurales que nunca llegaron a las manos de los agricultores. En su momento, Julián Nazar fue señalado como el presunto autor del robo.

Desde la CNC, Nazar Morales ha repartido dinero, tierras y ganado entre sus familiares y más cercanos servidores. Ha hecho jugosos negocios a costa del erario público. No olvidemos que en 2015 fue acusado de estar traficando ganado proveniente de Centroamérica, principalmente de Guatemala.

De campesino pobre a político millonario.

SECAM

Julián Nazar estuvo al frente de la Secretaría del Campo del gobierno del estado desde julio de 2013 hasta enero de 2015. Durante ese periodo diversas agrupaciones demandaron mayor transparencia en el manejo de los recursos financieros, pues afirmaban que el titular estaba cometiendo actos de corrupción. Y al parecer tenían razón:

  1. Siendo secretario del campo, todas las adquisiciones desde herramientas de arado, insumos y semovientes hasta maquinaría agroindustrial, fueron hechas a la “Empresa Palacios y Asociados, S.A.”, propiedad de Oliverio Palacios Farrera, cuñado y supuesto prestanombres de Julián Nazar Morales.
  2. A través de dicha empresa, Julián Nazar compró El Carrizal, un predio valuado en 25 millones de pesos.
  3. Siendo aún secretario del Campo, compró la finca El Habanero, propiedad que Oliverio Palacios Ramos heredó a su hijo Oliverio Palacios Jr. Para esta parcela, Nazar adquirió en el estado de Querétaro 30 cabezas de ganado con un precio de 30 mil pesos cada una, más tres sementales de nombres Melchor, Gaspar y Baltazar, uno de éstos murió al beber agua contaminada. ¿Pagó con dinero del pueblo o de sus bolsillos?
  4. El rancho El Paraíso, de 500 hectáreas, fue una de las últimas adquisiciones que el diputado priista hizo estando en la SECAM. El precio pagado fue de 11 millones de pesos.
  5. La Auditoría Superior de la Federación realizó una auditoría a la SECAM y detectó un faltante de 190 millones de pesos del Programa Integral de Maíz y Frijol (PIMAF). Julián Nazar era el secretario del Campo.
  6. El 7 de octubre de 2016, un grupo de ciudadanos envió a la Presidencia de la República un escrito en el que detallan los turbios manejos que Nazar Morales hacía con los apoyos a los campesinos. Del programa PIMAF nada más les entregaba mil 300 pesos en lugar de los 4 mil 400 pesos correspondientes. Es decir, se quedaba con el 70% del dinero. Esto multiplicado por los 5 mil beneficiarios da una cantidad de 15 millones 500 mil pesos que se presume iban a para a las cuentas de Julián Nazar. Esto cuando era secretario del campo.

EL RELEVO

En 2011, Julián Nazar también participó en la convocatoria de la renovación de la dirigencia estatal del PRI. Hubo mejores propuestas que él para ocupar el cargo. Sin argumentos válidos y sin un proyecto debidamente trazado, amenazó con quemar el edificio de Santo Domingo si no le entregaban la dirigencia.

El día de la elección el voto no le favoreció y armó una gresca. Golpeó a los priistas, lanzó insultos y mentadas de madre a mansalva. Hizo un aquelarre. Así es como resuelve los problemas, y así los resolverá de ahora en adelante. No por nada le apodan el Talibán.

El nuevo dirigente del PRI debió ser una persona con solvencia moral reconocida, una persona con disposición y apertura a la unidad del partido, que conozca al PRI y que defienda los principios que lo han identificado a lo largo de los años, y ese no es Julián Nazar.

Imponer un capricho a los demás es también una forma de traicionarlos. La cúpula priista al haberlo designado como nuevo presidente del PRI en Chiapas, cometió un atentado contra la institución, pues a Nazar Morales jamás le ha importado la militancia sino lo que puede obtener de ella. De ahí viene su fortuna.

Lo que sigue es que mientras Nazar siga enriqueciéndose con las prerrogativas del partido, el PRI irá hacia el fracaso electoral. La Iglesia quedó en manos de Lutero. ¡Chao!

@_MarioCaballero

yomariocaballero@gmail.com

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