13 Octubre 2017
MARIO CABALLERO
INDEPENDIENTES: ¿NUEVA ETAPA PARA MÉXICO?
Dice el dicho que más vale malo conocido que bueno por conocer. Aunque es refutado por otro que nos asegura que los cambios siempre son buenos. Con el 2018 encima, nuestra joven y desvaída democracia está entre dos opciones igual de inestables, apostar por las candidaturas independientes o continuar siendo gobernados por la aviesa y traicionera partidocracia.
La situación de México rumbo al 2018 es crítica. La esperanza está quebrada. Nos encontramos atrapados en medio de una red de complicidades, corrupción, impunidad, violencia y anarquía que involucra a todas las instituciones públicas, políticas y privadas. Lo lamentable es que nos hemos vuelto dependientes de ella. La libertad de expresión y de prensa, los derechos humanos y las garantías ciudadanas son controlados por sectores privados y públicos que impiden el dinamismo social y el desarrollo económico del país.
En esa red están implicados los institutos políticos que atraviesan por una enorme crisis de credibilidad. El PRI, como partido en el poder, está marcado por escándalos de fraude, desapariciones de estudiantes, asesinatos, recesión económica e ingobernabilidad. El PAN está fracturado, el PRD es un cero a la izquierda, el PVEM sufre delirios de grandeza y MORENA representa toda la podredumbre de los demás, con un líder autoritario que recibe dinero ilícito y pacta en lo oscurito con los otros partidos.
Por eso para salir del atolladero urge independizarnos y liberarnos de las mafias políticas. En este punto es donde surge la importancia de las candidaturas independientes.
Pero en ninguna forma pueden calificarse como “independiente” las momentáneas candidaturas de Margarita Zavala, Armando Ríos Piter, Pedro Ferriz de Con o la de Jaime Rodríguez, “El Bronco”, sin duda los más conocidos en la larga lista de aspirantes. Sus nexos con los partidos políticos y los grandes empresarios son demasiado conocidos. El simple hecho de que no se postulen a través de algún partido es cinismo y no quiere decir que estén respaldados por los ciudadanos, sino al contrario. Tienen grandes patrocinadores que financiarán sus campañas y mucha gente del PRI, PAN, PRD y otros partidos que operarán para ellos en todos los estados.
¿INDEPENDIENTES?
Se cuenta que cuando los españoles llegaron a América les cambiaban a los indígenas oro puro por espejos. De ahí nació la frase “vender espejitos”, que es cuando una persona, sobre todo un estafador, quiere hacerle creer a otra algo sabiendo que es mentira. López Obrador es quizá el máximo vendedor de espejitos: le ha hecho creer a mucha gente que él es el salvador de México y que su partido le devolverá la esperanza.
¿A quién quieren engañar personajes como Pedro Ferriz que se autodenomina el más logrado opositor del gobierno de Peña Nieto? Su poder político y riqueza financiera no los logró a través de los micrófonos de la radio ni por los programas de televisión, sino por los beneficios que por años negoció con el PRI y el gobierno de Carlos Salinas, de Zedillo; con el PAN y el régimen de Vicente Fox y Felipe Calderón. Hoy que le han quitado los privilegios en el Gobierno, repentinamente se vuelve de izquierda y le muerde la mano a quien por décadas le dio de comer.
Jaime Rodríguez renunció al PRI y ganó la gubernatura de Nuevo León como candidato independiente, pero no con el voto de los ciudadanos sino con los votos de los priistas. Los empresarios que invirtieron en su campaña son los principales proveedores y los prioritarios en la asignación de la obra pública. Aparte, el gobierno del bronco está superado por la violencia, el narcotráfico y la crisis económica.
El caso de Armando Ríos Piter, quien quiso ser gobernador de Guerrero por el PRD, ha vivido siempre del sistema. Ha sido funcionario en gobiernos perredistas y panistas. Podemos afirmar que su eventual candidatura viene construida desde las entrañas del poder. Su simple pertenencia a los grupos políticos pone en tela de juicio su independencia tanto como candidato como oposición.
Margarita Zavala pudo ser la mejor propuesta del Partido Acción Nacional a la Presidencia, pero carece de trayectoria política propia. Ser la primera dama de México en un periodo donde imperó la muerte y la cerrazón, no le da puntos a su favor.
En 2003, fue diputada federal pero por la vía plurinominal, es decir, no tuvo que hacer campaña para que la eligieran. Renunció al cargo meses antes de terminar el periodo legislativo para acompañar a su esposo, Felipe Calderón, en la campaña presidencial. Una vez en Los Pinos, fungió como presidenta del DIF nacional pero sin liderar ninguna iniciativa política relevante.
Se le conoce como la “esposa de Calderón”. Sin embargo, su mayor problema no es que sea mujer, sino pareja sentimental de uno de los políticos más obstinados, reaccionarios, incompetentes y violentos de México. Es por ello que podemos deducir que su renuncia al PAN no obedece a un capricho personal, pues cabe pensar que dicha decisión fue tomada como matrimonio Calderón-Zavala.
Existe en el caso Zavala algo peor que eso. En el libro El amasiato de Álvaro Delgado está documentada la relación política entre los Calderón y Enrique Peña Nieto. Da cuenta del apoyo que el presidente, siendo gobernador del Estado de México, le dio en 2006 a Felipe Calderón para que fuera designado candidato del PAN e impuesto por Vicente Fox en la Presidencia. Luego habla del pago de la factura. En 2012, Calderón puso toda la estructura de su gobierno para que entregar el control del país a Peña Nieto.
¿NUEVA ETAPA DEMOCRÁTICA?
Las candidaturas independientes fueron aprobadas en la reforma electoral de 2012, pero fue hasta 2014 cuando se fijaron las normas que abrieron el paso a los ciudadanos sin partido que aspiraban a una candidatura.
¿Convienen? Por supuesto. En primer lugar porque el sistema democrático adquiere mayor credibilidad. Segundo, porque la agenda de alianzas de un independiente es más práctica, espontánea y éstos pasan de ser un opositor detrás de la barrera a un opositor capaz de generar una alternancia. Como AMLO, que renunció al PRD y formó su partido político empezando por una asociación civil.
Desde luego, al ser los independientes una figura pública con recursos propios y no un político que vive del dinero del pueblo, generarán mayor confianza en los electores. Sus principales desventajas son que al no ser políticos de profesión el gobierno puede quedar en manos de gente inexperta. Otra es que siendo legisladores, por ejemplo, difícilmente lograrán ponerse de acuerdo con los grupos parlamentarios representativos.
El artículo 35 constitucional dice que todos tenemos el derecho de votar y ser votados para todos los cargos de elección popular, siempre que reunamos los requisitos que establecen las leyes, y en éstas está la trampa.
Aquellos que quieran ser candidatos independientes a la Presidencia tendrán la obligación de reunir en cuatro meses casi 900 mil firmas de apoyo distribuidas en al menos 17 entidades federativas. La ruta para registrar las firmas es una app del INE, que para procesar una sola solicitud se lleva entre dos y tres minutos teniendo una buena conexión a internet, buena iluminación y el encuadre fotográfico perfecto. Cualquier solicitud que no cumpla estos requisitos o tenga la credencial de elector caduca, será anulada.
¿Es eso posible? No. Un cálculo dice que sólo para hacer el registro se requieren 33 mil horas (3 años y 8 meses), sin contar el tiempo para encontrar y convencer a las personas. No cabe la menor duda que los partidos fueron muy cuidadosos para poner los obstáculos bastante altos.
Pero aquí Margarita Zavala tiene ventajas, pues contando con el consentimiento de Peña Nieto no tendrá el menor problema para reunir las firmas que harán legal su candidatura. Tendrá la posibilidad de utilizar los programas sociales para exigir el apoyo de los beneficiarios. También el INE y el TEPJ, por instrucciones superiores, pueden hacer revisiones light a las listas que presente Zavala.
Con esto a la vista habría que preguntarnos ¿son las “candidaturas independientes” el inicio de una nueva etapa en la democracia mexicana o es otra forma ideada en lo oscurito por los partidos para conseguir el poder? Ya lo dijo Abraham Lincoln: “Si tuviera dos caras, ¿estuviera mostrando ésta?”. ¡Chao!
@_MarioCaballero