01 Noviembre 2017
MARIO CABALLERO
ENTRE CORRUPTOS TE VEAS
Es increíble la mutabilidad de la ideología del candidato presidencial de Morena. Primero idealizó una imagen de salvador de la patria al declararle la guerra a “la mafia del poder” y la corrupción. Pero conforme ha ido pasando el tiempo ha dejado que su partido se convierta en albergue de delincuentes de cuello blanco. Ex priistas y ex perredistas acusados de enriquecimiento ilícito han llenado sus filas.
Antes de las elecciones del Estado de México dijo que el PT era igual de corrupto que el PRI, y hasta comentó que se había vendido a la mafia del poder para arrebatarle la gubernatura mexiquense. Pero cerca del final de las campañas el candidato petista declinó a favor de la abanderada de Morena, Delfina Gómez. Fue entonces que el PT volvió a ser un partido honesto a los ojos del tabasqueño. El interés tiene pies, dice el refrán.
En días recientes la PGR acusó de fraude a los líderes del Partido del Trabajo, y Andrés Manuel López Obrador en lugar de enaltecer la “honestidad valiente” que tanto predica, fijó su postura en un tuit: “Los vamos a defender”.
Ante el señalamiento de la Procuraduría asegura que se trata de una persecución política de parte del gobierno de Enrique Peña Nieto porque el PT decidió ir en alianza con Morena y no con el PRI a las elecciones de 2018.
Cierto o no, irónicamente, el candidato anticorrupción defiende a los corruptos. No cabe duda que la relación de AMLO con la corrupción es como el lema de algunos matrimonios: “Ni contigo ni sin ti”.
EL PT Y SUS NEGOCIOS
El Partido del Trabajo nació el 8 de diciembre de 1990 en el auditorio del “Plan Sexenal” de la Ciudad de México. Fue impulsado por Raúl Salinas de Gortari en el gobierno de su hermano Carlos, que permitió que supuestos líderes de organizaciones sociales del Norte del país (personas que asesinaban a los campesinos para quedarse con sus tierras de cultivo) formaran un movimiento político que con el paso de los meses se conoció como PT.
La existencia de este partido es una paradoja. En sus estatutos contiene la esencia de un partido de vanguardia que le apuesta a la democracia, a los valores cívicos y al Estado de Derecho para la constitución del Buen Gobierno. Sin embargo, es un organismo que sigue los ideales anarquistas de Mao Tse Tung, el líder comunista que provocó en China un culto a su personalidad y es quizá el mayor ejemplo del autoritarismo brutal en la historia del mundo. También admira el régimen norcoreano (capaz de asesinar a sus funcionarios por el hecho de quedarse dormidos durante el mensaje del mandatario) y el venezolano, que reprime a la oposición y tiene a la gente muriéndose de hambre. Incluso, en varias ocasiones el propio dirigente ha hecho mención de la conveniencia para México de adoptar las políticas de gobierno de Nicolás Maduro.
El lema petista es “Todo el poder al pueblo”, pero nunca los mexicanos hemos recibido algo a cambio de los miles de millones de pesos que la militancia ha recibido durante casi tres décadas de existencia. Además, careciendo de una ideología firme le da lo mismo aliarse al PRI, al Partido Verde Ecologista de México, al PRD o a Morena. Es decir, se asocia según le convenga. Asimismo ha impulsado a Cuauhtémoc Cárdenas, César Duarte, Gabino Cué y a Andrés Manuel. Hasta hace poco su coordinador en el Senado era el ex priista Manuel Bartlett, ahora de Morena.
En 27 años ha tenido un solo dirigente, Alberto Anaya Gutiérrez que ocupa la dirigencia desde 1990. Ha sido cuatro veces diputado federal y dos veces senador de la República, siempre por la vía plurinominal. Inició su carrera política como diputado federal en 1988 y apenas el pasado 2015 entregó lo que hasta el momento es su último cargo en el servicio público, también como diputado federal.
Por otro lado, la dirigencia, encabezada por el “camarada Anaya”, siempre ha estado integrada por los hermanos González Yáñez, Ricardo Cantú y Pedro Vázquez. Es un liderazgo colegiado que no permite rezongos del resto de la militancia ni suelta el control político y económico del partido.
Durante ese tiempo, el PT ha recibido más de diez mil millones de pesos de financiamiento público y Anaya, junto con su esposa María Guadalupe Rodríguez Martínez, maneja el negocio privado de 72 centros de desarrollo infantil (Cendis), que tanto cobran colegiatura a los padres de los alumnos como reciben dinero público de doce estados del país. Nada más de 2009 a 2017 obtuvieron casi 4 mil millones de pesos etiquetados por el Congreso para dichos institutos escolares.
En las elecciones de 2015, el PT no alcanzó la votación suficiente para conservar su registro como partido político, pues sólo logró el 2.87% de la votación. La Secretaría de Gobernación hizo una maniobra política de última hora para salvarle la vida. Consistió en anular un distrito en Aguascalientes y convocar a elecciones extraordinarias, donde increíblemente los priistas votaron por el PT.
Se cuenta que parte del acuerdo era que el PT iría solo en los comicios del Estado de México, y en pago seguiría viviendo del dinero de los mexicanos y del financiamiento a los Cendis. Pero dos años después traicionó el pacto y volvió a los cálidos brazos de López Obrador.
Por eso es que AMLO está calificando de venganza política que el gobierno federal esté investigando a la dirigencia petista porque según él el Peña Nieto se siente estafado, pero es indudable que las autoridades traen datos contundentes de un evidente fraude al erario.
LA INVESTIGACIÓN
La PGR encontró que el PT desvió 100 millones de pesos para el financiamiento de los Cendis, que administra la asociación “Tierra y Libertad” perteneciente al Partido del Trabajo.
Sucede que inexplicablemente el gobierno de Nuevo León depositó dichos recursos a la cuenta personal de María Guadalupe Rodríguez, que hoy está prófuga de la justicia. De ese dinero, ella tomó 62 millones y los colocó en una cuenta de inversión. El resto lo depositó a la cuenta de Héctor Quiroz, dirigente estatal del PT en Aguascalientes que ya está vinculado a proceso. Desde luego, ni un solo centavo llegó a los Centros de Desarrollo Infantil porque todo fue repartido en las cuentas bancarias de los líderes petistas.
Lo que más sorprende es el descaro del fraude, porque la maestra Lupita, como le dicen en los Cendis, no consideró utilizar cuentas bancarias en paraísos fiscales, ni se molestó en armar complicadas triangulaciones para ocultar el desvío del dinero. Lo mandó directo a su cuenta y de ahí a la de sus cómplices.
Se presume que el origen del dinero es un pago del gobernador Jaime Rodríguez, El Bronco, por el respaldo legislativo que le dio el PT en el Congreso de Nuevo León. Para el caso, la PGR empezó a investigar porque es ilegal depositar recursos públicos en cuentas personales. Y los líderes petistas no son perseguidos por cuestiones políticas, como lo asegura López Obrador, sino porque son unos ladrones.
En Chiapas, la administración de los Cendis ha sido un jugoso negocio para la mafia petista. Mientras Amadeo Espinosa Ramos controla el partido, vende las plazas legislativas y reparte el poder y el dinero entre un reducido grupo de maestros metidos de políticos, Hugo Robledo Gordillo se enriquece con los recursos de los centros educativos. En lo que va de este 2017, Robledo ha recibido 20 millones de pesos para el mantenimiento de cinco Centros de Desarrollo Infantil en el estado.
Ahora, ¿por qué cree que los padres de familia se quejan del pésimo servicio de los Cendis? Porque los recursos son usados para el enriquecimiento ilícito y no para prestar un servicio de calidad. ¿Por qué los petistas son gente con residencias, camionetas de lujo, ranchos y cuentas bancarias millonarias? Simple, porque son corruptos que gozan de impunidad. El Partido del Trabajo es una mafia que utiliza el financiamiento público y el poder para fines personales.
LA ALIANZA
Después de este breve panorama, ¿qué podemos esperar de la alianza Morena-PT, que tienen dos líderes corruptos que se apoyan entre sí según les convenga?
Nadie puede ser llamado a engaño. La supuesta batalla de Andrés Manuel López Obrador contra la corrupción es una estafa. Al intentar hacernos creer que la dirigencia del PT es honesta, nos dice que es un defensor a ultranza de políticos implicados en atracos. Está tan obsesionado con la Presidencia que él mismo construyó su propia mafia del poder. ¡Chao!
@_MarioCaballero