LETRAS DESNUDAS

05 Mayo 2018

MARIO CABALLERO

EL MESÍAS DE SOYALÓ

A los oportunistas se les reconoce a simple vista porque son personas con mucha capacidad para aceptar su cinismo. Son pillos y no tienen vergüenza para salir a denunciar el pillaje. Son hábiles para entender lo que quiere oír la otra persona, y se lo dicen para ganar su simpatía. Como Andrés Manuel López Obrador, un maestro de la demagogia que hace promesas de acuerdo al público que lo escucha. Ante la indignación de los mexicanos por los abusos y corrupción del PRI, ha jurado acabar con la “mafia del poder”.

Hay que aclarar, sin embargo, que más del setenta por ciento de sus ofrecimientos de campaña tienen que ser aprobados por el Congreso para ser realizables. Es decir, si gana las elecciones, que es muy probable, difícilmente cumplirá todo lo que con tanta insistencia ha ofrecido, pero eso ya no le importará tanto porque habrá cumplido su obsesión de ser Presidente de México.

Quien está siguiendo sus pasos, imitando sus frases, sus poses, su discurso crítico y rebelde y su manera peculiar de familiarizarse con la gente, es el exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía que olvidándose de su oscuro pasado está empeñado en denunciar los supuestos casos de corrupción del gobierno y los abusos de poder. Así como López Obrador, también quiere ganarse el voto desprestigiando a los gobernantes y haciéndose pasar como un salvador de la patria, como ese mesías que resucitó de la cárcel para liberar a los chiapanecos de las cadenas de opresión.

LA ESTAFA CRIMINAL

En nuevo vídeo publicado hace unos días en redes sociales, Salazar Mendiguchía hizo mención de un supuesto acto de rapiña en la SAGARPA que atenta contra el sector agrario en Chiapas. “Tengo meses denunciando una estafa criminal en contra de campesinos chiapanecos, a través de un programa llamado PIMAF. Supuestamente consiste en apoyo como fertilizantes para mejorar la producción”, dice.

Pimaf es un programa gubernamental administrado por la Sagarpa que consiste en la distribución de recursos a personas dedicadas a la producción de maíz y frijol, destinado solamente entre la población de los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Puebla. El monto del apoyo en cuanto a la producción de maíz es de mil 500 por hectárea y hasta 4 mil 500 por cada campesino. Para el cultivo de frijol, el apoyo es de mil 200 por hectárea y cada agricultor puede recibir una cantidad no mayor a los 3 mil 600 pesos.

Al respecto, Pablo Salazar acusa a la Sagarpa de sólo haber entregado 500 pesos de dicho programa a cada campesino, y que los que administran los recursos desde el aparato gubernamental se quedan con los mil pesos restantes. Y afirma que tan sólo en este ciclo agrícola le han robado a la gente del campo unos 650 millones, que multiplicados por seis años dan casi 4 mil millones de pesos, “por eso el campo está como está” (sic).

López Obrador tiene por costumbre hacer acusaciones al vuelo, sin ninguna prueba, pero eso le ha permitido cosechar aplausos y posicionarse en el primer lugar de las preferencias electorales a la Presidencia. Es, indudablemente, un populista inteligente. En el caso de Salazar, la denuncia que hace es demasiado grave.

De no tener el exmandatario las suficientes evidencias de lo que señala puede hacerlo sujeto a nuevos requerimientos judiciales, como los que lo condujeron a la cárcel por fraude y asociación delictuosa en junio de 2011. Sin embargo, lo primero que hay que notar aquí es el tiempo y la forma en que lanza la incriminación, ¿o difamación?

Veamos. En ese mismo vídeo se refiere al actual titular de la Sagarpa, Pedro Reynol Ozuna Fernández, como una persona íntegra y habla de su familia con tanta ternura y melosidad que hasta empalaga.

Dice: “Hoy tengo una leve esperanza, han cambiado a los delegados federales. A la Sagarpa ha llegado un joven del que yo quiero hablar, se llama Reynol. Reynol, te conozco desde que eras un niño. Tu padre fue uno de mis mejores amigos y lo conozco como un hombre de una sola pieza, derecho, insobornable. A tu abuelo, el maestro Efraín, ni qué decir. Una de las familias más decentes que hay en Chiapas”.

Continúa: “Te lo pido por favor, por el aprecio que le tengo a tu familia, no reproduzcas esas prácticas corruptas que tus antecesores han cometido para envilecer el campo chiapaneco. Es una gran oportunidad”. Y concluye con un escándalo: “Ya estás metido en un problema por algo que tú no cometiste. Te están exigiendo que regreses 500 millones de pesos por pagos fantasmas, por pagos a beneficiarios inexistentes. A ti te llegó la bomba. No deshonres la memoria de tu padre. No tires a la basura el prestigio de tu familia”.

Sorprende ver que quien se ha dedicado al deporte de difamar, injuriar, corromper y destruir las instituciones, ahora tome el papel de defensor del pueblo. No es extraño que Pablo Salazar defienda a sus aliados, incluso cuando han sido acusados de violadores y asesinos. Pero ¿por qué defiende al delegado de la Sagarpa?

TAL VEZ PORQUE…

Se sabe de la amistad que tuvieron hace muchos años Salazar y Pedro Reynol Ozuna Henning (q.e.p.d.), que fue diputado en el Congreso del Estado cuando Pablo inició su administración en 2000.

En mayo de 2001, la fracción priista en el Congreso local arremetió duramente contra Pablo Salazar. Lo acusaba de querer convertirse en el dueño absoluto de voluntades y verdades, de estar dirigiendo un gobierno represor, de que nadie podía contar en su proyecto si no se sometía a sus caprichos, entre otras lindezas. “Ha querido cooptar a organizaciones, líderes, partidos políticos y candidatos”, dijeron. A la postre todo eso se hizo realidad.

Quienes lo defendieron fueron los mismos diputados que lo impulsaron y respaldaron en su campaña a la gubernatura, entre ellos Reynol Ozuna Henning que semanas después fue nombrado secretario de la Mesa Directiva del parlamento chiapaneco y gozó de ciertos privilegios. Se dice que fue el pago que le dio Salazar por su lealtad.

En noviembre del mismo año, la dirigencia nacional del PRI metió a 17 diputados locales a un proceso de expulsión por aprobar reformas a la Constitución Política de Chiapas y a la Ley Orgánica del Congreso del Estado por las cuales desaparecieron la Gran Comisión y la Contaduría Mayor de Hacienda. Trascendió que esas modificaciones constitucionales se hicieron bajo las órdenes de Salazar. Y entre esos legisladores estaba Ozuna Henning, que también ayudó al exgobernador en la aprobación de leyes, en la creación de nuevas instituciones a conveniencia del gobierno y a destruir otras que significaban un estorbo.

Así, pues, esa amistad de la que habla Pablo más bien parece una relación de intereses mutuos, de la que al parecer continuaron los vínculos personales a pesar del fallecimiento de Ozuna Henning. Aunque no creo que ese sea el motivo por el que Pablo defiende a Reynol hijo.

¿CULPA ADMITIDA?

Excusatio non petita, accusatio manifesta. Excusa no pedida, acusación manifiesta, dice un dicho. Empecemos por preguntar ¿con qué autoridad moral Pablo Salazar denuncia la corrupción cuando él fue enviado a la cárcel por el peculado de 104 millones y tiene varias denuncias por enriquecimiento ilícito y por el desvío de once mil millones de pesos del fondo de reconstrucción de los daños del huracán Stan? ¿Cómo se atreve ahora a hacerse pasar como defensor de los trabajadores del campo cuando él siendo gobernador hostigó, persiguió, defraudó y encarceló a decenas de campesinos? Tanto cinismo es imposible.

Pero ¿qué interés tiene Pablo en almibarar a su amigo Reynol Ozuna Fernández y explicar que lo están inculpando por un delito que no cometió y que le exigen la devolución del dinero?

Al denunciar la supuesta corrupción de dicha dependencia podemos ver claramente que Salazar se está aprovechando del asunto para ganar votos que lo lleven al Senado. Por lo otro, ¿actuó en nombre de la supuesta amistad que tiene con Reynol o por consigna de éste?

Conociendo cómo es de oportunista y cínico Pablo Salazar, es en vano pedirle más explicaciones. Sin embargo, a partir de esa acusación de fraude a los recursos del programa Pimaf, Ozuna Fernández está comprometido a rendirle cuentas a la sociedad. Ser omiso a las denuncias contra sus antecesores lo hace cómplice. Si decide continuar con el fraude, lo convierte en un corrupto que probablemente esté bajo la encomienda de favorecer la elección de estado que se opera desde la Presidencia.

Así que quién necesita protección ¿los campesinos o Reynol? ¡Chao!

@_MarioCaballero