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LETRAS DESNUDAS

02 Febrero 2018

MARIO CABALLERO

EL FRENTE: DUDAS Y POSIBILIDADES

“Por México al frente” más que una coalición de ideologías políticas, es una disposición del ánimo de las izquierdas para competir por el poder del país, replicada en tantos estados de la República donde abundan las dudas de su fortaleza como sus posibilidades de triunfo.

Stephen Covey decía que las fortalezas están en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes. Puede ser cierto dado que cualquier poder si no se basa en la unión es débil. A simple vista la alianza del PAN y el PRD pudiera parecer imposible por la tradición política que ambos partidos representan.

El PAN nació como una fuerza opositora a los abusos del gobierno priista. Todos sus reclamos estuvieron siempre basados en exigir respeto y promoción a la democracia. Así como demandaba mayor transparencia en el ejercicio de los recursos públicos, también contradecía las imposiciones y los fraudes electorales.

En cuanto al PRD, éste empezó su lucha abanderando los reclamos más sentidos de la sociedad mexicana. Criticó la desigualdad y la falta de interés de los gobiernos priistas y panistas frente a las necesidades reales de la población. Utilizó los Congresos para manifestar la inconformidad frente al despilfarro de la clase gobernante que se aprovechaba del poder para enriquecerse y disfrutar de una infinidad de privilegios, entretanto se descuidaba el sector salud y el educativo que cada día recibía menos presupuesto.

Aunque el PAN se ha declarado toda la vida ser de izquierda su comportamiento nos dice que es de centroderecha; el PRD, de centroizquierda. Mientras el Partido Acción Nacional está integrado por empresarios y gente de la aristocracia, el Partido de la Revolución Democrática se formó con líderes políticos, sociales, sindicales y de gente de todos los estratos sociales.

Pero a pesar de esas diferencias hay algo en lo que convergen, la propuesta de reunir a partir de un programa político y un candidato presidencial común una alianza que logre quebrantar la incredulidad de los votantes que rechazan la política porque rechazan la corrupción y la inmoralidad que destaca en el PRI y en la franquicia llamada Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Y tienen la suficiente potencia para conseguirlo.

LA ROBUSTEZ

¿Con qué recursos políticos y económicos cuentan el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano de cara a las elecciones? Ciertamente, los números que tienen no son para nada despreciables.

Hoy, los partidos que conforman la coalición Por México al Frente gobiernan 15 de los 32 entados del país, en los cuales hay 41 millones 312 mil 596 potenciales electores, es decir, el 47.7 por ciento del total que hay a nivel nacional. Esto de acuerdo con la lista nominal del Instituto Nacional Electoral (INE) al primero de septiembre de 2017.

La alianza PAN-PRD gobierna actualmente los estados de Baja California, Durango, Veracruz y Quintana Roo. El blanquiazul, por sí solo, tiene el poder en Baja California Sur, Chihuahua, Tamaulipas, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Puebla. El PRD posee la gubernatura de Michoacán. Por su parte, la sociedad PRD y Movimiento Ciudadano rigen la Ciudad de México, Morelos y Tabasco.

El partido de la cancioncilla pegadiza, Movimiento Ciudadano, nunca ha gobernado ningún estado por sí solo. Sin embargo, cuenta con varias alcaldías en Jalisco, como Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Puerto Vallarta. Eso por el lado político y teneduría de gobiernos estatales.

En cuanto al factor económico, en los dos pasados procesos electorales (2006 y 2012) el PAN recibió un presupuesto de 980 millones 650 mil 700 pesos, según información del INE. Para esos dos mismos comicios, el PRD ejerció un total de 586 millones 456 mil 167 pesos y Movimiento Ciudadano (llamado Partido Convergencia en 2006) recibió 236 millones 160 mil 841 pesos.

Ahora bien, si sumamos los recursos de esos tres partidos, en 2006 hubieran alcanzado una cifra de mil 49 millones 678 mil 54 pesos, y en 2012, 753 millones 589 mil 654. No se necesita ser demasiado inteligente para saber que con todo ese dinero pudieron haber realizado una impresionante campaña política, desde luego, con una buena propuesta y un proyecto de gobierno adecuado a las circunstancias.

Con esto ya vimos que Por México al Frente tiene el suficiente peso político como económico para darle batalla a las otras dos coaliciones hacia la presidencia. Pero ¿qué tanta aceptación tiene?

Desde 1991, el PAN y el PRD han integrado 20 alianzas para distintas elecciones, en las que ha resultado vencedora en la mitad. Lo destacables es que la unión de panistas y perredistas logró la alternancia en estados que siempre habían sido gobernados por el PRI, como Nayarit (1999), Yucatán (2001), Oaxaca, Puebla y Sinaloa (2010), y Veracruz, Durango y Quintana Roo (2016). Pero eso fue antes.

De acuerdo con una encuesta de El Financiero, la alianza PAN-PRD-MC sería la más votada con un 22 por ciento de las preferencias. El PRI obtendría 21% y Morena 18%. Empero, las dificultades para este bloque de partidos empiezan cuando se les pone rostro a los candidatos.

Se dice que el “hubiera” no existe, pero si Margarita Zavala hubiera sido la elegida para encabezar el Frente pudo obtener el 27% de las preferencias, por el 30% de Andrés Manuel López Obrador, según una encuesta del Grupo Reforma realizada en julio de 2017. Probablemente estando ya en campaña las cifras pudieron haber mejorado para la hoy ex panista. En esa misma encuesta, Ricardo Anaya Cortés, hoy precandidato de dicha coalición, obtendría el 17% ante el 32 por ciento del candidato de Morena.

Ayer, la encuesta de El Heraldo de México/Suasor Consultores, generó gran polémica entre los tres aspirantes presidenciales. López Obrador que resultó con 25 por ciento, dijo estar quince puntos arriba de José Antonio Meade Kuribreña que obtuvo 22%, mientras el abanderado de Por México al Frente, Anaya Cortés, aseguró estar en segundo lugar y no en el tercero con sólo 20%.

De acuerdo con los números, el Frente tiene grandes posibilidades de ganar la próxima elección presidencial, pero al parecer no con Ricardo Anaya, que de tanto criticar al PRI terminó por adoptar los vicios más deleznables de los priistas.

Desde que asumió la presidencia nacional del PAN se dedicó a promover su imagen y construir su propia candidatura hacia la Presidencia de la República. Ninguneó a las bases del partido, utilizó los recursos, bloqueó a sus oponentes de militancia, se opuso a la realización de la consulta y se impuso ante los dirigentes del PRD y MC para que nadie más lograra inscribir su precandidatura.

No podemos negar su habilidad política, que después de ser un incompetente legislador y ocupar cargos públicos de poca importancia, está hoy en la lucha de ser el hombre más poderoso de México. Asimismo, no podemos soslayar que Ricardo Anaya no tiene experiencia como gobernante ni una trayectoria política significativa, sino su vida pública está envuelta en escándalos de corrupción y totalmente desligada de la realidad del pueblo mexicano. Dice valorar la educación pública, pero sus hijos estudian en colegios privados de Estados Unidos; dice aborrecer las prácticas de López Obrador, pero también él se autonombró candidato de la alianza.

POR CHIAPAS AL FRENTE

Los mismos tres partidos, pero en Chiapas, van en unidad este 2018 por la gubernatura del estado. La última vez que fueron juntos en una elección fue en 2000 y ganaron. Esta vez que vuelven a ir unidos, ¿qué probabilidades tienen de repetir la hazaña?

Con un PVEM gobernando en 59 municipios y un PRI en 25, son realmente muy pocas, pensando que aún tienen el mismo nivel de aceptación que en 2012 y 2015.

Por otro lado, para que el Frente llegue a convencer a los ciudadanos necesita que le dé al pueblo un espacio de participación y colaboración en el diseño del proyecto. Para que tenga credibilidad es fundamental que elabore desde ya una agenda de trabajo donde contemple los temas de corrupción, seguridad pública, Estado de Derecho, desempleo y desarrollo económico.

Además, le urge presentar un candidato con experiencia y trayectoria política, que sea reconocido por la sociedad, que conozca el estado y sus problemas y sepa qué hacer con el poder. De entre todos los precandidatos del Frente quien reúne todos los requisitos es José Antonio Aguilar Bodegas.

Si Por Chiapas al Frente no cuenta con los números, lo único que le queda es mostrar al mejor candidato. ¡Chao!

@_MarioCaballero

 

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